Andr¨¦s de Inglaterra habla sobre su relaci¨®n con el ped¨®filo Epstein: ¡°No estuve a la altura. No fue correcto¡±
El hijo de Isabel II ha concedido una entrevista a la BBC desde el palacio de Buckingham que se ha emitido este s¨¢bado en horario de m¨¢xima audiencia
El pr¨ªncipe Andr¨¦s se ha decidido finalmente a intentar controlar los da?os a la imagen de la casa real brit¨¢nica que ha provocado su relaci¨®n con el millonario ped¨®filo estadounidense, Jeffrey Epstein. El duque de York ha dado una entrevista en el palacio de Buckingham a la periodista de la BBC Emily Maitlis, en el programa Newsnight. El tercer hijo de Isabel II reconoce su error, pero esquiva acusaciones m¨¢s graves y mide mucho sus palabras.
Andr¨¦s fue fotografiado en 2010, a?os despu¨¦s de la primera condena por abusos sexuales, paseando por Central Park, en Nueva York, con Epstein. Y se aloj¨® en la mansi¨®n que el financiero ten¨ªa en esa zona. "Me resultaba muy c¨®modo alojarme all¨ª. He pensado durante mucho tiempo en ello. Al final, con la perspectiva que te da el tiempo, me doy cuenta de no fue correcto. Pero a la vez, creo que fue algo honorable y apropiado en ese momento. Mi juicio suele verse influido por mi tendencia a actuar de un modo honorable", explica Andr¨¦s.
Epstein fue hallado muerto en su celda de Nueva York el pasado mes de agosto. Se enfrentaba a serias acusaciones y en el imaginario p¨²blico era ya un depredador sexual que puso en marcha una red de "esclavas" menores de edad para su propio disfrute y el de sus amistades. Confrontado a las fotos de su paseo por el parque, el hijo de Isabel II muestra arrepentimiento y humildad e incluso roza algo parecido a la disculpa p¨²blica. La periodista Maitlis ha asegurado que fue una entrevista "sin restricciones" con "ninguna pregunta examinada" previamente por el pr¨ªncipe o los funcionarios del palacio.
Sin embargo, cuando el duque de York debe dar explicaciones sobre otra fotograf¨ªa, opta por el olvido. En 2001 se le ve agarrando de la cintura al aire a una menor de 17 a?os, en el apartamento londinense de Ghislaine Maxwell, amiga de Andr¨¦s y de Epstein e hija del magnate de los medios y estafador convicto, Robert Maxwell. Virginia Roberts (hoy Virginia Giuffre, despu¨¦s de adoptar el apellido de su esposo) ha asegurado que tuvo en varias ocasiones relaciones sexuales con el Duque de York.
- "Asegura que le conoci¨® en 2001, que cen¨® y bail¨® con usted en el club nocturno Tramp, en Londres, y que tuvo una relaci¨®n sexual con usted esa noche en un apartamento del barrio de Belgravia que pertenec¨ªa a su amiga Ghislaine Maxwell. ?Cu¨¢l es su respuesta?", le pregunta la periodista.
- "No me acuerdo en absoluto de haber conocido en alguna ocasi¨®n a esta se?orita", responde Andr¨¦s despu¨¦s de una breve pausa, con aparente serenidad.
- "?No recuerda haberla conocido?"
- "No", dice de modo rotundo.
La fotograf¨ªa, sin embargo, denota una confianza entre ambos que contradice las afirmaciones del duque. Por eso, desde el anonimato, personas de su confianza han intentado convencer a los medios de que era un montaje y han empleado argumentos como la altura del pr¨ªncipe, comparada con la de la menor, o los regordetes dedos que aparecen sujetando su talle, que seg¨²n ellos no se corresponder¨ªan con los de Andr¨¦s.
El duque de York tambi¨¦n ha arrojado dudas sobre la veracidad de la fotograf¨ªa durante la entrevista, pero no ha ido tan lejos como para afirmar que fuera falsa. De nuevo, se ha limitado a asegurar que no recordaba que le hubieran tomado esa instant¨¢nea. El palacio de Buckingham lleva a?os negando que Andr¨¦s hubiera mantenido relaciones sexuales con Giuffre. Resulta contradictorio que ahora, en la entrevista, el duque simplemente no guarde ning¨²n recuerdo de ella.
