El megal¨®mano
Ayer me pareci¨® entrever y medio o¨ªr una noticia seg¨²n la cual un se?or se quejaba de que la Guardia Civil le visitaba sin llamar al timbre
Un catarrazo me ha destruido el cerebro y otras partes sustanciales del cuerpo. Cuando est¨¢s febril y con los animales (pulmones, est¨®mago, ojos, laringe) en rebeld¨ªa, por lo menos yo tiendo a sufrir alucinaciones. As¨ª que ayer me pareci¨® entrever y medio o¨ªr una noticia seg¨²n la cual un se?or se quejaba de que la Guardia Civil le visitaba sin llamar al timbre. ¡°?Estoy harto, dec¨ªa, de que nos despierten golpeando la puerta de madrugada!¡±. Usaba un plural poco convincente. No se sab¨ªa a qui¨¦n hab¨ªa despertado la Guardia Civil ni por qu¨¦. Deduje que era una escena de alguna pel¨ªcula sobre el Holocausto y que quien se quejaba era un jud¨ªo del gueto de Varsovia.
Luego me fij¨¦ un poco m¨¢s y vi entre nubes a un se?or gordito, con el pelo de persiana y lo reconoc¨ª de inmediato. Era el mismo que pocos meses antes hab¨ªa dicho que era Mandela y un poco antes que era Gandhi y antes que era el acorazado Potemkin. Bien, pens¨¦, este hombre no est¨¢ en sus cabales, pero es que tiene much¨ªsimos problemas para llegar a fin de mes y pierde la cabeza. Como yo, pero sin el catarro. Me fij¨¦ un poco m¨¢s y retroced¨ª espantado. A quien de verdad se parec¨ªa es a la se?ora Doubtfire, con gafas y todo. Un personaje m¨¢s acorde con su posici¨®n ante la historia.
Pero luego me enfad¨¦. ?C¨®mo se atreve este funcionario que instruye a los matones (apreteu, apreteu!), c¨®mo osa compararse con la dulce y sensible Ana Frank? ?No est¨¢ humillando a los jud¨ªos aterrorizados por tipos como ¨¦l durante el dominio de los nacionalistas alemanes? Record¨¦ a Shostak¨®vich, ovillado al pie de la escalera, de madrugada, muerto de fr¨ªo, a la espera de los esbirros de Stalin que vendr¨ªan a buscarle en cualquier momento. Res¨ªgnese a su papel hist¨®rico, se?ora Doubtfire, y deje de hacer el ganso.
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