Tr¨¢eme el men¨² (a casa) que voy abriendo el vino
Probamos el Celeste Crianza 2016 con tres pedidos de comida a domicilio: cocina asi¨¢tica, recetas de Oriente Medio y platos con un toque chic. 'Spoiler': funciona con todos.
Espa?a, 2010: las opciones de recibir comida en casa se reducen a pizza, hamburguesa y comida china. Espa?a, 2019: las posibilidades de delivery son cuasi infinitas, desde pok¨¦ hawaiano a cocina francesa, pasando por platos peruanos o delicias vietnamitas. Sin embargo, en el momento de darle a 'OK' en el pedido, la duda asoma: ?Tengo en casa EL vino ¨Cas¨ª, con may¨²sculas¨C para maridar adecuadamente con el men¨²?
En la era del delivery, es imperdonable no tener siempre a mano un vino que vaya bien con (casi) cualquier cosa. La palabra clave es versatilidad, como unas sneakers cl¨¢sicas o una camiseta blanca de manga corta. Un comod¨ªn, un fondo de armario, la navaja suiza de los vinos.
Ten¨ªamos la sospecha de que Celeste Crianza 2016, el primer tinto de Ribera del Duero de Familia Torres, podr¨ªa ser ese vino. Para salir de dudas lo hemos puesto a prueba con tres banquetes a domicilio, cada uno con un pasaporte distinto. Estos son los resultados de nuestra cata de andar por casa, nunca mejor dicho.
Prueba 1. Tapeo asi¨¢tico y uva tempranillo
Que la cocina asi¨¢tica tambi¨¦n puede ser divertida lo aprendimos el d¨ªa que nos dijeron que el sushi se come con la mano y pudimos aparcar los dichosos palillos.
Las recetas cl¨¢sicas se apuntan a la tendencia del finger food, como la versi¨®n del pato laqueado del restaurante Wagamama, que se toma envuelto en tortillas que entran de miedo con un trago de Celeste. El pato crujiente se da la mano con el toque tostado del vino. Los doce meses que Celeste pasa en la barrica amortiguan el golpe dulce de la salsa Hoisin de cerezas.
La densidad del vino tambi¨¦n le va de perlas a las gyozas de ternera, calabaza y jengibre del restaurante Salero Asian Fusion de Barcelona. El contraste dulce/salado funciona de lujo gracias a las notas de frutos rojos de Celeste. Siguiente prueba: los lollipops de gamba a la parrilla de Wagamama, aromatizados y con un toque picante. La potencia de Celeste los suaviza y demuestra que este tempranillo tambi¨¦n sabe darle el contrapunto a platos de pescado con car¨¢cter.
Test 2. Oriente Medio vs. Ribera del Duero
Si hay una tendencia pujante, esa es la de la cocina de Oriente Medio, capaz de dejar ojipl¨¢tico al que piensa que ya lo ha probado todo. Hay nuevos platos que aprenderse, como el labneh del restaurante barcelon¨¦s Al¨® Beirut. Es un h¨ªbrido entre yogur y queso, ali?ado con menta y aceite de oliva. Nuestro tinto combina a la perfecci¨®n con este salseo elegante, con el que comparte car¨¢cter sedoso y envolvente.
Turno para los wraps que preparan en el madrile?o Makan Saj, rellenos de pollo especiado, cebolla caramelizada y salsa de granada. Tienen tanto umami que explotan en la boca. Celeste se une a la fiesta, dando una de cal y otra de arena con frescura y potencia. Va tan bien con estas carnes a la libanesa como con un lechazo de la Ribera del Duero.
Test 3. Recetas ¡®chic¡¯ con una copa
La comida a domicilio tambi¨¦n puede ser arreglada pero informal. Para sentirte como en un estrella Michelin, pero en pijama y viendo un cap¨ªtulo de Sucession o The Boys. El restaurante barcelon¨¦s Can Vador es capaz de llevar hasta el sal¨®n de casa una deliciosa ensalada de burrata con la que una copa de Celeste forma una pareja llena de sensualidad. Dos rombos.
El efecto ¡°Oh, Dios m¨ªo, mi sal¨®n es ahora un restaurante para instagramers¡± va a m¨¢s cuando el rider te trae el magret de pato del restaurante madrile?o Cristina Oria. Este platazo llega con un s¨¦quito de salsa de chalotas, mermelada de frambuesas y pur¨¦ de batata. ?Demasiado para Celeste? En absoluto. Aqu¨ª es donde el Ribera del Duero de bodega Pago del Cielo se pone ¨¦pico y se luce con sus notas ahumadas. Su largo retrogusto hace que cada trozo de magret casi se deshaga en la boca.
Podr¨ªamos pensar que Celeste no congenia con las tartas de zanahoria y de lim¨®n de Cristina Oria, pero nada de eso. Con postres que no sean un pelotazo de az¨²car, una copa de este Ribera va de lujo gracias a sus notas frutales. Es el momento de descorchar otra botella.
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