Rivera se lo merece
Hoy, Ciudadanos se ha convertido en un grupo de personas desorientadas que intentan comprender por qu¨¦ el destino ha sido con ellos tan cruel
No me voy a sumar al coro de los que lamentan la muerte pol¨ªtica de Albert Rivera. De los efectos de estas tan da?inas como inexplicables elecciones de noviembre, la liquidaci¨®n de Rivera como presidente de Ciudadanos ha sido el ¨²nico positivo. Todo lo dem¨¢s ha sido tan negro como para conducir a Pedro S¨¢nchez y a Pablo Iglesias a darse un tard¨ªo abrazo de compleja aritm¨¦tica.
No es preciso ser muy detallista, pero Rivera supo reunir en torno a su proyecto centrista a mucha de la mejor gente de Espa?a. Francesc de Carreras, Maite Pagaza, Fernando Savater, Toni Rold¨¢n¡ todos ellos inteligentes, capaces, valientes y, ?por qu¨¦ no decirlo?, patriotas, eso s¨ª, de una Espa?a democr¨¢tica y tolerante. Pero en un momento dado, y no importa mucho la fecha, porque se trat¨® de un proceso, Rivera decidi¨® que su partido se ten¨ªa que volcar a la derecha, haciendo as¨ª una pirueta que ning¨²n campe¨®n del mundo de acrobacia a¨¦rea se habr¨ªa atrevido a realizar. Rivera demoniz¨® al PSOE y liquid¨® de un plumazo las posibilidades m¨¢s que ciertas de dar a Espa?a un Gobierno de centro-izquierda.
Sus mensajes de lucha contra la corrupci¨®n, de salidas democr¨¢ticas para una Catalu?a infectada por el m¨¢s repugnante de los virus xen¨®fobos, de implantaci¨®n de la democracia interna en los partidos¡ se fueron todos diluyendo en torno a uno solo: todo el poder para Albert Rivera y su indefinido proyecto patri¨®tico. ?C¨®mo no iban a abandonar su barco los millones de votantes que vieron en Ciudadanos una nueva manera de hacer pol¨ªtica y una posibilidad de hacer mejor este pa¨ªs?
Hoy, Ciudadanos se ha convertido en un grupo de personas desorientadas que intentan comprender por qu¨¦ el destino ha sido con ellos tan cruel como para convertirles en una mera muleta en la que Vox se apoya para intentar su asalto al Estado democr¨¢tico. As¨ª que a algunos, y desde luego a los muchos ciudadanos que votaron esa opci¨®n pol¨ªtica, se nos ha des-aparecido la virgen, o sea, la posibilidad de que Espa?a fuera gobernada por la tercera Espa?a.
Lo que ha pasado al final, despu¨¦s del abrazo entre S¨¢nchez e Iglesias, no tiene mala pinta, aunque s¨ª un fuerte aroma de inestabilidad que ya va a tener siempre cualquier opci¨®n que no pase por un buen filtro centrista, aunque el PSOE ya sea eso gracias al PP.
Rivera est¨¢ bien muerto pol¨ªticamente.
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