Jos¨¦ Jos¨¦ y el espect¨¢culo de su muerte
Los restos del cantante mexicano reciben un homenaje en Ciudad de M¨¦xico tras 11 d¨ªas de batallas medi¨¢ticas de sus herederos
Mientras M¨¦xico lloraba la muerte de uno de los ¨²ltimos mitos de la canci¨®n mexicana el pasado 28 de septiembre, el cad¨¢ver de Jos¨¦ Jos¨¦ asist¨ªa todav¨ªa caliente a las ¨²ltimas batallas de su familia. Una lucha medi¨¢tica protagonizada por los hijos del cantante ¡ªdos de su segunda esposa y una de la ¨²ltima¡ª, conscientes de que la mayor herencia de un padre arruinado no figurar¨ªa en el testamento, sino en los minutos que pudieran sacar de la peque?a pantalla. Y el bombardeo televisivo ha durado 11 d¨ªas, entre si realmente hab¨ªa muerto en esa fecha en un hospital de Miami, ?si estaba muerto!, d¨®nde estaba el cuerpo, o si ¨¦l hubiera deseado ser incinerado o enterrado junto a su madre en M¨¦xico. El Gobierno mexicano ha convertido el funeral de El pr¨ªncipe de la canci¨®n en una cuesti¨®n de Estado, un avi¨®n del Ej¨¦rcito ha repatriado sus restos este mi¨¦rcoles, finalmente cremados. La guerra ha terminado o, al menos, promete una tregua.
El homenaje se ha realizado durante gran parte del d¨ªa en Ciudad de M¨¦xico. El templo de la cultura mexicana por excelencia: el Palacio de Bellas Artes,?un recinto sagrado, donde se ha despedido a Octavio Paz y tambi¨¦n a Juan Gabriel, recibi¨® la ma?ana de este mi¨¦rcoles los restos del cantante. Despu¨¦s?ser¨¢n trasladados a la Bas¨ªlica de Guadalupe, donde est¨¢ prevista una misa en su honor.?
Quien entonara aquello de "qu¨¦ triste luce todo sin ti", que levant¨® a un pa¨ªs entero el 15 de marzo de 1970 con un sol natural y 16 compases sin respirar en el Festival Mundial de la Canci¨®n Latina, y a quien M¨¦xico no ha dejado de cantar desde que conoci¨® la noticia de su muerte, ha recibido el?¨²ltimo adi¨®s en su barrio, en la colonia popular Claver¨ªa (Azcapotzalco, noroeste de la ciudad), que hace 10 a?os levant¨® una estatua en su nombre y donde cientos de vecinos esperaban la llegada de sus cenizas para la ¨²ltima serenata. De ah¨ª se han trasladado sus restos al Pante¨®n Franc¨¦s, junto a la tumba de su madre, Margarita Ortiz.?El ¨ªdolo de los amaneceres et¨ªlicos de m¨¢s de dos generaciones, de los m¨¢s pobres y de los m¨¢s acaudalados del pa¨ªs, tendr¨¢ a partir de este mi¨¦rcoles un hueco en la historia oficial de la cultura nacional.
Marcela Torres, de 60 a?os, puso la televisi¨®n esta ma?ana en su casa, cerca del metro Normal (noroeste de la ciudad), para ver la transmisi¨®n del funeral. Estaba llorando. Entonces decidi¨® acudir sola a Bellas Artes a despedirlo en persona. ¡°Este hombre ha cantado mi vida, ?sabe? Me acompa?¨® a enamorarme por segunda vez¡±. Como ella cientos de personas, en su mayor¨ªa mujeres, han desfilado en procesi¨®n para entrar con rosas al recinto. ¡°Este es el homenaje que vale, no los de Miami. Aqu¨ª est¨¢ su pueblo¡±.?Rom¨¢n L¨®pez, de 65 a?os, observa una de las pantallas que se han instalado a las puertas de Bellas Artes y mientras un coro entona El Triste, comenta: ¡°Nadie lo cantaba como ¨¦l. Se nos fue una voz ¨²nica¡±. Ha llegado junto a su hija desde la colonia Portales (al sur de la capital) hace m¨¢s de tres horas y a¨²n no han logrado entrar al recinto para despedirse del artista. ¡°No importa. Es precioso vernos a todos ac¨¢. ?l se merec¨ªa todo esto¡±.
La batalla de sus hijos en televisi¨®n
"Hac¨ªa muchos a?os ya que Jos¨¦ Jos¨¦ no ganaba nada. Que trabajaba por necesidad, no por dejarles un patrimonio o herencia a sus hijos en un futuro, sino por asegurar su presente", cuenta Willy Vicedo, m¨¢nager del cantante en los a?os duros de su declive en los noventa. Lo m¨¢s valioso que obtuvo Jos¨¦ R¨®mulo Sosa (Ciudad de M¨¦xico, 1948) en los ¨²ltimos a?os fue por la venta de sus derechos para una serie que produjo Telemundo sobre su vida ¡ªpor la que pagaron, seg¨²n calcula el exm¨¢nager, alrededor de un mill¨®n y medio de d¨®lares¡ª, una casa en Miami donde vive su viuda y su hija Sara y alrededor de un 8% de lo que sigan vendiendo sus canciones, que nunca compuso. "La pelea no es por la herencia", insiste Gilberto Barrera, veterano periodista de espect¨¢culos de Televisa, que ha seguido durante d¨¦cadas la carrera del cantante. "?l mismo reconoci¨® que estaba arruinado", recuerda.
