Noticiario europeo
Un pacto de coalici¨®n a partir de la estabilidad presupuestaria y el respeto a la legalidad constitucional es una buena noticia para la UE
Las buenas noticias europeas escasean. Parecen periclitados aquellos tiempos de la frase manida: tengo una noticia buena y otra mala. Desde que estall¨® la crisis, todas son malas. Con excepciones, est¨¢ claro, r¨¢pidamente caducadas o matizadas. Macron, a pesar de su arrogancia y de los chalecos amarillos. La ca¨ªda de Salvini, a pesar de la fragilidad de Giuseppe Conte. La excelente negociaci¨®n bruselense del Brexit, a pesar de la persistencia bloqueadora de los partidarios de la salida de la UE sin acuerdo.
Aunque cueste creerlo desde el Madrid polarizado y la Barcelona incendiada, el preacuerdo entre el PSOE y Podemos es una excelente noticia europea, que solo lo ser¨¢ plenamente si se traduce en la formaci¨®n r¨¢pida de un Gobierno gracias a la abstenci¨®n de Esquerra Republicana. Hay argumentos para explicarlo, pero lo m¨¢s importante es que ya han sido expresados en p¨²blico por los portavoces de las instituciones en Bruselas.
Tanto como los espa?oles, la UE necesita que Espa?a sea gobernada. Conseguir la investidura y aprobar los presupuestos es la buena noticia que todos esperamos y solo los empeoradores critican. Que sea a trav¨¦s de una dif¨ªcil coalici¨®n sin mayor¨ªa parlamentaria no agrava la formaci¨®n de Gobierno, sino que la homologa a las formas de hacer pol¨ªtica habituales en Europa.
Le a?ade atractivo la ins¨®lita incorporaci¨®n de la nueva izquierda transformadora, es decir, de tradici¨®n comunista, especialmente si respeta, como parece el caso, la Constituci¨®n espa?ola de 1978 (punto noveno) y los compromisos de disciplina monetaria y econ¨®mica europea (punto d¨¦cimo). A quienes tem¨ªan a un Varoufakis espa?ol, Iglesias les dice que quiere ser Tsipras. Dicho de otro modo: es la incorporaci¨®n al consenso europeo de una protesta, la del 15-M, que surgi¨® de la crisis de la deuda soberana europea y se opuso a la disciplina del euro.
Los dos puntos fundamentales, el noveno y el d¨¦cimo, podr¨ªan y deber¨ªan firmarlos PP y Ciudadanos. El conservadurismo social del PP no es compatible con algunos otros puntos, como los referidos a los ¡°nuevos derechos¡± o al feminismo. Pero tambi¨¦n podr¨ªa firmar el resto, y?Ciudadanos, casi todos. Solo a Vox corresponde la enmienda a la totalidad.
Esquerra, situada en un dilema decisivo, hist¨®rico, deber¨¢ escoger entre reforzar el nacionalpopulismo espa?olista de Vox, que le permite persistir en el nacionalpopulismo catal¨¢n, o integrarse en el consenso democr¨¢tico europe¨ªsta. Tiene en su mano una excelente noticia para Europa, para Espa?a y para Catalu?a.
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