El romance secreto entre John F. Kennedy y Audrey Hepburn
Un libro desvela la relaci¨®n que mantuvieron el presidente estadounidense y la actriz, y tambi¨¦n c¨®mo ¨¦l trat¨® de conquistar, sin ¨¦xito, a Sof¨ªa Loren
Un romance que, por su clandestinidad, era todav¨ªa m¨¢s intenso. As¨ª fue la relaci¨®n entre la superestrella del cine Audrey Hepburn y el presidente m¨¢s recordado de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy. Eso afirma ahora el libro Jack and Jackie: Portrait of an American Marriage (Jack y Jackie: retrato de un matrimonio americano), escrito por Christopher Andersen. Una obra de 1996 que ha sido reeditada y en la que el autor?da ahora detalles de un romance del que apenas se hab¨ªa o¨ªdo hablar. Andersen ha escrito biograf¨ªas de Madonna, Mick Jagger, la princesa Diana o Michael Jackson, y ahora actualiza este volumen, que fue un superventas en su momento, para lanzar una edici¨®n en libro electr¨®nico.
Para su libro, Andersen realiz¨® entrevistas con fuentes cercanas a los Kennedy. De ah¨ª obtiene que la protagonista de Desayuno con diamantes?le resultaba al presidente "simplemente exquisita". Al parecer, al presidente le sedujo "el lado sexy, muy sexy, muy travieso" de la estrella de cine. Al mandatario le gustaba mantener sus encuentros, que se repitieron en varias ocasiones, lejos de la prensa, pero?especialmente que Hepburn le mostrara una faceta m¨¢s all¨¢ de la siempre correcta, formal y elegante que dejaba ver en sus pel¨ªculas y apariciones p¨²blicas. As¨ª lo recoge el diario brit¨¢nico Daily Mail, que da un avance en exclusiva de las nuevas revelaciones que destapa la obra.
"Me acuerdo de Audrey Hepburn y recuerdo c¨®mo toda la oficina se qued¨® impresionada cuando ella entr¨®. Era gr¨¢cil como un cisne y llevaba un paraguas rojo, muy largo y fino", recuerda Mary Gallagher, entonces secretaria de la oficina de Kennedy. Entonces, en esa primera etapa en la que se vio con la actriz, ¨¦l era un joven senador y ella?acababa de ganar un Oscar por Vacaciones en Roma y estaba rodando Sabrina.
Seg¨²n el libro, Hepburn era "extremadamente inteligente, culta y muy divertida". "Audrey ten¨ªa esa risa contagiosa que se pod¨ªa ver en pantalla, pero tambi¨¦n ese lado sexy oculto que el p¨²blico nunca vio", explica el autor.
Otra de las revelaciones del libro es c¨®mo el mandatario trat¨®, hasta en dos ocasiones y sin conseguirlo, de tener un romance con la actriz italiana Sof¨ªa Loren. Ocurri¨® a finales de los a?os cincuenta. Entonces ella ten¨ªa 24 a?os y estaba en la cresta de la ola; de hecho, hab¨ªa rechazado una proposici¨®n de matrimonio de su entonces compa?ero de reparto, Cary Grant, para casarse con el productor Carlo Ponti. A trav¨¦s de un amigo senador, Kennedy intent¨® que ella acudiera a una cena a su residencia de Georgetown, pero ella rechaz¨® el gesto. Entonces ¨¦l mismo trat¨® de invitarla personalmente, pero ella tampoco quiso. "?l no aceptaba un no por respuesta y sigui¨® intent¨¢ndolo", confesar¨ªa a?os despu¨¦s ese senador, George Smathers.
No solo Hepburn se convirti¨® en una de las amantes de Kennedy. Adem¨¢s de ella, otras actrices como Anita Ekberg o Marlene Dietrich ¡ªadem¨¢s de, c¨®mo no,?Marilyn Monroe¡ª fueron sus amantes. La int¨¦rprete brit¨¢nica Jean Simmons (protagonista de?Horizontes de grandeza o Espartaco), fallecida en 2010, cont¨® c¨®mo hab¨ªan sido sus encuentros con JFK, y c¨®mo ¨¦l "pr¨¢cticamente ech¨® abajo" la puerta de la habitaci¨®n del hotel en el que ella se alojaba para mantener relaciones sexuales. Tambi¨¦n Angie Dickinson (R¨ªo Bravo, La mujer polic¨ªa) ha hablado sobre el presidente, al que calificaba de "arrolladoramente guapo, encantador, matador", y las relaciones ¨ªntimas que mantuvieron: "Fueron los siete minutos m¨¢s excitantes de mi vida". Lee Remick, nominada al Oscar por D¨ªas de vino y rosas, lo describi¨® como "el ep¨ªtome de la clase y la inteligencia".
Seg¨²n explica el libro, una de las cuestiones que le generaba mayores desasosiegos a Jacqueline Kennedy como primera dama?¡ªadem¨¢s de intentar criar a sus hijos lejos del Servicio Secreto, sin caprichos y con la mayor de las normalidades¡ª era que todos esos esc¨¢ndalos salieran a la luz, y especialmente el de Monroe, porque se trataba de uno de los m¨¢s famosos. Su temor era que una cosa pod¨ªa llevar a la otra y entonces tambi¨¦n saldr¨ªa a luz la relaci¨®n con otra mujer llamada Judith Campell Exner, a la que entonces se relacionaba con uno de los jefes de la mafia, Sam Giancana. No parece que al presidente le inquietara. Su mayor preocupaci¨®n entonces era un posible impeachment tras la crisis de los misiles de Cuba.
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