Carme Riera: ¡°En Espa?a hay m¨¢s escritores que lectores¡±
Autora, acad¨¦mica de la RAE y docente. Un referente de las letras en espa?ol cuyo discurso contrapone el tiempo en el que los cl¨¢sicos eran un factor de representaci¨®n nacional en el exterior con la ¨¦poca actual, en la que seg¨²n ella dicha funci¨®n la cumple La Roja. Ahora se reedita En el ¨²ltimo azul, la novela que consolid¨® su trayectoria. Una obra que aborda la tragedia de los jud¨ªos conversos mallorquines condenados por la Inquisici¨®n. ¡°Los escritores somos raritos¡±, afirma. ¡°Pero no somos vip¡±.
UN ASCENSOR PRIVADO da acceso a la casa mallorquina de Carme Riera, que se alza al borde del mar en una cala de Palma. Aunque el cielo est¨¢ algo turbio esta tarde de incipiente oto?o, una luz cegadora entra por los grandes ventanales del sal¨®n, amueblado con sof¨¢s blancos y repleto de fotos, cuadros, objetos decorativos. Riera (nacida en Barcelona hace 71 a?os, aunque a los cinco d¨ªas del nacimiento sus padres la trasladaron a Palma) atiende a las periodistas arreglada ya para el compromiso social que le espera despu¨¦s de la entrevista. Por eso, explica, la vemos maquillada, con la melena rubia perfecta, vestida con un mono rojo y luciendo un collar de piezas doradas. Aunque?ha pasado casi toda su vida en Barcelona, donde estudi¨® y de cuya Universidad Aut¨®noma (UAB) es catedr¨¢tica de Literatura Espa?ola, se declara sin vacilaciones ¡°mallorquina¡±, con una voz que parece acusar los largos a?os de dedicaci¨®n a la docencia. Esta isla hermosa y su aislamiento hist¨®rico ¡ª¡°hasta 1838 no hubo barco que nos conectara a la Pen¨ªnsula¡±, apunta¡ª est¨¢n muy presentes en la obra de Riera, especialmente en la novela que la consolid¨® como escritora, En el ¨²ltimo azul (Alfaguara, 1995), sobre la tragedia de los conversos mallorquines condenados por la Inquisici¨®n en 1691, que ahora se reedita.
?Qu¨¦ la llev¨® a tratar el tema de los chuetas, que deb¨ªa de ser totalmente tab¨² en Mallorca? Todo comienza en la infancia. De peque?a, yo era una ni?a muy t¨ªmida, y ve¨ªa c¨®mo hab¨ªa ni?as y ni?os que se burlaban de otros porque ten¨ªan unos determinados apellidos. Esa especie de humillaci¨®n constante a otros peque?os me llev¨® a reflexionar sobre qu¨¦ era lo que pasaba. Y empec¨¦ a investigar. Y lo que pasaba es que eran descendientes de los jud¨ªos conversos que fueron sacrificados en la hoguera inquisitorial de 1691. Mientras en Castilla los sambenitos que se colgaban en los claustros de los conventos desaparec¨ªan, en Mallorca, no. De manera que los condenados, aparte de estar pintados con la t¨²nica infamante y el capirote, ten¨ªan el nombre debajo. Con lo cual, todos los que llevaban esos apellidos eran considerados descendientes nefastos de aquellos y objeto de burla. Qu¨¦ pasaba: la realidad era otra. Los conversos, precisamente porque eran jud¨ªos, eran inteligent¨ªsimos, y medraron r¨¢pidamente.
