Segunda oportunidad
El electorado austr¨ªaco da la espalda a la extrema derecha tras los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n
Las elecciones celebradas el domingo en Austria han confirmado el fracaso del experimento realizado en 2017 en este pa¨ªs centroeuropeo de un Gobierno de coalici¨®n entre un partido conservador tradicional y una formaci¨®n nacionalpopulista de extrema derecha.
La clara victoria del democristiano Sebastian Kurz contrasta con el hundimiento del partido ultraderechista FP?, protagonista de uno de los mayores esc¨¢ndalos pol¨ªticos de corrupci¨®n en la historia reciente de Austria. El Gobierno con la extrema derecha dur¨® apenas 15 meses y acab¨® tras unas grabaciones en las que se ve¨ªa ¡ªen la isla espa?ola de Ibiza¡ª al l¨ªder ultraderechista Christian Strache prometiendo concesiones en obra p¨²blica a cambio de financiaci¨®n electoral. Un burdo mercadeo con el inter¨¦s p¨²blico que desemboc¨® en una grave crisis institucional y varios meses de Gobierno t¨¦cnico. Una clara demostraci¨®n ¡ªque ya se ha visto en otros pa¨ªses como Italia¡ª de que las alianzas con quienes desprecian la democracia terminan da?ando grav¨ªsimamente los intereses del pa¨ªs.
Kurz, de 33 a?os, ha tenido la suerte de salir indemne del esc¨¢ndalo y la habilidad de volver a obtener la confianza del electorado. Es de esperar que haya aprendido la lecci¨®n y esta vez escuche a todas las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas de Austria ¡ªsocialdem¨®cratas, liberales y verdes¡ª que le han pedido que no reedite, en esta segunda oportunidad, una alianza que se ha demostrado desastrosa.
Toca ahora al presidente del pa¨ªs, el progresista Alexander Van der Bellen, la responsabilidad de encargar la formaci¨®n del nuevo Gobierno. Y aunque su papel es institucional, ya ha utilizado en el pasado sus prerrogativas legales para vetar el nombramiento de algunos ministros propuestos por la extrema derecha. Tambi¨¦n durante la formaci¨®n del Ejecutivo con la extrema derecha procur¨® que el Gobierno tuviera una postura proeuropea fuera de toda duda. Una actitud que ha protegido durante este tiempo a Austria de subirse a la ola eur¨®foba que enarbola la extrema derecha y que de forma indirecta ha sido respaldada el domingo en las urnas.
Los resultados adem¨¢s muestran un preocupante descenso de la socialdemocracia, que, aunque se queda con el segundo puesto, obtiene los peores resultados desde la II Guerra Mundial y confirma el ascenso de Los Verdes, que han sabido conectar con las preocupaciones del electorado joven y mostrado una actitud lejos de la radicalidad que les permite presentarse como socios fiables para garantizar la gobernabilidad del pa¨ªs.
Kurtz tiene por tanto un importante y variado margen de maniobra para negociar un Ejecutivo. Lo deseable es que no tropiece de nuevo con la piedra de la extrema derecha, que ya ha demostrado en qu¨¦ consiste su proyecto para la democracia austriaca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.