Lecci¨®n de Tarajal
Las 15 muertes en la playa de Ceuta fueron especialmente odiosas porque fueron gratuitas
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La titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de Ceuta, Mar¨ªa de la Luz Lozano, decidi¨® el pasado martes procesar a los agentes de la Guardia Civil que, en febrero de 2014, se vieron envueltos en un incidente fronterizo en el que perdieron la vida 15 personas que se dispon¨ªan a entrar ilegalmente en Espa?a a trav¨¦s del mar. En l¨ªnea con la posici¨®n de la Audiencia Provincial, que por dos veces orden¨® proseguir la instrucci¨®n del caso por ¡°su calado humano, social y jur¨ªdico¡±, la juez Lozano considera que los agentes ahora procesados pudieron cometer un delito de homicidio imprudente y otro de denegaci¨®n de auxilio al emplear medios antidisturbios para que los inmigrantes no pudieran alcanzar la orilla en Tarajal, en la zona colindante entre Marruecos y Espa?a. De acuerdo con el auto dictado por la jueza, el procesamiento parte de indicios, no de hechos.
Esta matizaci¨®n de la jueza puede ser interpretada no solo como una expresi¨®n de prudencia, sino tambi¨¦n como una salvaguarda para que la justicia debida a las v¨ªctimas no se haga ¨²nicamente a expensas de los agentes encausados. Resulta dif¨ªcil admitir que la alternativa que parece plantear el desarrollo de este caso sea condenar judicialmente al ¨²ltimo eslab¨®n en la cadena de la seguridad fronteriza para evitar que una quincena de muertes quede impune, algo intolerable para un Estado de derecho. Y ello es as¨ª porque los agentes recibieron ¨®rdenes de mandos superiores y porque esas ¨®rdenes respond¨ªan a protocolos de actuaci¨®n aprobados por instancias pol¨ªticas. Ni en el momento de producirse los sucesos ni durante los cinco a?os que lleva instruy¨¦ndose la causa nadie por encima de los guardias civiles se ha comportado como se espera de quien ostenta el mando de un cuerpo jerarquizado. Tampoco la justicia parece haberse interesado por investigarlo. Y, por lo que respecta a las responsabilidades pol¨ªticas, ni siquiera el tr¨¢gico balance que arrojaron los hechos llev¨® a que el Gobierno de la ¨¦poca considerase asumirlas.
Las 15 muertes en Tarajal fueron especialmente odiosas porque fueron gratuitas, fruto de anteponer obcecadamente la salvaguarda de las fronteras a la integridad de las personas, como bien se?ala el auto de la jueza Lozano. M¨¢s all¨¢ de los avatares que aguarden al juicio, de los argumentos que puedan esgrimir las acusaciones y las defensas, y de la sentencia que la justicia imponga a los inculpados, la dram¨¢tica lecci¨®n de Tarajal no puede caer en el olvido. Sobre todo en unas circunstancias como las que vive Europa, atrapada en la falsa disyuntiva de renunciar a sus principios o exponerse al triunfo de los partidos que agitan los sentimientos contra la inmigraci¨®n despu¨¦s de crearlos con una mezquina intenci¨®n electoral.
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