?Los jud¨ªos son entonces el pueblo elegido en el plano intelectual? No s¨¦ si el elegido. Cuando un jud¨ªo maltrata a un palestino, yo me siento palestina¡
Los espa?oles tenemos una tendencia a echarnos ceniza encima y a aceptar una visi¨®n negativa de nuestra historia que nos han impuesto desde fuera¡±
Pero s¨ª considera que son especialmente inteligentes. S¨ª. Yo creo que una de sus caracter¨ªsticas, por lo menos de los jud¨ªos mallorquines, es que eran inteligentes. Por eso medraron, a pesar de que se quedaran con sus bienes, a pesar de todo. Lo que ocurre es que eran prestamistas. Y claro, lo de los pr¨¦stamos, lo de ser banqueros, nunca ha estado bien visto. Por eso eran un poco las bestias negras a las que se pod¨ªa atacar. Siempre que hab¨ªa hambrunas, desastres de cualquier tipo, se los atacaba. Y eso que los jud¨ªos ya estaban aqu¨ª cuando la conquista de Mallorca en 1229.
Los jud¨ªos y los ¨¢rabes. Claro. F¨ªjese si los mallorquines estamos mezclados. Y los jud¨ªos, adem¨¢s, viv¨ªan al amparo del rey, cerca de La Almudaina. En un momento dado, la religi¨®n cat¨®lica impone sus puntos de vista y los jud¨ªos pierden ese amparo. Se marchan entonces hacia el barrio que ahora es Montesi¨®n, donde tienen la sinagoga. Pero en 1435, antes de la fecha hist¨®rica de 1492, la Inquisici¨®n de Arag¨®n los conmina a que se conviertan o se marchen. Y ninguno se marcha, todos se convierten. Lo que pasa es que algunos se convierten de verdad y se mezclan con los cristianos, y otros, en cambio, siguen juntos y juda¨ªzan. Y estos son los que se marchan del barrio jud¨ªo a las calles de Sagell y de Argenteria. Ya no eran jud¨ªos, pero segu¨ªan judaizando. Mor¨ªan mirando hacia Oriente.
No com¨ªan carne de cerdo¡ Exactamente. No com¨ªan tocino, ni ensaimadas ni sobrasada, dos productos riqu¨ªsimos de la cocina balear. Y, por supuesto, se casaban entre ellos. Pero claro, ten¨ªan un vivir amargo, como dec¨ªa Shem Tov de Carri¨®n de los jud¨ªos castellanos. Aunque aqu¨ª, entre 1435 y 1687, no les molestan.
Antes de ser expulsados de Espa?a, los jud¨ªos ya lo hab¨ªan sido de otros pa¨ªses de Europa Occidental. En el siglo XVII, no quedaban casi en esa parte de Europa comunidades jud¨ªas, salvo en Italia. ?Por qu¨¦ ha pasado a la historia la expulsi¨®n de Espa?a como un hecho casi ¨²nico? Por lo mismo que se dice que la conquista de Am¨¦rica fue un genocidio. Por la leyenda negra. Porque Inquisici¨®n y hogueras hubo en muchos sitios de Europa, pero parece que cuando se habla de la Inquisici¨®n solo se piensa en la espa?ola. Cuando era, digamos, entre comillas, m¨¢s justa que otras.
El problema, quiz¨¢, es que aqu¨ª se mantiene hasta el siglo XIX. Los jud¨ªos regresan antes a otros pa¨ªses. S¨ª, ese es el drama. Aqu¨ª los sambenitos desaparecen solo cuando la Inquisici¨®n es abolida. Pero tambi¨¦n creo que nosotros tenemos una tendencia a echarnos ceniza encima y a aceptar una visi¨®n negativa de nuestra historia que nos han impuesto desde fuera. Como esa del genocidio, o la de que el idioma espa?ol fue impuesto por los conquistadores, lo cual es mentira, porque hoy sabemos que hasta Carlos III no se impone como lengua en Am¨¦rica. Lo que hac¨ªan los misioneros era aprender la lengua de los ind¨ªgenas.
