?Oooooooh!
Hay un momento impresionante en la ejecuci¨®n del abrazo entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias tras la firma del preacuerdo. Ocurre, precisamente, en el 'preabrazo'
Hay un momento impresionante en la ejecuci¨®n del abrazo entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias tras la firma del preacuerdo. Ocurre, precisamente, en el preabrazo. S¨¢nchez ha acabado de hablar en el atril, se gira y sonr¨ªe a Iglesias, que a su vez sonr¨ªe tambi¨¦n. S¨¢nchez estira la mano en l¨ªnea recta e inmediatamente despu¨¦s Iglesias eleva m¨¢s el brazo y lo baja con la palma dispuesta a darse no un apret¨®n institucional, sino de colegueo, como si acabasen de capturar un rebote (realmente acaban de capturar un rebote). Mi an¨¢lisis, que someto a juicio de los lectores, es que Iglesias (m¨¢s c¨¢lido y sentimental que S¨¢nchez) ten¨ªa de inicio la idea de un abrazo, de ah¨ª que tarde unas d¨¦cimas en sacar la mano, y, para remontar, la desenfunda con tanto br¨ªo que acaba medio palmeando a S¨¢nchez para, ahora s¨ª, echarse a sus r¨ªgidos brazos sanchistas.
Es una jugada arriesgada en tanto que S¨¢nchez le saca 12 cent¨ªmetros a Iglesias, pero a Iglesias, que ha llorado en p¨²blico varias veces, eso le da igual: est¨¢ emocionado. A los llorones, si nos conmovemos, nos da igual todo; a m¨ª me tuvieron que sacar del cine en volandas durante la proyecci¨®n de Boyhood porque lloraba, gem¨ªa y pataleaba que parec¨ªa que se acababa el mundo. As¨ª que entiendo a Iglesias.
Ocurre que algo va mal por parte del PSOE. S¨¢nchez, que no creo que pensase en abrazar a Iglesias (ni a nadie, nunca), siente el cuerpo del l¨ªder de Podemos estrecharse contra el suyo y entonces mueve ¡ªun movimiento parecido al de los continentes¡ª su brazo derecho. Con tan poca pericia que mete la mano dentro de la chaqueta de Iglesias. Espa?a aguanta la respiraci¨®n en ese momento (?no espera ni a ser investido? ?Qu¨¦ m¨¢quina!) y el l¨ªder socialista saca la mano r¨¢pidamente de dentro, elevando la chaqueta como un toro el capote, y estrecha a Iglesias, dejando apoyada su mano en la espalda; no la mano empujando la espalda hacia ¨¦l, como manda el canon, sino agarr¨¢ndose a ella para no caer. El resultado es que la foto inmortalizada deja a Iglesias con la chaqueta doblada y su camisa a la vista.
El candidato de Podemos, mientras tanto, tiene la mano apoyada en S¨¢nchez con los dedos tan separados (por favor, vean la imagen) que parece que est¨¢ invitando a alguien a que haga el jueguecito de clavar el cuchillo entre ellos all¨ª a falta de tequila y una mesa. Luego Iglesias le da dos golpes cari?osos mientras tiene apoyada su cabeza con los ojos cerrados en el hombro de S¨¢nchez.
No he podido dilucidar qui¨¦n toma la decisi¨®n clave y por qu¨¦, y no ser¨¢ porque no le he pasado el VAR a esas im¨¢genes. Cuando dos personas se dan un abrazo, una de ellas queda a la izquierda y otra a la derecha. En el caso de los candidatos eso da igual; lo que no da igual es qui¨¦n se queda del lado de las c¨¢maras. El que lo hace es Iglesias tras un momento, mil¨¦simas de segundo, en que los dos est¨¢n cara a cara a punto de abrazarse. De hecho no se sabe si van a darse un abrazo o a hacerse la cobra, incluso pudieron hacerse la cobra al mismo tiempo y acabar abraz¨¢ndose. Eso pasa mucho con los morreos: apart¨¢is la cara muertos del asco hacia el mismo lado y os despert¨¢is juntos.
Cuando el abrazo acaba se escucha un ¡°ooooh¡±. Es el primer ¡°ooooh¡± de la legislatura: habr¨¢ muchos m¨¢s, no siempre de ternura.
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