El descenso a los infiernos de la hija de Ewan McGregor

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Ewan McGregor hab¨ªa llegado al lugar al que muchos actores aspiran. En su palmar¨¦s se inclu¨ªan papeles que forman ya parte de la historia del cine ¡ªTrainspotting, Moulin Rouge o la saga de La Guerra de las Galaxias¡ª; hab¨ªa conseguido estatus de mito dando vida al caballero jedi?Obi-Wan Kenobi e incluso hab¨ªa debutado en 2016 como director de Pastoral americana, una adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Philip Roth. Pero adem¨¢s McGregor transmit¨ªa un aura personal de felicidad y estabilidad. Estaba casado con la dise?adora francesa Eve Mavrakis, con quien hab¨ªa contra¨ªdo matrimonio en 1995 en Dordogne (Francia) y ten¨ªa cuatro hijas?¡ªClara, Esther, Jamiyan y Anouk¡ª cuya vida parec¨ªa transcurrir con tranquilidad en mitad del caos que acecha, en algunos casos, a los hijos de los famosos.

Ese mundo feliz salt¨® por los aires en 2017 cuando unas fotograf¨ªas revelaron la relaci¨®n extramatrimonial del actor con una de sus compa?eras de rodaje en la serie Fargo, la actriz estadounidense Mary-Elizabeth Winstead. El romance acab¨® en 2018, pero el matrimonio del actor de origen escoc¨¦s ya hab¨ªa saltado por los aires y sus hijas se pusieron del lado de su madre, incluidas algunas descalificaciones directas hacia la nueva novia paterna en las redes sociales.

El distanciamiento se hizo evidente pero parece, si no olvidado, al menos aparcado en la actualidad. Clara, su hija mayor, de 23 a?os, que es la que m¨¢s veces ha comentado las virtudes de su madre en p¨²blico desde la separaci¨®n, comparte con su progenitor el rodaje de la pel¨ªcula The birthday cake, que se estrenar¨¢ en 2020, y ha vuelto a publicar en sus redes fotograf¨ªas junto a su padre.?

Sin embargo, la actriz de 23 a?os que comenz¨® como modelo no es noticia por estar haciendo realidad sus sue?os, si no por el sincero y escalofriante relato que ha publicado en su cuenta de Instagram en el que cuenta el descenso a los infiernos que ha vivido en el ¨²ltimo a?o. Es dif¨ªcil a?adir m¨¢s a las palabras que ella misma utiliza, pero en su narraci¨®n habla de depresi¨®n, ansiedad, violencia de g¨¦nero, violaciones, un aborto y dependencia de diversos f¨¢rmacos.??

En el trasfondo del mensaje se atisba un problema de ansiedad que le viene desde ni?a y una relaci¨®n amorosa t¨®xica con un hombre cuyo nombre no menciona. Tambi¨¦n la necesidad de contar lo que le ha pasado para pasar p¨¢gina y normalizar las enfermedades mentales, las dependencias y ofrecer un ejemplo que d¨¦ esperanza a quienes viven situaciones similares.

"Fue realmente dif¨ªcil para m¨ª abrirme, as¨ª que sed comprensivos conmigo", explica Clara McGregor en su publicaci¨®n. "Es un momento de sinceridad con la esperanza de que pueda ayudar a otros a sentirse menos solos. El a?o pasado me enfrent¨¦ a la adicci¨®n, consegu¨ª estar sobria y me enfrent¨¦ a una gran depresi¨®n y ansiedad. Tuve una relaci¨®n abusiva, tuve un aborto, la lista contin¨²a".

En su carta abierta confiesa que ha convivido con la ansiedad desde que ten¨ªa cuatro a?os. "He tenido ataques de p¨¢nico desde que era ni?a y no sab¨ªa que pod¨ªa vivir sin este miedo paralizante. No sab¨ªa que hab¨ªa una manera de mejorar. Pero la hay. Ay¨²date a ti mismo para que otros tambi¨¦n puedan ayudarte. y nunca te averg¨¹ences de hablar de ello", contin¨²a.

Despu¨¦s comienza el relato de todos los acontecimientos que han puesto patas arriba su vida durante este ¨²ltimo a?o: "Quiero hablar sobre salud mental. Me he avergonzado tanto de algunos de mis problemas de salud mental que ni siquiera he querido cont¨¢rselos a mis amigos. (...) Mi ansiedad me ha impedido vivir la vida que podr¨ªa haber tenido. Es una jaula en la que estaba atrapada y todav¨ªa lucho por salir de ella. Tom¨¦ medicaci¨®n. Me he abierto a hablar de ello y a conseguir la ayuda que necesitaba. Un m¨¦dico me dijo que no ten¨ªa que vivir de esta manera y ten¨ªa raz¨®n", va desgranando en su publicaci¨®n.

"Ahora estoy orgullosa de estar limpia y sobria, sin pastillas, durante 110 d¨ªas", afirma. Reconoce que estuvo en un centro de rehabilitaci¨®n donde conoci¨® a "gente maravillosa" que cambi¨® su vida. El dramatismo llega cuando se adentra en sus experiencias; "Me daba verg¨¹enza los abusos que sufr¨ª y que dej¨¦ que me ocurrieran. Me culpaba a m¨ª misma por los cardenales, los ojos morados, las violaciones y los ataques de un hombre", va contando sin facilitar la identidad de quien se supone ha sido su pareja.?

Pero su carta acaba con frases de esperanza: "He tenido un a?o duro. He ido descubriendo qui¨¦n soy, pero me siento tan amada y bendecida con lo que tengo ahora que doy las gracias a quienes me ayudaron en mis momentos oscuros".