Pitonisa
Ojal¨¢ los resultados electorales corrijan injusticias, depresiones y dolores que no se entienden al margen de estas inclemencias, intemperies y afiladas cuentas de resultados
Esta columna no la escrib¨ª ayer. Me puse el turbante de pitonisa. La escrib¨ª pensando si deber¨ªa titularla Aterrorizada ¡ªpor los zombis del Cid¡ª, Defraudada, Virgencita ¡ªque me quede como estoy¡ª, Ab¨²lica, Esperanzada o Entusiasmadasiguiendo una gradaci¨®n en consonancia con mi sentido de la utop¨ªa realizable. Sin embargo, el leg¨ªtimo deseo de poder termina desactivando los valores de una izquierda impelida al autosabotaje y a enciza?arse desde dentro para reconocerse en una dejaci¨®n ideol¨®gica gradual: socialismo, socialdemocracia, social-liberalismo, centrismo escorado hacia la izquierdita, sensibilidad social y sentido com¨²n, metamorfoseado en coraz¨®n herido. Sentido com¨²n y coraz¨®n se esgrimen cuando la menci¨®n a la pol¨ªtica da miedo, porque pol¨ªtica e ideolog¨ªas se retratan como si intr¨ªnsecamente fueran malas y corruptas. La raz¨®n queda desarmada ante el coraz¨®n sangrante de quienes reniegan de la violencia practic¨¢ndola a diario y se hacen cruces, como yo misma, cuando personas con m¨¢scaras rompen cosas y no se escandalizan tanto cuando el Tribunal Constitucional da por bueno el despido de una mujer que falt¨®, por baja laboral, a un 20% de su jornada a lo largo de dos meses. Los motivos de las ausencias habr¨¢ que buscarlos en las condiciones de vida, el cansancio cronificado y la enfermedad que calcifican en el cuerpo de las trabajadoras: quien cuida, se exige demasiado para estar ¡°a la altura¡±, rompe techos de cristal y se corta, es penalizada salarialmente en previsi¨®n de su maternidad, obligaciones dom¨¦sticas, dolores de su menstruaci¨®n... Las razones para el despido aluden a ¡°libertad de empresa y productividad¡± y, como se?ala Mar¨ªa Luisa Balaguer, magistrada que firm¨® un voto particular: ¡°No puedo asumir que la libertad de empresa [...]pueda ser antepuesta al derecho a la integridad f¨ªsica o moral de los trabajadores, y a un valor tan fundamental como es la salud humana¡±. La sentencia avala las buenas intenciones innatas a la patronal y la picard¨ªa cong¨¦nita del personal asalariado sin atender al hecho de que, a menudo, Robin Hood tiene raz¨®n.
Mientras escrib¨ªa esta columna sabiendo que no iba a titularse Entusiasmada, cruzaba los dedos para no estar hoy ¡°defraudada¡± por una subida de la derecha ni ¡°ab¨²lica¡±, ma?ana, cuando pactos rechinantes mermen mi ilusi¨®n. Solo pido que casos como el de esta mujer no se repitan. Que se derogue esa ley de reforma laboral de la que son responsables PP y PSOE. Que la salud de la ciudadan¨ªa, en especial de mujeres que bracean el doble por subsistir, nunca sea menos importante que la productividad. Que no se mantenga el nocivo pensamiento de que los beneficios empresariales redundar¨¢n en el bienestar cardiovascular de clases trabajadoras en activo o en paro. Que se contrasten los beneficios de los bancos con los niveles de pobreza energ¨¦tica y con el exacto n¨²mero de familias en las que nadie encuentra empleo ni recibe ninguna prestaci¨®n. Con el n¨²mero de ni?as y ni?os que no se concentran en clase por no estar debidamente alimentados. Con el n¨²mero de trabajadores y trabajadoras pobres. Con el n¨²mero de personas sin hogar. Ojal¨¢ los resultados electorales de hoy corrijan injusticias, depresiones y dolores que no se entienden al margen de estas inclemencias, intemperies y afiladas cuentas de resultados.
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