Carrera cu¨¢ntica

Google ha dado un buen campanazo con su anuncio de la ¡°supremac¨ªa cu¨¢ntica¡±, la demostraci¨®n emp¨ªrica de que hay ciertos c¨¢lculos que, en la pr¨¢ctica, solo est¨¢n al alcance de un ordenador cu¨¢ntico, una m¨¢quina basada en la misteriosa f¨ªsica que impera en las escalas subat¨®micas, donde una part¨ªcula puede estar en dos sitios a la vez, y dos part¨ªculas entrelazarse para actuar como si fueran una sola, por m¨¢s lejos que est¨¦n una de otra. Tras la propuesta inicial de Richard Feynman, uno de los f¨ªsicos m¨¢s brillantes del siglo XX, los cient¨ªficos han aprendido que esas propiedades chocantes del mundo microsc¨®pico se pueden utilizar para crear qubits, un tipo de bit que no solo puede adoptar los valores 1 y 0, sino tambi¨¦n los dos a la vez, lo que acelera las computaciones por vastos factores.

Y Google acaba de mostrar que una m¨¢quina de solo 53 qubits hace en tres minutos un c¨¢lculo que le llevar¨ªa 10.000 a?os al ordenador convencional m¨¢s veloz del mundo.

El avance se ha comparado al primer avi¨®n de los hermanos Wright, que vol¨® 40 metros. Volar esa distancia no vale para nada, pero constituye la prueba de principio de que un artefacto m¨¢s denso que la atm¨®sfera se puede mantener en el aire. Del mismo modo, el c¨¢lculo de Google carece de inter¨¦s pr¨¢ctico, pero prueba el principio de que un ordenador cu¨¢ntico supera al convencional, al menos para ciertas operaciones. No es probable que veamos a corto plazo ordenadores cu¨¢nticos en los despachos ni en los bolsillos de la gente. Pero, si la historia de la tecnolog¨ªa nos ense?a algo, es que lo que hoy es experimental, caro e ineficaz, ser¨¢ ma?ana industrial, barato y poderoso.

Entre las aplicaciones previsibles de la computaci¨®n cu¨¢ntica est¨¢n la criptograf¨ªa y la ciberseguridad, el dise?o de medicamentos y la creaci¨®n de nuevos materiales. Pero los f¨ªsicos del sector saben que eso no ser¨¢ m¨¢s que el principio. Con unos cuantos qubits m¨¢s y otros cuantos errores menos, los ordenadores cu¨¢nticos abrir¨¢n un nuevo continente a la tecnolog¨ªa.

Una evidencia de la importancia que las grandes firmas tecnol¨®gicas est¨¢n dando a esta l¨ªnea de investigaci¨®n es la angustiada reacci¨®n que otro gigante del sector, IBM, ha exhibido ante el reciente anuncio de Google. IBM se ha apresurado a negar que sus poderosos ordenadores convencionales vayan a tardar 10.000 a?os en hacer el mismo c¨¢lculo, y asegura que se lo ventilar¨ªan en unos d¨ªas. La carrera cu¨¢ntica est¨¢ en marcha.