Odio en Alemania
El Gobierno toma medidas tras una oleada de ataques y amenazas xen¨®fobas propiciadas por un clima de odio
Alemania se enfrenta a un repunte de la violencia ultraderechista y xen¨®foba, que se ha traducido en el asesinato de un pol¨ªtico cristianodem¨®crata en junio, el atentado contra una sinagoga en octubre y en que decenas de representantes p¨²blicos han sido amenazados por neonazis. Estos ataques se enmarcan dentro de un fen¨®meno global, que va m¨¢s all¨¢ de Alemania, en el que los discursos del racismo, difundidos por algunos pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n, acaban por convertirse en violencia. Esta oleada de odio se ha vuelto una de las mayores amenazas para la convivencia en Europa y para sus valores democr¨¢ticos. Y ning¨²n pa¨ªs se encuentra a salvo de que este clima de xenofobia se transforme en actos criminales. Ha ocurrido en EE?UU, en B¨¦lgica, en Nueva Zelanda y ahora en Alemania.
El atentado contra la sinagoga de Halle, el 10 de octubre, se sald¨® con dos muertos despu¨¦s de que un neonazi intentase entrar en el recinto religioso al grito de ¡°Los jud¨ªos son responsables de todo¡±. Adem¨¢s, numerosos pol¨ªticos han recibido reiteradas amenazas de muerte, que las fuerzas de seguridad consideran especialmente cre¨ªbles tras el asesinato en junio del democristiano Walter L¨¹bcke, defensor de la integraci¨®n de los refugiados. Son amenazas que alcanzan a pol¨ªticos de todo el espectro ideol¨®gico y que se dirigen contra las instituciones democr¨¢ticas que Alemania construy¨® en la posguerra precisamente para desterrar para siempre el nazismo.
El ataque antisemita en el pa¨ªs que organiz¨® el Holocausto abri¨® un debate p¨²blico sobre el origen de la violencia y oblig¨® al Gobierno a tomar medidas concretas, que van desde la obligaci¨®n de identificar a los que difunden la xenofobia en las redes sociales hasta imponer duras limitaciones a la venta de armas. Pese a que el partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) conden¨® los hechos, muchos comentaristas y pol¨ªticos consideran que esta formaci¨®n es responsable de fomentar un clima t¨®xico por sus mensajes xen¨®fobos. La radicalizaci¨®n de AfD qued¨® demostrada la semana pasada en Turingia con el excelente resultado obtenido por el ala m¨¢s extrema de este partido ya de por s¨ª ultra.
La polic¨ªa ha reaccionado ante lo que considera una emergencia: calcula que actualmente campan por Alemania casi 13.000 ultraderechistas que pueden realizar actos violentos. Combatir el terrorismo requiere medidas policiales y legales y una vigilancia constante de los grupos supremacistas. Pero no resulta suficiente. Es necesario tambi¨¦n atajar el problema desde que empieza a crecer, no legitimar los discursos del odio, ni permitir que proliferen sin respuesta, porque si algo ense?a la historia de Alemania (y de Europa) en el siglo XX es que al final del camino del odio la violencia siempre aparece.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.