?Cu¨¢nta casa necesitamos?
El profesor Urs Peter Flueckiger mezcla filosof¨ªa, econom¨ªa y arquitectura para contestar esta pregunta no solo con metros cuadrados
28 d¨®lares y 12,5 centavos. Eso cost¨® la caba?a espartana en la que Henry David Thoreau vivi¨® dos a?os, dos meses y dos d¨ªas entre 1845 y 1847. Aquella casa med¨ªa 13,9 metros cuadrados. Y ¨¦l mismo la construy¨®, cerca de Concord (Massachusetts), en la orilla norte del Walden Pond, donde cultivaba las legumbres de las que se alimentaba. Thoreau le puso ese nombre ¡ªWalden o la vida en los bosques¡ª al libro en el que describi¨® una vida b¨¢sica pero plena a lo largo de las cuatro estaciones.
Poco m¨¢s de un siglo despu¨¦s, en 1952, el arquitecto Charles-?douard Jeanneret-Gris, Le Corbusier, le hizo a su esposa el regalo que quer¨ªa para ¨¦l: una caba?a sencilla, pero no primitiva, en el Cap Martin, frente a la Costa Azul. No fue f¨¢cil. El terreno, aunque peque?o, se lo compr¨® al due?o del restaurante l¡¯?toile de Mer tras veinte a?os de amistad, fidelidad, consumiciones y veranos compartidos. Tambi¨¦n era muy peque?a y b¨¢sica, y por eso el suizo la dise?¨® al mil¨ªmetro ¡ªincluido el mobiliario¡ª e hizo que midiera, ?casualidad? 13 metros cuadrados. La caba?a de Thoreau y el Cabanon de Le Corbusier le sirvieron al profesor de la Universidad Tecnol¨®gica de Texas Urs Peter Flueckiger para poner a sus alumnos a pensar sobre ecologismo, espacio, construcci¨®n, responsabilidad y literatura. Todo hab¨ªa empezado por un libro.
?Flueckiger dio a leer a sus alumnos el cl¨¢sico de Tolst¨®i ?Cu¨¢nta tierra necesita un hombre? (1885), una f¨¢bula sobre la avaricia, la sobredimensi¨®n de las capacidades o el esfuerzo vano, y les dio tambi¨¦n dos datos: en 1950 la familia media norteamericana (ya saben, la media entre Harlem y Santa M¨®nica pasando por Iowa) viv¨ªa en una casa de 90 metros cuadrados. Para 2013 la media hab¨ªa aumentado a 240 metros. 240 metros llenos de muebles, electrodom¨¦sticos y todo tipo de enseres.
?Tras estudiar los dos refugios m¨ªticos, profesor y alumnos sacaron conclusiones:
?-La caba?a de Thoreau ¡ªhoy reconstruida y desubicada¡ª estaba en realidad a 30 metros del lago Walden. Por lo tanto, Thoreau, que la dibuj¨® y la construy¨®, fue m¨¢s preciso como arquitecto que como escritor (en Walden la ubica ¡°en la orilla¡±).
?-De los 28,12 d¨®lares que gast¨® para construir su casa ¡ª¨¦l no la llama caba?a¡ª buena parte del dinero fue destinada a pagar tablas y listones de madera (un tercio). Ahorr¨® en el transporte. ¡°Buena parte cargado a mi espalda¡±, anot¨®.
?-Tras los legendarios dos a?os, dos meses y dos d¨ªas que necesit¨® para probarse y probar la vida en contacto con la naturaleza durante las cuatro estaciones, la casa de Thoreau fue trasladada a Concord y usada como granero. Eso convierte al edificio en reciclable (ya proven¨ªa de vidrios y tablas recicladas) y en sostenible. Tanto es as¨ª, que el profesor Flueckiger sostiene que ¡°seg¨²n los est¨¢ndares actuales, habr¨ªa obtenido puntos LEED por la reutilizaci¨®n de materiales¡±.
Sobre el Cabanon de Le Corbusier en Roquebrune ¨CCap-Martin, Flueckiger anota:
?-El acceso es dif¨ªcil ¡ªhay un camino de menos de dos metros¡ª que lo ha preservado. Tambi¨¦n el restaurante L¡¯?toile de Mer permanece. Se trata de un espacio fundamental, porque reduc¨ªa las necesidades de Le Corbusier y su esposa, Yvonne, ya que el matrimonio no cocinaba. Con un bar al lado es m¨¢s f¨¢cil convertirse en anacoreta. S¨ª, pero ojo: estaban de vacaciones y en la casa no hab¨ªa ni un solo respaldo m¨¢s all¨¢ de los pinos y las paredes. Pero la casa es, efectivamente, mayor de lo que pensamos: una de las puertas del Cabanon conduce, directamente, al restaurante de Thomas Rebutato, el fontanero jubilado due?o de l¡¯Etoile. E ¨ªntimo de Le Corbusier e Yvonne. Los 13 metros cuadrados no son, por lo tanto, tan pocos. Le Corbusier com¨ªa fuera de casa y dibujaba bajo un algarrobo: ten¨ªa incluso un cub¨ªculo de 4x2 metros que utilizaba como estudio.
?-El profesor Flueckiger comenta que, aunque Le Corbusier tard¨® 45 minutos exactos en dise?ar su casa, no incluy¨® en esos minutos los d¨ªas y las horas que dedicara a viajar y dibujar por el mundo. Esto es, seguramente, el mejor consejo para sus estudiantes: hay varias maneras de contar.
?-Por peque?o, prefabricado y con refrigeraci¨®n pasiva (el algarrobo), el Cabanon tambi¨¦n es un edificio sostenible.
?Con toda esta informaci¨®n, profesores y alumnos se pusieron a pensar ellos en c¨®mo dise?ar una caba?a sostenible hoy. Por bastante m¨¢s de 28 d¨®lares y tras mucho m¨¢s que 45 minutos, idearon una propuesta. Su caba?a, levantada en un pastizal en el oeste de Texas, mide 37 metros cuadrados y est¨¢ prefabricada con chapa de acero reciclada de una antigua vivienda, pino blanco y un aislamiento que engorda los muros hasta 30 cent¨ªmetros y los rellena de tela de vaqueros reciclados en la zona. Dispone de ventilaci¨®n natural y es capaz de acumular no toda la energ¨ªa que precisa, pero s¨ª la suficiente para poner en marcha un fog¨®n, un frigor¨ªfico y cargar los m¨®viles. Para Flueckiger la casa recicla tambi¨¦n el contacto del alumno con la realidad: le hace abandonar el ordenador para conocer el martillo y la sierra. Este profesor ¡ªque ya hab¨ªa escrito un volumen sobre Donald Judd¡ª ha contado esta historia en un libro: ?Cu¨¢nta casa necesitamos? (Gustavo Gili), que recurre, estudia y hasta cuestiona a Thoreau y Le Corbusier para lanzar una pregunta tan arquitect¨®nica como filos¨®fica, econ¨®mica o sociol¨®gica: ?Cu¨¢nta casa necesitamos?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Henry David Thoreau
- Concord
- Le Corbusier
- New Hampshire
- Massachusetts
- Arquitectura sostenible
- Bioconstrucci¨®n
- Estados Unidos
- Norteam¨¦rica
- Arquitectura
- Libros
- Ciudades sostenibles
- Construcci¨®n
- Am¨¦rica
- Desarrollo urbano
- Desarrollo sostenible
- Arte
- Cultura
- Urbanismo
- Industria
- Medio ambiente
- EP Tendencias
- Del tirador a la ciudad
- Blogs