El mes m¨¢s largo de nuestras vidas
El 27 de octubre los argentinos eligen presidente. Faltan cuatro semanas que la crisis y la incertidumbre pol¨ªtica han vuelto una tortura
Veinte d¨ªas h¨¢biles son muy poca cosa en la vida de una persona y much¨ªsimo menos, en la historia de un pa¨ªs. Pero las pr¨®ximas cuatro semanas, en la Argentina, ser¨¢n eternas. El 27 de octubre hay elecciones presidenciales. En cualquier otra democracia eso ser¨ªa un proceso tenso pero sin mayores riesgos. En la Argentina se ha transformado en una tortura. Si hasta dan ganas de tachar cada d¨ªa que pasa en el calendario, como los presos.
El sistema electoral argentino establece que dos meses y medio antes de una elecci¨®n presidencial se realice una primaria obligatoria. Eso ocurri¨® el 11 de agosto: all¨ª Mauricio Macri fue aplastado por la formula peronista que integran Alberto Fern¨¢ndez y Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Al d¨ªa siguiente, la Argentina sufri¨® una devaluaci¨®n del 35% -nunca en su historia un pa¨ªs hab¨ªa devaluado tanto su moneda en un solo d¨ªa. En poco m¨¢s de un mes, los dep¨®sitos en d¨®lares en los bancos cayeron un 40%. La inflaci¨®n se dispar¨® nuevamente.
Cada pa¨ªs tiene en su memoria un registro propio de lo que significa la palabra crisis y lo que ser¨ªa caer al abismo. En los ¨²ltimos 18 meses, los argentinos sobreviven como pueden a una crisis muy dura: se hunde violentamente el producto, millones de personas caen por debajo de la l¨ªnea de pobreza, los precios aumentan de una manera dram¨¢tica, el consumo se reduce m¨¢s de un diez por ciento de un a?o a otro.
Pero el abismo es algo a¨²n mucho peor. En 1989, la Argentina cay¨® al abismo. Hubo hiperinflaci¨®n, los precios sub¨ªan entre 5 y 10% cada d¨ªa. Entonces, la gente sali¨® a la calle a saquear supermercados. Ra¨²l Alfons¨ªn. el padre de la democracia, debi¨® entregar el poder seis meses antes de lo establecido. En 2001, volvi¨® a ocurrir. La Argentina se qued¨® sin d¨®lares. Entonces los bancos manotearon los ahorros de las personas. No hab¨ªa un centavo en la calle. La gente volvi¨® a salir de sus casas. Hubo saqueos. Murieron decenas de personas. Y cay¨® el Gobierno.
El miedo, desde aquella estampida del 12 de agosto, es que la crisis termine empujando al pa¨ªs al abismo una vez m¨¢s: que la inflaci¨®n espiralice hasta el infinito y m¨¢s all¨¢, que los bancos quiebren, con el tendal que eso significa.
Cada sector pol¨ªtico tiene su interpretaci¨®n sobre lo que ocurri¨® el d¨ªa siguiente a las primarias. Mauricio Macri explic¨® que el miedo al kirchnerismo por parte de los inversores financiero provoc¨® la corrida . El canal FOX desarroll¨® en Estados Unidos una variante extrema de esa teor¨ªa: Argentina sufre, dijo, porque va camino al socialismo. Jair Bolsonaro explic¨® m¨¢s o menos lo mismo. Evo Morales, en cambio, opin¨® que este sufrimiento es causa del neoliberalismo. Los l¨ªderes del peronismo explican que el pa¨ªs lleg¨® en una estabilidad extremadamente fr¨¢gil al 11 de agosto, debido a las malas pol¨ªticas de Macri y que esa tregua se rompi¨® el d¨ªa de su derrota. Pero, ?cu¨¢n relevante es discutir la culpa de una cat¨¢strofe cuando esta ocurre?
Sea como fuere, a los problemas econ¨®micos y financieros, se le agreg¨® una crisis de autoridad. Luego de la derrota, Mauricio Macri ya no ten¨ªa poder para encarrilar la situaci¨®n. El candidato triunfante ni siquiera hab¨ªa sido electo, apenas hab¨ªa sido confirmado como candidato. Macri y Fernandez, adem¨¢s, se odiaban entre s¨ª. Si las cosas se encarrilaron un poco fue por dos motivos. Sus equipos empezaron a coordinar discursos y medidas. Y el Gobierno tom¨® decisiones contrarias a su dogma ortodoxo para evitar que fugaran m¨¢s d¨®lares: pospuso el pago de deudas, limit¨® la compra de divisas.
Sin embargo, pese a esas restricciones con las cuales ning¨²n sistema econ¨®mico funciona a largo plazo, cada d¨ªa los argentinos retiran cien millones de los bancos y las reservas caen otro tanto. Es un goteo peque?o pero diario, persistente, continuo. Si la l¨ªnea de puntos se proyecta, las elecciones presidenciales podr¨ªan realizarse sin mayores alteraciones que las actuales.
Pero, ?y si todo se acelera? ?Cuanto resistir¨¢ el castillo de naipes?
Hay d¨ªas que esas preguntas se hacen m¨¢s visibles. Otros en los que alg¨²n tema distrae. Pero ah¨ª est¨¢, latiendo, una amenaza agazapada detr¨¢s de las penurias de cada d¨ªa.
Hay otras preguntas adem¨¢s de esas.
Y si llegamos hasta el 27 de octubre en estas condiciones, ?c¨®mo llegaremos al 10 de diciembre, que es el d¨ªa en que asumir¨ªa Fern¨¢ndez? Y si llegamos al 10 de diciembre, ?c¨®mo seguimos?
El tiempo es una convenci¨®n, como se lee en Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas. La Argentina es el pa¨ªs en que el largo plazo dura segundos. Dentro de cuatro semanas eternas, el 27 de octubre, ese pa¨ªs elige presidente, demasiado cerca del precipicio.
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