Hedi Slimane: ¡°La moda es una Polaroid del momento en que vivimos¡±
Es uno de los dise?adores m¨¢s influyentes del siglo XXI. Y ahora cruza una nueva frontera en busca del ¨¦xito en un mercado de aromas simplificados apostando por la complejidad. El director creativo de Celine desaf¨ªa las reglas de la industria con su primera colecci¨®n de alta perfumer¨ªa. Al margen del camino marcado, ¨¦l es la tendencia.
MI PROYECTO consiste en redescubrir la tradici¨®n perfumera francesa. Pero no es algo nost¨¢lgico. Esta artesan¨ªa encaja completamente en nuestra era y es, sin duda, muy contempor¨¢nea en el sentido de que va contra corriente¡±. El que habla as¨ª es Hedi Slimane (Par¨ªs, 51 a?os), director creativo de Celine desde 2018 y un maestro en el arte de salirse del camino marcado, que ahora estrena una disruptiva colecci¨®n de fragancias para la casa francesa.
Tenaz frente a las cr¨ªticas, Slimane se ha confirmado como uno de los dise?adores m¨¢s relevantes del siglo XXI por ser, precisamente, un pionero. Como responsable de Dior Homme redefini¨® la silueta masculina hace casi 20 a?os, y su legado contin¨²a vigente con los pantalones pitillo ¡ªuniforme a¨²n hoy del hombre moderno¡ª como bandera. Entre 2012 y 2016, durante su etapa al frente de Saint Laurent, convirti¨® el grunge y el punk en ¨¦xito de ventas, obligando al sector a copiar su hoja de ruta. Y hace un a?o, ya en Celine, repetir¨ªa la jugada con la est¨¦tica burguesa de finales de los setenta.
Ahora pone en marcha una divisi¨®n de fragancias que, como no podr¨ªa ser de otra forma, apunta en la direcci¨®n opuesta a la que sigue la industria de los perfumes. Al menos hasta el momento.
Bajo el sello Haute Parfumerie (Alta Perfumer¨ªa), Slimane ha ideado una colecci¨®n que comprende 11 perfumes. En octubre han salido a la venta nueve de ellos y los dos restantes se lanzar¨¢n al mercado a lo largo de 2020. Todos son unisex. Pero la novedad no reside en esta condici¨®n; lo contrario sorprender¨ªa en un artista que lleva 20 a?os cuestionando el concepto de g¨¦nero a trav¨¦s de sus colecciones y de un prolijo y premiado trabajo fotogr¨¢fico.
La osad¨ªa est¨¢, seg¨²n explica, en apostar por fragancias ¡°de acordes caleidosc¨®picos y una fuerte firma olfativa¡±, que entroncan con la compleja tradici¨®n perfumera francesa y le sit¨²an fuera de la tendencia dominante. Porque lo que hoy triunfa son los perfumes con una nota dominante, que huelen a un ingrediente claramente reconocible: azahar, madera, naranja. Sucede, por ejemplo, en la exquisita serie Les Exclusifs, de Chanel ¡ªdonde el chipre es la piedra angular de la fragancia 31 Rue Cambon, y el almizcle, de 1957¡ª, pero tambi¨¦n en la l¨ªnea de Zara Home. Lo m¨¢s significativo es que Slimane est¨¢ en el origen de esta corriente.
¡°Cuando cre¨¦ la colecci¨®n Cologne para Dior en 2004 y trabaj¨¦ con composiciones simples y materias primas, fue algo completamente nuevo¡±, recuerda. ¡°Pero 15 a?os despu¨¦s, con cientos de colecciones en el mercado que se centran casi sistem¨¢ticamente en abordar el siguiente material disponible ¡ªdel vetiver a infinitos tipos de madera de oud¡ª, creo que se ha convertido en un camino demasiado frecuentado¡±. Y est¨¢ claro que a Slimane no le gustan las multitudes. ¡°Existe la necesidad de cambiar el enfoque y explorar construcciones sofisticadas, perfumes que jueguen con los trampantojos, que reflejen nuestra complejidad y paradojas, y que sean estrictamente emocionales¡±. Composiciones que hoy son especialmente bien recibidas en un mercado en concreto: el de los pa¨ªses ¨¢rabes, con una hist¨®rica inclinaci¨®n por los aromas vehementes.
