Aquella tele putrefacta en la que la gente conversaba
Producida por Jos¨¦ S¨¢mano, era el justo medio que hoy nos falta entre los berridos de 'S¨¢lvame' y las lecciones magistrales de 'La clave' de Balb¨ªn
¡°Esto es un enga?o, como toda la televisi¨®n, que es putrefacta, como dicen todos los d¨ªas los columnistas de televisi¨®n¡±. Se quejaba Paco Umbral en el celeb¨¦rrimo ¡°he venido a hablar de mi libro¡± -viral desde 1992-, citando de rond¨®n a los columnistas de televisi¨®n que ¡°a diario¡± se dedicaban a decir que la tele era putrefacta. Qu¨¦ oficio tan poco envidiable, el de insistir d¨ªa tras d¨ªa en que algo es putrefacto. Me gustar¨ªa pensar que en todos los textos que he publicado en esta esquina del diario no he usado ese adjetivo ni una vez, porque los columnistas de la tele ya no somos lo que eran. A veces, incluso hablamos bien de las cosas que vemos.
He vuelto a ese hit cat¨®dico tras la muerte de Jos¨¦ S¨¢mano, productor teatral y de cine, pero tambi¨¦n de una televisi¨®n no siempre putrefacta. Estuvo detr¨¢s de ese programa donde Umbral acab¨® por convertir su imagen p¨²blica en una caricatura. Se titulaba Queremos saber, se emit¨ªa en una Antena 3 apenas destetada y descansaba sobre dos principios tan sencillos como poderosos: el carisma de Mercedes Mil¨¢ y la fuerza de la conversaci¨®n.
Aquella tele producida por S¨¢mano era el justo medio que hoy nos falta entre los berridos de S¨¢lvame y las lecciones magistrales de La clave de Balb¨ªn. El tono pod¨ªa volverse chabacano en cualquier momento, pero tambi¨¦n sublime, dependiendo de lo que Mil¨¢ (la ¨²nica presentadora que no reculaba ante la agresividad de un Umbral) creyese oportuno para mantener el ritmo. S¨¢mano tal vez fue el ¨²ltimo productor que no le tuvo miedo a la conversaci¨®n y que estaba convencido de que dos charladores no necesitan m¨¢s que una buena puesta en escena para brillar. Hoy, cuando hasta la radio teme a las palabras, su tele parece fresca y libre, modulada y divertida, en absoluto putrefacta.
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