?Qu¨¦ nos pasa?
El comunic¨®logo que aconsej¨® a Rivera salir en un spot con un perrito llamado Lucas no deber¨ªa ser contratado nunca m¨¢s por nadie
M¨¢s all¨¢ del acierto o ineptitud de nuestros pol¨ªticos, de su personalidad y conocimientos, deber¨ªamos intentar averiguar cu¨¢les pueden ser las razones de fondo que expliquen por qu¨¦ estamos en la situaci¨®n pol¨ªtica que estamos: desprestigio creciente de los pol¨ªticos y los partidos, fracturas en el arco de partidos parlamentarios que dificultan elegir un presidente del Gobierno, ejecutivos d¨¦biles o en funciones desde hace cuatro a?os. Y desde el domingo estamos peor. ?Qu¨¦ nos pasa?
Las causas por las cuales atravesamos esta situaci¨®n seguramente son muchas. Voy a ce?irme solo a dos: las primarias y los m¨¦todos de comunicaci¨®n y propaganda utilizadas por los partidos.
Hace unos a?os, no muchos, ante el descontento por el funcionamiento interno de los partidos se pusieron de moda las elecciones primarias y todos los partidos las adoptaron en sus muy distintas versiones. ?Qu¨¦ han solucionado? Exactamente nada, es m¨¢s, han degradado su democracia interna.
El hecho actual es que el l¨ªder elegido, legitimado por el voto de sus militantes, act¨²a como un d¨¦spota en su feudo: se?ala la l¨ªnea program¨¢tica y estrat¨¦gica, determina la t¨¢ctica, designa de hecho a los componentes de los ¨®rganos de direcci¨®n, acumula todo el protagonismo ante la opini¨®n p¨²blica. En parte todo esto ya suced¨ªa antes de las primarias, pero con ellas se ha acentuado. En los partidos no hay corrientes de opini¨®n, hay un jefe que hace y deshace, nadie le lleva la contraria porque corre el peligro de ser marginado.
La segunda cuesti¨®n es la nueva forma de comunicarse estos l¨ªderes con los ciudadanos para intentar atraer votantes. Dicen que hay una ciencia que se llama comunicolog¨ªa y hay especialistas en la misma que suelen poseer el grado de licenciado o doctor. Si lo han obtenido en Harvard o la London School of Economics, sus decisiones, por definici¨®n, siempre son inmejorables, incluso geniales. El comunic¨®logo que aconsej¨® a Rivera salir en un spot con un perrito llamado Lucas no deber¨ªa ser contratado nunca m¨¢s por nadie. Se trata de un tipo peligroso, perjudicial para sus clientes.
Pero hay m¨¢s. Esta manera de comunicarse degrada a los posibles votantes hasta lo m¨¢s bajo, los considera como objetos est¨²pidos, como ni?os peque?os o como incultos analfabetos, con ello desgasta la idea de democracia, una idea que siempre ha arrastrado problemas en s¨ª misma. Si la democracia es la forma de autogobernarse los ciudadanos es porque se supone que estos son personas racionales que, al menos, saben o pueden saber cu¨¢les son sus intereses. Lo que se necesita, por tanto, es saber explicarles cu¨¢les son esos intereses mediante argumentos que puedan entender. Pero no, por lo visto es mejor el perrito.
¡°Mire, vamos mal¡±, como de vez en cuando soltaba el juez Marchena.
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