Pero lo m¨¢s llamativo, entre tantas lagunas de memoria, ha sido que Andr¨¦s recordaba exactamente esa noche del 10 de marzo de 2001. "Estaba con las ni?as, y llev¨¦ a Beatriz a una fiesta en el Pizza Express de Woking, en torno a las cuatro o cinco de la tarde. La duquesa [su entonces esposa, Sarah Ferguson] se hab¨ªa ido y ten¨ªamos una regla muy simple en la familia: si no pod¨ªa uno, lo hac¨ªa el otro". La periodista no ha podido evitar su asombro ante ese despliegue de memoria, y Andr¨¦s lo ha explicado en t¨¦rminos que a ¨¦l le sonaban l¨®gicos. No era muy habitual, en su posici¨®n, ir a trabajar y llevar luego a las ni?as a una fiesta, ha justificado.
Maitlis ha hecho un extraordinario trabajo, a juicio de todos los medios. Las preguntas han sido incisivas y ha acorralado constantemente al pr¨ªncipe Andr¨¦s, que una y otra vez resoplaba, frunc¨ªa el ce?o, mostraba asombro o incredulidad, y se limitaba a repetir una y otra vez "no, no", a cada nuevo dato sobre su pasado con Epstein. Una entrevista en la que la Casa Real se jugaba mucho ha sido preparada al detalle, pero resultaban asombrosas algunas de las explicaciones que Andr¨¦s tra¨ªa consigo. La de la fiesta en Pizza Express ha hecho las delicias de la prensa brit¨¢nica, pero a¨²n la super¨® en elaboraci¨®n y sentido de la l¨®gica la que esgrimi¨® el duque cuando Maitlis le record¨® las palabras de Virginia Giuffre sobre la noche de su presunto primer encuentro sexual, durante el baile en el club nocturno. "Sudaba profusamente", dijo.
- "Es imposible, porque en esa ¨¦poca yo no sudaba. Hab¨ªa sufrido una sobredosis de adrenalina durante mi participaci¨®n en la Guerra de las Malvinas, cuando recibimos disparos del enemigo. Desde entonces se cort¨® mi sudor y solo volv¨ª a sudar al cabo de muchos a?os. Sufr¨ªa de una especial condici¨®n m¨¦dica", intentaba convencer Andr¨¦s a la entrevistadora.
El pr¨ªncipe Andr¨¦s se ha esforzado en mostrar un lado humano, sensible y confundido ante todas las acusaciones, pero la opini¨®n general en muchos medios es que ha vuelto a darse un tiro en el pie. No ten¨ªa nada que decir a Virginia Giuffre, cuando fue preguntado, y no ten¨ªa ni sensaci¨®n de culpa, ni arrepentimiento ni verg¨¹enza. Acudi¨® a ver a Epstein a Nueva York para advertirle de que, despu¨¦s de su condena, ya no pod¨ªan verse m¨¢s: "Porque deb¨ªa mostrar liderazgo y hacer lo correcto. Ir a dec¨ªrselo en persona, y no por tel¨¦fono. No nos vimos m¨¢s desde aquel d¨ªa".
-"Pero si estuvo cenando en su casa cuatro d¨ªas despu¨¦s como invitado de honor, ?no es un modo extra?o de romper una relaci¨®n?", ha insistido Maitlis.
El duque de York ha intentado explicar que el ¨²nico modo de poder ver en persona a un hombre tan atareado como Epstein era alojarse en su casa.
La casa real brit¨¢nica se vio obligada el pasado mes de octubre a hablar de este espinoso asunto y lo hizo a trav¨¦s de la declaraci¨®n de un portavoz oficial del palacio de?Buckingham poco despu¨¦s de publicarse el contenido del segundo v¨ªdeo:?"El duque de York est¨¢ conmocionado ante las recientes noticias sobre los presuntos delitos de Jeffrey Epstein. Su Alteza Real condena la explotaci¨®n de cualquier ser humano, y la sugerencia de que pudiera haber participado, consentido o animado algo as¨ª es algo aborrecible", dec¨ªa. Era la segunda respuesta del palacio, poco dado a comentar asuntos privados de los miembros de la familia real.
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