Para Slimane, los 11 t¨ªtulos de la colecci¨®n de Haute Parfumerie representan ¡°una vuelta a la fragancia como un instrumento narrativo¡±. Por eso, han sido bautizados con nombres que remiten a recuerdos olfativos concretos del dise?ador, creando una suerte de autobiograf¨ªa en aromas. Ah¨ª est¨¢ Eau de Californie, que rinde homenaje a los a?os en los que Slimane vivi¨® en Los ?ngeles, o Nightclubbing, que no descubre ning¨²n secreto sobre un creador que ha hecho de su pasi¨®n por la m¨²sica y los festivales fuente de inspiraci¨®n constante.
Entiendo la moda como una Polaroid del momento en que vivimos. Hay una gran satisfacci¨®n y diversi¨®n en dejarla ir¡±
Otros nombres, como La Peau Nue (la piel desnuda), incitan a la imaginaci¨®n. ¡°Cuando era adolescente, en las tardes de lluvia, sol¨ªa recortar meticulosamente las cr¨ªticas de cine que encontraba en puestos de libros de segunda mano a la orilla del Sena¡±, rememora v¨ªa e-mail. ¡°Todav¨ªa puedo recordar el cabello dorado y la piel pr¨ªstina de Catherine Deneuve en Manon 70 (1968) y la belleza salvaje y andr¨®gina de Jane Birkin y Joe Dallesandro en Je t¡¯aime, moi non plus (1976): el retrato plateado de una parisiense que me obsesiona sin parar¡±. Esa imagen, ese esp¨ªritu, es el que Slimane ha querido recuperar para Celine, tanto en sus colecciones de pr¨ºt-¨¤-porter como en su reci¨¦n estrenada l¨ªnea de perfumer¨ªa, que reivindica algunas de las notas m¨¢s populares en los a?os sesenta y setenta del siglo XX, como el iris, el chipre, la rosa o el musgo.
As¨ª, en Celine las divisiones de fragancias y moda forman parte de un mismo discurso creativo, a diferencia de lo que sucede en otras muchas grandes marcas, como Saint Laurent ¡ªanterior destino de Slimane¡ª, en las que ambas discurren por v¨ªas paralelas y, en ocasiones, irreconciliables.
Para empezar, la Haute Parfumerie no es una licencia: un modelo de negocio que se extendi¨® a principios de los dos mil y que hoy ha demostrado no ser el m¨¢s adecuado para todas las ense?as, pues responde muchas veces de manera desigual a los intereses de firma y fabricantes.
Por eso, entre otras razones, Slimane opta por una f¨®rmula minoritaria. Cree que para que los perfumes refuercen la imagen (y las arcas) de la firma deben desarrollarse a la vez, no como un complemento o una suerte de merchandising. ¡°Empec¨¦ este proyecto el mismo d¨ªa que llegu¨¦ a Celine. La colecci¨®n de alta perfumer¨ªa reafirma las convenciones que construyen la nueva maison. Desde un punto de vista aspiracional, se acerca a mi estilo y a mis c¨®digos en fotograf¨ªa y moda. El perfume precede a la moda que dise?o y al mismo tiempo crea un sendero¡±.
Por supuesto, el frasco ¡ªcom¨²n a todas las fragancias¡ª tambi¨¦n de?sem?pe?a un papel a la hora de ¡°trasladar los valores de la casa y el couturier¡±. Elaborado en un cristal pesado y con unas l¨ªneas que evocan la modernidad del art d¨¦co, la pieza parece responder a otra de las grandes obsesiones del dise?ador: conseguir que parezca que sus creaciones siempre han estado ah¨ª. ¡°Me gusta la idea de construir algo que dure, que se pueda adoptar de una forma ¨ªntima y, por extensi¨®n, que cree una sensaci¨®n de comunidad secreta. El perfume es como la m¨²sica, una c¨¢psula del tiempo que nos impacta profundamente. La fotograf¨ªa de una forma natural tambi¨¦n me proporciona esa sensaci¨®n de permanencia, de tiempo suspendido¡±.
En ese sentido, moda y fragancias juegan roles muy distintos en Celine. Funcionan a distintas velocidades. ¡°Entiendo la moda como una Polaroid del momento en el que vivimos. Hay una gran satisfacci¨®n y diversi¨®n en dejarla ir, en preservar la ligereza y temeridad del fluir de las colecciones que tengo que crear cada temporada¡±. Propuestas que funcionan como un term¨®metro de los impulsos culturales y necesidades de la era que le ha tocado vivir, pero tambi¨¦n del sector en el que ha elegido trabajar. Y ah¨ª reside buena parte del secreto de su ¨¦xito.
Solo el tiempo dir¨¢ si, como en el caso de la moda, sus polif¨®nicas fragancias obligar¨¢n a la industria a dar media vuelta para seguir sus pasos. Una vez m¨¢s.
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