Cohabitaci¨®n
Espa?a se ha convertido ahora mismo en un sistema ingobernable, dado que la ¨²nica mayor¨ªa parlamentaria que se vislumbra le otorga el poder arbitral decisorio a un partido antisistema
La legislatura anterior abort¨® porque S¨¢nchez, Rivera e Iglesias, asiduos a la ludopat¨ªa pol¨ªtica, se jugaron todo su capital a la ruleta rusa. Y perdieron la partida, aunque los electores les hayan castigado repartiendo las culpas de forma diferencial. Rivera perdi¨® el 60% de sus votos y emprendi¨® la fuga, descargando todas las deudas sobre sus arruinados ap¨®stoles. Iglesias tambi¨¦n perdi¨® otro 17% de su menguado capital, pero ha tenido la suerte de que S¨¢nchez, pese a perder s¨®lo el 10%, va a tener que comerse todo el marr¨®n, dado que el tiro le sali¨® por la culata. Por eso ahora, haciendo gala de un pragmatismo extremado, no ha dudado en ofrecer a quien anta?o pretendi¨® sorpassarle un contrato de cohabitaci¨®n en toda regla.
Es el concepto que se usa en Francia para designar al presidente obligado a compartir el poder con su rival al frente del Gobierno. As¨ª le pas¨® por ejemplo al presidente Chirac en 1997, cuando disolvi¨® la Asamblea para ampliar su mayor¨ªa pero solo logr¨® que vencieran los socialistas, teniendo que nombrar primer ministro a Lionel Jospin. Y ahora a S¨¢nchez le ha pasado aqu¨ª lo mismo, vi¨¦ndose obligado para poder sobrevivir a tener que soportar de vicepresidente al inefable Iglesias. Y eso s¨®lo si consigue que los sediciosos de ERC se dignen permitir con su abstenci¨®n que salga adelante su investidura. As¨ª que, si todo le sale bien, lo que todav¨ªa est¨¢ por ver, tendr¨¢ que soportar una contradictoria cohabitaci¨®n por partida doble, dado que s¨®lo podr¨¢ gobernar con el permiso del secesionismo unilateral: Frankenstein al poder.
Espa?a se ha convertido ahora mismo en un sistema ingobernable, dado que la ¨²nica mayor¨ªa parlamentaria que se vislumbra le otorga el poder arbitral decisorio a un partido antisistema, partidario de convertir a nuestro pa¨ªs en Expa?a, cuyo l¨ªder acaba de ser condenado por sedici¨®n a 13 a?os. Es verdad que ahora ese partido parece aplazar su programa secesionista para m¨¢s adelante, prefiriendo gobernar dentro de la ley para ampliar su base electoral. Pero no se atreve a proclamarlo en p¨²blico, por miedo a qu¨¦ dir¨¢n de ¨¦l sus rivales del radicalismo violento. Con lo cual se da la paradoja de que el partido que aspira a liderar el espacio catal¨¢n le cede la hegemon¨ªa discursiva a aquel otro al que pretende desbancar y superar. Lo que as¨ª nunca podr¨¢ lograr, como es evidente, pues para poder vencer antes tendr¨¢ que convencer a la mayor¨ªa de la superioridad de sus razones. Y como no se atreve a proclamarlo en p¨²blico, para poder apoyar por pasiva a S¨¢nchez tendr¨¢ que exigirle un peaje que parezca inasumible.
Y mientras tanto el partido ultra, decidido a discriminar a quienes resistan la supremac¨ªa del var¨®n espa?ol, se dispone a ejercer la oposici¨®n con m¨¢xima violencia verbal, rompiendo los consensos comunes sin frenos ni l¨ªmites. Con lo que nuestra escena pol¨ªtica se va a convertir en el para¨ªso de la fracturaci¨®n pol¨ªtica, como una piel de toro tironeada en direcciones opuestas desde sus cuatro esquinas. A no ser que Casado y los suyos crean que m¨¢s vale Espa?a roja que rota y accedan gratis a la investidura de S¨¢nchez.
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