Antes mencionaba usted el vivir amargo de los conversos. Am¨¦rico Castro ve¨ªa la huella de esa amargura en la literatura espa?ola. No en vano, muchos grandes autores eran conversos o descendientes de conversos: Fernando de Rojas, Mateo Alem¨¢n, Teresa de ?vila. Y Fray Luis de Le¨®n, y G¨®ngora. Los conversos se ven obligados a utilizar un idioma en el que hay muchas expresiones discriminatorias hacia ellos. Estoy pensando en G¨®ngora, por ejemplo, lo que dec¨ªa Quevedo: ¡°Voy a untarte mis versos con tocino para que no me los muerdas, ¡®Gongorilla¡±. Y en un art¨ªculo que escrib¨ª sobre el tema lo comparaba con la situaci¨®n que hemos afrontado las mujeres. Hasta hace poco ¡ªbastaba mirar cualquier diccionario, ahora ya no ocurre¡ª la lengua nos discriminaba. Mentir, llorar, coser son los dones que Dios dio a la mujer, se dec¨ªa. Y, no obstante, no ten¨ªamos otra. Y pienso que a los conversos les deb¨ªa de pasar algo as¨ª. Ten¨ªan que escribir en esa lengua que los discriminaba, super¨¢ndola, y super¨¢ndose a s¨ª mismos, para crear una lengua nueva. De la misma forma que las mujeres. Por eso se dice muchas veces que las escritoras hemos tenido que apoderarnos de esta lengua para darle un sentido distinto. Yo creo que a los conversos les pas¨® igual.
?Podr¨ªa haber quedado tambi¨¦n en la sociedad espa?ola esa huella de amargura de los conversos? A lo mejor, s¨ª. Y eso que decimos, si alguien habla mal de Espa?a, es espa?ol, a lo mejor tiene que ver con esa cuesti¨®n. Le doy un ejemplo de Mallorca. Aqu¨ª, cuando le preguntas a alguien c¨®mo est¨¢, lo normal es que te conteste: ¡°Anem passant¡±, es decir, ¡°vamos pasando¡±. En Catalu?a dicen ¡°anem fent¡±. Entre este ¡°hacer¡± y ¡°pasar¡± hay una gran diferencia. ?Por qu¨¦ dicen aqu¨ª pasar? Porque las hogueras de 1691, las delaciones, todo eso cre¨® algo terrible, y era mejor no entrar en materia. Siempre digo en broma que no ponemos el intermitente para que no sepan ad¨®nde vamos.
La Literatura como asignatura ha desaparecido del bachillerato. Solo la escogen los de Letras.
Si fuera editora, batallar¨ªa por que volviera a ser importante
Eso no pasa solo en Mallorca¡ Pero aqu¨ª pasa siempre y quiz¨¢s haya algo de esa huella que mencionaba.
En el pr¨®logo de esta nueva edici¨®n de En el ¨²ltimo azul, Antonio Mu?oz Molina alaba su trabajo porque considera que es muy dif¨ªcil ser fiel a los hechos ?hist¨®ricos y al mismo tiempo alejarse de ellos para crear un universo de ficci¨®n. Es cierto. Yo ten¨ªa que ser fiel a los hechos y no pod¨ªa salvar a los jud¨ªos. ?Recuerdo que cuando estaba escribiendo la novela me obsesionaba tener que llevarles a la hoguera y lo pasaba fatal porque me ca¨ªan muy bien. Y recuerdo que interpret¨¦ que el responsable del intento de huida en barco muere sin Dios.
El personaje de Gabriel Valls que es quemado vivo por no renegar de su fe¡ S¨ª. Es decir, Adonai lo ha abandonado, y Cristo tambi¨¦n. Y entonces, ?por qu¨¦ muere? Pues muere por su dignidad. Y eso lo interpret¨¦ a partir de los interrogatorios inquisitoriales, cuya transcripci¨®n consta en el archivo hist¨®rico en el que trabaj¨¦ durante cinco a?os, y sobre todo, a partir de ese libro horrible, La fe triunfante [libro sobre el proceso, escrito por el jesuita Francisco Garau].
