?Zombis en la Guerra Civil espa?ola? Lo ¨²ltimo de ?lvaro Cervantes demuestra que es posible

Recibir un mail del representante o del publicista de un actor d¨ªas despu¨¦s de entrevistarlo nunca, nunca es buena se?al. Generalmente buscan lo que ellos llaman ¡°matizar¡± y el periodista conoce como ¡°borrar respuestas enteras¡± de las que el cliente se arrepiente. Con ?lvaro Cervantes, las cosas son un tanto distintas. El email llega, pero es para a?adir el nombre de dos amigas de la profesi¨®n que hab¨ªa olvidado mencionar y que son realmente importantes para ¨¦l. Para que quede constancia: ?rsula Corber¨® y Marina Salas.

No es la ¨²nica cosa que el actor barcelon¨¦s de 29 a?os ha hecho a su manera. De adolescente, cuando ya se hab¨ªa dado a conocer en la serie Abuela de verano, esquiv¨® los papeles que podr¨ªan haberle ca¨ªdo en las que triunfaban entonces. Y a la vez evit¨® acomodarse en un nicho de ¨ªdolo al que sus rizos rubios le daban entrada. Lo roz¨® con su papel de Pollo en el taquillazo A tres metros sobre el cielo. ¡°Solo tuve una experiencia con las revistas de adolescentes y fue bastante desagradable. Ten¨ªa 16 a?os m¨¢s o menos, esa edad a la que ya no quieres ir a las cosas con tus padres. As¨ª que fui solo a hacerme las fotos para un reportaje y me dijeron que posara sin camiseta y envuelto en papel de v¨¢ter con corazones, como si fuera un regalo. Dije que no y, la verdad, si viera ahora a ese chaval que era yo, le dar¨ªa un abrazo y le dir¨ªa: ¡®Joder, muy bien¡±.

"La inseguridad del actor no justifica las barbaridades que hacen algunos pero s¨ª hay que se?alarlas. Yo me las vigilo¡±

La profesi¨®n le ha llevado en los ¨²ltimos meses, casi 15 a?os despu¨¦s, justo al lugar en el que empez¨®, a la misma casa a las afueras de Barcelona donde rod¨® aquella serie en la que hac¨ªa del nieto mayor de Rosa Maria Sard¨¤, esta vez para grabar Malnazidos (a¨²n pendiente de estreno), la pel¨ªcula de zombis en la Guerra Civil de Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro que promete llevar el gamberrismo tarantiniano al cap¨ªtulo m¨¢s espinoso de la historia del pa¨ªs, y en la que tambi¨¦n est¨¢n Miki Esparb¨¦, Aura Garrido y Mar¨ªa Botto. ¡°Va a ser una sorpresa para el cine espa?ol. Es como darle una vuelta a esa queja perpetua de que hay demasiadas pelis sobre la Guerra Civil. Pues venga, ?ahora con zombis! Es pura aventura pero con momentos que dan para mucho an¨¢lisis. Mi personaje se llama El Mecha, es el que lleva los explosivos en su zurr¨®n¡±.

Con el uniforme verde de miliciano hay que mirarlo dos veces para reconocer a Leo Villa, el polic¨ªa peloenpecho de Brigada Costa del Sol, o al mismo emperador Carlos I de Espa?a y V de Alemania, al que encarn¨® en la serie Carlos de TVE. El papel implicaba ponerse en la piel del tipo m¨¢s poderoso de la Tierra desde los 17 hasta los 58 a?os, ganar peso y despu¨¦s perderlo ¨CCervantes cree, como algunos historiadores, que el monarca padec¨ªa bulimia¨C, algo que tambi¨¦n hizo para Los ¨²ltimos de Filipinas. ¡°Segu¨ª una de esas dietas locas en las que entras en cetosis. Pero la clave es la cabeza, desarrollas una especie de minitranstorno alimenticio que te puede dejar secuelas. El ser humano no est¨¢ hecho para privarse de comer¡±.

Tras Carlos, dice, todo le parece bastante f¨¢cil. ¡°Le vi como alguien que sufr¨ªa mucho. Con todo el poder que ten¨ªa, en lugar de disfrutarlo, lo viv¨ªa con angustia, como una carga. Y con miedo por el legado que iba a dejar, miedo al fracaso. Me hizo pensar. Lo que hacemos no deja de ser cuentitos, ficciones, pero al final el trabajo te ense?a cosas¡±. ?Ha visto peque?os emperadores en la profesi¨®n, gente exitosa pero amargada? ¡°Todo el mundo tiene presi¨®n pero los actores adem¨¢s lo hacemos todo a la vista, y no solo en el presente, sino con todo su bagaje. Si un actor empieza a trabajar a los 20 a?os, el p¨²blico ha ido viendo su cara, su voz, sus emociones. Esa inseguridad del actor no justifica las barbaridades que hacen algunos pero s¨ª hay que se?alarlas. Yo me las vigilo. Igual que cuando tienes una contractura vas al m¨¦dico, esas cosas hay que vigilarlas¡±

Tras casi tres d¨¦cadas port¨¢ndose bien, siendo un buen hijo y un chico responsable, Cervantes a veces echa de menos perder el control de vez en cuando y ver c¨®mo eso repercute en su trabajo. Los actores que admira, gente como Jim Carrey, al que idolatraba de ni?o, y Joaquin Phoenix, tienen ese punto desquiciado. Quiz¨¢ hacer de zombi sea el principio.