En los noventa, poco antes de ser internado en un centro para drogadictos de los varios que visit¨® en su vida, adem¨¢s de hospitales, viv¨ªa en un taxi con un grupo al que apodaba El escuadr¨®n de la muerte. Un d¨ªa de resaca le pregunt¨® a uno de ellos: "?Por qu¨¦ no nos hemos muerto todav¨ªa", "Por las calor¨ªas del alcohol", respondi¨® el m¨¢s veterano. Sara Salazar, su ¨²ltima mujer, madre de su hija menor, Sarita, es a quien le debe su resurrecci¨®n de aquel agujero negro sin salida. Despu¨¦s, a otras mujeres, como su exm¨¢nager y amiga, Laura N¨²?ez, seg¨²n cuenta ¨¦l mismo en sus memorias Esta es mi vida (Grijalbo, 2008).
Tras abandonar el alcohol, el mismo que hab¨ªa matado a su padre, y ya en los ¨²ltimos a?os de vida, Jos¨¦ Jos¨¦ fue ingresado en un hospital de la Ciudad de M¨¦xico y le diagnosticaron c¨¢ncer de p¨¢ncreas en 2017. Vicedo se?ala que a partir de ah¨ª comenz¨® la guerra familiar a la que asistieron sus seguidores estos d¨ªas. "Alguien pag¨® para llev¨¢rselo a Miami e ingresarlo en un hospital de all¨¢ y Telemundo es la cadena que m¨¢s facilidades ha tenido, quien compr¨® la exclusiva de su muerte", se?ala su exm¨¢nager. " [Sara y su madre] Se lo llevaron para sacarle el ¨²ltimo centavo que le pod¨ªan sacar", insiste Vicedo.
La ausencia de un testamento a la altura de su ¨¦xito es lo que ha extremado el espect¨¢culo. "La aparici¨®n en los medios [de los Jos¨¦ Joel y Marysol] puede que les permita algunas ventajas, pero esto no dura eternamente. En el caso de Jos¨¦ Joel, quiz¨¢ le ayude a seguir cantando unos meses m¨¢s. Pero tambi¨¦n se vale, ?no?", defiende por otra parte el exm¨¢nager.
Los seguidores de Jos¨¦ Jos¨¦ en Am¨¦rica (incluidos los latinos de Estados Unidos) siguieron en vivo el show de la muerte de su ¨ªdolo como si se tratara de un partido de f¨²tbol. El culmen de esta batalla de micr¨®fonos se alcanz¨® cuando dos de los hijos del cantante llegaron a dudar de la propia muerte de su padre, que hab¨ªa fallecido en un hospital de Miami. "Hasta que no veamos el cuerpo, no podremos decir que est¨¢ muerto", espetaba Jos¨¦ Joel a los medios en plena b¨²squeda televisada del cad¨¢ver de Jos¨¦ Jos¨¦ por las funerarias de Miami. Y las cadenas titulaban con "el misterio" de los restos del cantante.
Se extendi¨® el rumor de que el cuerpo se encontraba en paradero desconocido. Todo apuntaba a que el misterio desatado por Jos¨¦ Joel y Marysol ¡ªhijos de su segunda esposa, Anel Nore?a¡ª se trataba m¨¢s de un inconveniente burocr¨¢tico y no tanto de una trama perpetrada por su hermana Sara. Quien tambi¨¦n entr¨® al trapo desde un inicio en entrevistas exclusivas donde arremet¨ªa contra sus hermanos. El contenido no importaba. Las cadenas de televisi¨®n estadounidenses, Univisi¨®n y Telemundo, y los gigantes mexicanos, Televisa y Tv Azteca, hac¨ªa a?os que no bat¨ªan unos r¨¦cords de audiencia en sus programas del coraz¨®n con tanto reproche. "La muerte de Jos¨¦ Jos¨¦ pone de nuevo sobre la mesa unas audiencias masivas que solo se consiguen con iconos de la m¨²sica como ¨¦l", cuenta Barrera. Y todos contentos.
El cad¨¢ver de Jos¨¦ Jos¨¦ se estaba empezando a enfriar. Y tuvieron que firmar una tregua. Los minutos de televisi¨®n se estaban agotando tan pronto como las autoridades estadounidenses hac¨ªan su trabajo. Y la repatriaci¨®n de los restos del int¨¦rprete se aceler¨® desde que el Gobierno mexicano anunci¨® que falicitar¨ªa su traslado. En una de las conferencias diarias que ofrece el presidente mexicano L¨®pez Obrador, el martes, en las que habitualmente se tratan temas de seguridad, econom¨ªa o educaci¨®n, el mandatario asegur¨® que el Ej¨¦rcito repatriar¨ªa parte de sus cenizas ¡ªla otra mitad quedar¨¢ en Miami junto a su viuda¡ª para que el pueblo de M¨¦xico le cante y le llore tranquilo. Adem¨¢s, la Secretar¨ªa de Cultura e incluso la de Exteriores ¡ªque ¨²ltimamente adem¨¢s de las relaciones internacionales trata temas como la crisis de migrantes y ahora el funeral del ¨ªdolo mexicano ¡ª han organizado la log¨ªstica de su homenaje en Bellas Artes.
Se trata del primer personaje p¨²blico de la cultura mexicana que fallece en tiempos de la Administraci¨®n de L¨®pez Obrador. Un ¨ªdolo de masas en una legislatura que apela a las clases m¨¢s populares. Sin embargo, al menos en el homenaje en Bellas Artes, se ha vivido un evento oficial muy poco popular. La mayor¨ªa de seguidores han asistido al concierto desde la calle, amontonados a las puertas del recinto.
Tras los actos en Ciudad de M¨¦xico Jos¨¦ Jos¨¦ y la guerra que le persigue se despedir¨¢n de M¨¦xico. Sus canciones, como sucede con iconos de la m¨²sica como Juan Gabriel, Jos¨¦ Alfredo o Pedro Infante, prometen seguir vivas en la memoria de quienes ni siquiera hab¨ªan nacido.
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