Tambi¨¦n los chuetas de la novela son tremendamente intolerantes. El delator es un converso maltratado por haber abrazado el catolicismo. Por supuesto. Los primeros que no quer¨ªan casarse con nadie de fuera eran ellos, los que llaman mal mezclados a los que lo hacen, son ellos. Despu¨¦s escrib¨ª otra novela en la que ellos, los perseguidos, son perseguidores.
Antes no hab¨ªa ning¨²n pol¨ªtico que no incluyera en sus discursos citas de los cl¨¢sicos. Esto lo dec¨ªa Ortega muy bien. Ahora, ya me contar¨¢ qu¨¦ pol¨ªtico puede hacerlo
Por el cielo y m¨¢s all¨¢, que sigue la pista de algunos de estos chuetas en Cuba. S¨ª. De alguien que se escapa y consigue ser important¨ªsimo en Cuba, due?o de plantaciones en las que tiene esclavos negros. Es que no por el hecho de ser jud¨ªos eran buenos.
Cuando se publica En el ¨²ltimo azul, usted es ya una escritora conocida gracias, en parte, al ¨¦xito de su libro de relatos Te dejo, amor, en prenda el mar, publicado en 1975. Desde entonces, casi todo lo que ha publicado ha recibido alg¨²n premio. Sin embargo, se quejaba usted en un art¨ªculo de que a los autores, en Espa?a no se les hace tanto caso como en Francia. No lo dir¨¢ por experiencia propia. Porque creo haber contado 27 premios en su haber. Tiene el Nacional de Narrativa, Nacional de las Letras Espa?olas, el Josep Pla y un mont¨®n de galardones de instituciones baleares y catalanas. No, yo no me quejo. Solo digo que en Francia los escritores est¨¢n mucho m¨¢s considerados. La Literatura como asignatura ha desaparecido del bachillerato. Solo los que escogen Letras tienen Literatura. Cuando era profesora de ense?anza media daba clase en segundo curso de toda la literatura castellana y algo de la universal. Si la Literatura ha desaparecido, esto quiere decir que la gente tiene menos inter¨¦s por la lectura. Si yo fuera editora, batallar¨ªa por que la Literatura volviera a ser una asignatura importante. En Francia sigue si¨¦ndolo. Que te den premios no tiene mucho inter¨¦s. Lo importante es tener lectores. Y ese es el drama. En Espa?a hay m¨¢s escritores que lectores.
Desde luego se publican much¨ªsimos libros. Recuerdo que un profesor de L¨®gica que tuve en la Complutense dec¨ªa, hace muchos a?os ya, que eso era una forma de barbarie. Pues yo tambi¨¦n lo creo. El mercado no puede acogerlo. Hubo un momento en el que la literatura era important¨ªsima porque a trav¨¦s de ella llegaba todo. F¨ªjese, en el siglo XIX los socialistas ut¨®picos. Las revoluciones americanas se hacen con poetas, el caso de Mart¨ª. La literatura ten¨ªa un prestigio enorme. Y hay otra cosa: ?cu¨¢l es la representaci¨®n exterior de nuestro pa¨ªs? ?La Roja?
O Rafael Nadal, que adem¨¢s es mallorqu¨ªn. Bueno, deportistas. Antes eran los grandes escritores los representantes del pa¨ªs. Yo que he trabajado sobre Cervantes puedo decir que Cervantes y los cl¨¢sicos espa?oles eran un referente exterior y cohesionaban el pa¨ªs. No hab¨ªa ning¨²n pol¨ªtico que no hubiera le¨ªdo a los cl¨¢sicos, ni que en sus discursos no incluyera citas de los cl¨¢sicos. Esto lo dec¨ªa Ortega muy bien. Ahora, ya me contar¨¢ qu¨¦ pol¨ªtico puede hacerlo.
