Mercedes Mil¨¢, ¨¦xito, amores y dolorosas despedidas
La periodista, que confes¨® haber sufrido la "pesadilla de la depresi¨®n por un desamor", se enfrenta a la muerte de quien fue su pareja durante 20 a?os, el productor Jos¨¦ S¨¢mano
O la quieres o la odias. Mercedes Mil¨¢ no deja indiferente a nadie porque es distinta. Ella misma, para bien y para mal. A veces histri¨®nica, a veces genial. A veces desbordante, a veces al l¨ªmite de sus fuerzas. As¨ª ha sido la vida profesional y personal de una de las mujeres que ha marcado hitos en la televisi¨®n espa?ola. Hace m¨¢s de 30 a?os que su rostro se convirti¨® en sin¨®nimo de gancho de audiencias. La primera vez que ocurri¨® lo hizo compartiendo pantalla con Isabel Tenaille en un programa de entrevistas que se bautiz¨® Dos por dos. Ah¨ª, una joven Mil¨¢ ya dibuj¨® el car¨¢cter irreverente que marcar¨ªa su forma de acercarse a los personajes para destripar sus secretos y, a veces, sacarles de quicio. As¨ª ocurri¨® en 1993 en Queremos saber, otro de los programas que condujo la periodista, con el escritor Francisco Umbral que, en pleno debate sobre si la ¨¦poca de oro de Felipe Gonz¨¢lez estaba de capa ca¨ªda, solt¨® aquella frase que se ha convertido en deje popular: "Yo he venido aqu¨ª a hablar de mi libro", harto de hablar de pol¨ªtica y sin haber colado su nueva publicaci¨®n cuando el programa estaba ya a punto de acabar.?
Mil¨¢ ha diseccionado a cantantes, actores, pol¨ªticos, escritores, deportistas... y mientras lo hac¨ªa dejaba ver tambi¨¦n algo de lo que era ella misma. Y en el 2000 lleg¨® Gran Hermano y el asombro para la audiencia de verla en un reality ejerciendo de jefa de pista de una fauna que nadie entend¨ªa, porque el formato de ver a unos desconocidos encerrados en una casa era totalmente nuevo.?
Si los espectadores sintieron asombro entonces, m¨¢s lo caus¨® que la periodista se rebajara, a juicio de algunos, a presentar un programa que poco ten¨ªa que ver con su trayectoria profesional. Ella dijo que ten¨ªa que pagar la hipoteca, consigui¨® vender el discurso del gran espect¨¢culo sociol¨®gico que representaba el programa y comenz¨® a transformarse en la mujer espect¨¢culo que en el fondo siempre hab¨ªa sido. Desde que dej¨® atr¨¢s esa etapa en 2015 su perfil es m¨¢s bajo frente a las c¨¢maras, pero su vida personal contin¨²a tan viva como siempre. En febrero de este a?o present¨® su nuevo proyecto, Scott y Mil¨¢, con Movistar.
Scott es su perro y tambi¨¦n su compa?ero en una propuesta at¨ªpica e ¨ªntima que consiste en contar lo que ella ve y siente despu¨¦s de que confesara que se desmoron¨®. Ella lo anunci¨® como su "renacer" y la cadena afirm¨® que no buscaba una periodista sino a Mercedes Mil¨¢, el personaje. Su ca¨ªda en la depresi¨®n tuvo que ver con el ritmo de trabajo que se autoimpuso o que le impusieron y con sus p¨¦rdidas amorosas. Hasta ahora eran ausencias f¨ªsicas, pero sus amores estaban ah¨ª, como amigos. Desde este s¨¢bado incluye una partida definitiva, la del productor de cine, televisi¨®n y teatro Jos¨¦ S¨¢mano, que fue su pareja durante m¨¢s de dos d¨¦cadas y falleci¨® a los 76 a?os.?"Ha sido una muerte trist¨ªsima y totalmente inesperada. Me enter¨¦ de todo ayer, de que estaba muy grave¡ Hab¨ªamos hablado relativamente hace poco tiempo¡ me estuvo contando que estaba enfermo, pero para nada pensar que pod¨ªa morirse tan r¨¢pido y de esta manera tan dura. Estoy muy triste", dijo Mil¨¢ a Europa Press este domingo durante su funeral.?
Las confesiones sobre la depresi¨®n que le llev¨® a apartarse de Gran Hermano llegaron a mediados de 2018. Primero fue en una entrevista con Jordi ?vole en Salvados y despu¨¦s en las revistas que quisieron hacerse eco de sus palabras. Mil¨¢ explic¨® que cay¨® en la "pesadilla de la depresi¨®n por un desamor". Despu¨¦s de separarse de Jos¨¦ S¨¢mano, la periodista empez¨® una relaci¨®n con el empresario Carlos Castillo, 16 a?os menor que ella. Aquello dur¨® cuatro a?os, ¨¦l se march¨® y ella lleg¨® a la d¨¦cada de los 50. "Entr¨¦ en barrena", explic¨® Mil¨¢ con el desparpajo que la caracteriza. Se volc¨® en el trabajo. "Fue una liberaci¨®n empezar el reality. All¨ª empez¨® una recuperaci¨®n larga y horrorosa", cont¨® a la revista Semana tres a?os despu¨¦s.?
Seg¨²n su propia confesi¨®n, empez¨® a sentir miedos que nunca hab¨ªa experimentado. Se fue a vivir con su madre, que tambi¨¦n muri¨® este verano, y logr¨® salir de aquel momento tan duro y doloroso gracias a la ayuda m¨¦dica, a los f¨¢rmacos, la lectura, el yoga y la meditaci¨®n. "Hablo con los muertos todo el rato", dijo animada cuando present¨® el programa que marcaba su regreso a televisi¨®n. "Los muertos no hablan, solo escuchan y te dan fuerzas y energ¨ªa, lo que necesitas. Sobre todo, cuando has pasado una depresi¨®n y has conocido aquel agujero negro".
Mercedes Mil¨¢ se ha enfrentado en pocos meses a dos p¨¦rdidas importantes en su vida: su madre, Mercedes Mencos, que muri¨® hace apenas dos meses, y ahora Jos¨¦ S¨¢mano, uno de los grandes amores de su vida. Un hombre con quien nunca lleg¨® a casarse, pero que durante m¨¢s de 20 a?os fue lo que para ella era el concepto de marido. "La persona que he escogido para vivir con ella, a ser posible, hasta que la muerte nos separe", seg¨²n dijo en una antigua entrevista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.