Desde 2002 dirige usted la c¨¢tedra Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo en la UAB y es gran conocedora de la generaci¨®n del 50, en la que figuran tambi¨¦n Jaime Gil de Biedma y Carlos Barral. Da la impresi¨®n de que estos escritores catalanes que escrib¨ªan en castellano han perdido la consideraci¨®n que ten¨ªan en Catalu?a. Yo creo que los que los admiraban antes los siguen admirando. Otra cosa son las referencias p¨²blicas o institucionales, que deb¨ªan ser mayores antes de lo que puedan serlo ahora. A pesar de que Puigdemont en alg¨²n momento cit¨® a Gil de Biedma, lo que me pareci¨® muy bien. Pero no es ya una cuesti¨®n de los escritores en castellano, tambi¨¦n los escritores en catal¨¢n est¨¢n de baja en Catalu?a. Es que ya no cohesionan, ni son un referente de las naciones.
Pero usted misma ha dicho: ¡°Yo ense?o literatura espa?ola y adem¨¢s la defiendo¡±. La literatura espa?ola necesita ser defendida en Catalu?a por lo que se ve. Hasta El Quijote es objeto de ataques por parte del nacionalismo, como usted misma ha escrito. En la pol¨¦mica del 98, Valera dice que perder las colonias no es importante porque ¡°tenemos El Quijote¡±. Y Gald¨®s tambi¨¦n dijo: ¡°En los dominios de Cervantes no se pondr¨¢ el sol¡±. En realidad, copiaban un poco lo que hab¨ªa dicho Carlyle: ¡°Inglaterra puede perder su imperio, pero siempre tendr¨¢ a Shakespeare¡±. Pero esos eran unos referentes que se han perdido. La literatura ya no tiene demasiado inter¨¦s porque no representa nada.
Entonces, ?no cree que tenga que ver la cuesti¨®n nacionalista en esa actitud hacia la cultura espa?ola en Catalu?a? Lo que ocurre es que se intenta favorecer la cultura catalana y todo lo catal¨¢n frente a lo espa?ol. Lo que yo no entiendo es por qu¨¦ no adoptan tambi¨¦n lo que les concierne de los autores espa?oles. F¨ªjese que la ¨²nica ciudad por la que pasa El Quijote es Barcelona. ?C¨®mo no se reivindica eso? ?C¨®mo no aprovechar todas las posibilidades de autores que escriben en castellano pero que tratan de Barcelona?
Usted es biling¨¹e, domina el catal¨¢n y el castellano, y el biling¨¹ismo es muy alabado, pero no parece que se lo favorezca tampoco. El castellano est¨¢ bastante marginado en Catalu?a, sobre todo en las instancias oficiales. A m¨ª me parece bien que la lengua vehicular sea el catal¨¢n, pero eso no quiere decir que deba desa?parecer el castellano. Eso ser¨ªa rid¨ªculo. Claro, si el catal¨¢n no se usa en Catalu?a, ?d¨®nde se va a usar? Lo que me parece rid¨ªculo es que no se favorezca la otra lengua, porque con el catal¨¢n no se va a Argentina, ni se va a M¨¦xico.
?Ser¨¢ porque el catal¨¢n est¨¢ totalmente asociado al proyecto separatista? S¨ª, desde luego. Pero no todo el mundo en ese campo lo ve as¨ª. Una vez me pregunt¨® alguien que pasa por ser importante c¨®mo pod¨ªan hacer para crear una academia de la lengua espa?ola despu¨¦s de la independencia. O sea que tambi¨¦n en ese sector hay quien piensa que adem¨¢s del catal¨¢n es importante el espa?ol.
El escritor brit¨¢nico Jonathan Coe dec¨ªa en una entrevista que los escritores son personas bastante anormales que sufren de una enorme timidez exhibicionista. No s¨¦ si est¨¢ de acuerdo. Es verdad. Los escritores somos raritos pero no somos vip. El que se lo crea es imb¨¦cil. Pero s¨ª hay un componente extra?o en nosotros; como dec¨ªa [Jos¨¦ Antonio] Marina en ese libro que a m¨ª me gusta tanto, La inteligencia creadora, el escritor est¨¢ siempre captando aspectos que los otros no captan. No porque sea superior, sino porque tiene las antenas alerta. Y esto es lo que te hace algo diferente.?
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