La nueva vida del pr¨ªncipe Andr¨¦s tras su ca¨ªda en desgracia
La retirada "de todos los deberes p¨²blicos" del tercer hijo de Isabel II ha sido instigada por su hermano mayor, Carlos. Ahora perder¨¢ sus m¨¢s de 290.000 euros anuales de asignaci¨®n
El pr¨ªncipe Andr¨¦s de Inglaterra ha pasado de ser pr¨¢cticamente un segund¨®n en la familia real brit¨¢nica a convertirse en protagonista y estrella de todos los medios del Reino Unido. La tarde del mi¨¦rcoles un comunicado del tercer hijo de la reina explicaba la retirada de Andr¨¦s de sus labores como representante de la corona: "Le he pedido permiso a Su Majestad para dar un paso?atr¨¢s en mis deberes p¨²blicos en un futuro inmediato, y ella me ha dado permiso". O, m¨¢s que permiso, un empuj¨®n. La relaci¨®n de Andr¨¦s con el ped¨®filo Jeffrey Epstein ¡ªque se suicid¨® en la c¨¢rcel este pasado verano¡ª ha sido la causante, y una fallida entrevista concedida por el pr¨ªncipe?a la BBC y emitida el s¨¢bado 16 de noviembre, la gota que ha colmado el vaso.
Esta marcha atr¨¢s de Andr¨¦s ¡ªde 59 a?os y octavo en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono¡ª de sus tareas llegaba horas despu¨¦s de que un pu?ado de empresas e instituciones decidieran retirarle su apoyo, tambi¨¦n el financiero, y explicaran que no quer¨ªan que les siguiera representando. As¨ª, su proyecto Pitch@Palace, dedicado a promover nuevas empresas y que se jacta de haber creado miles de empleos, tambi¨¦n se queda hu¨¦rfano y, por el momento, sin rumbo. Es una de las m¨¢s de 200 organizaciones, como explica el diario The Times, de las que el pr¨ªncipe es patrono y con las que tendr¨¢ que dejar de colaborar. Para empezar, por ejemplo, ha cancelado una visita a Yorkshire para atender a las v¨ªctimas de unas inundaciones.
Como explica dicho diario, Andr¨¦s no pierde su condici¨®n de miembro de la familia real, y por eso se le ver¨¢ en ocasiones al lado de la reina y junto a sus hermanos, como en la celebraci¨®n del cumplea?os de la monarca, la fiesta llamada Trooping the Colour.?Pero lo que s¨ª pierde el pr¨ªncipe es una importante tajada: 249.000 libras, m¨¢s de 290.000 euros, su asignaci¨®n anual. S¨ª conservar¨¢ su casa en Windsor ¡ªque le regal¨® la reina en 2003 y que ¨¦l renov¨® hace unos a?os por 8,7 millones de euros¡ª y los no pocos ingresos que le proporciona el ducado de Lancaster, cuyo patrimonio da ping¨¹es beneficios a su madre: en 2018, m¨¢s de 25 millones de euros.
Seg¨²n rese?an varios diarios brit¨¢nicos como el propio Times, el Daily Mail o el Evening Standard, el responsable final a la hora de exigir que Andr¨¦s quedara apartado ha sido su hermano mayor, el pr¨ªncipe Carlos. Seg¨²n fuentes cercanas a la casa real, el?heredero al trono se mostr¨® taxativo a la hora de hablar con su madre y de pedirle que actuara, que era una cuesti¨®n de deber institucional m¨¢s que de afecto familiar.
Lo que todav¨ªa se desconoce es en qu¨¦ situaci¨®n quedar¨¢n sus hijas,?las princesas Beatriz y Eugenia,?tras la ca¨ªda en desgracia de su padre. La prensa brit¨¢nica apunta a que su papel institucional ¡ªrelativamente reducido al tratarse de la novena y la d¨¦cima en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono¡ª se ver¨¢ a¨²n m¨¢s menguado. M¨¢s en un momento en el que est¨¢n en el candelero, puesto que el pr¨®ximo a?o Beatriz, la mayor de ambas, se casar¨¢?con el financiero italiano?Edoardo Mapelli Mozzi. La boda de su hermana Eugenia, celebrada en octubre de 2018 en Windsor, cost¨® m¨¢s de dos millones de euros al erario p¨²blico. Pero puede que ahora la de Beatriz tenga que pagarse del bolsillo de la reina o del bolsillo del propio pr¨ªncipe Andr¨¦s.??
Adem¨¢s, est¨¢n las cuestiones legales. Algunos medios como The Telegraph apuntan a que el pr¨ªncipe podr¨ªa ser citado a declarar en Estados Unidos y que eso podr¨ªa causar complicaciones, puesto que quiz¨¢ las autoridades no le dejen volver al Reino Unido.
En cualquier caso, apartar a Andr¨¦s resultaba fundamental. Especialmente para dejar brillar a los miembros que trabajan en pos de una instituci¨®n que este a?o parece empa?ada por las peleas, las pataletas y los esc¨¢ndalos. Mientras que el trabajo de la reina, de Carlos y Camila (ahora de gira por Nueva Zelanda) o de los duques de Cambridge, Kate y Guillermo (con un gran ¨¦xito en su reciente viaje por Pakist¨¢n) es discreto y eficiente, estas cuestiones ensucian la imagen de una familia que, dados los 93 a?os de Isabel II, se ve cercana una sucesi¨®n y un cambio generacional.?
The Times tambi¨¦n ha consultado con algunos autores y bi¨®grafos de la realeza. Como Penny Junor, que asegura: "Esta salida a la fuerza de la vida p¨²blica no tiene en absoluto precedentes en la familia real. Dir¨ªa que la reina est¨¢ horrorizada". O?Robert Lacey, que tiene clara la sucesi¨®n de los hechos, a los que califica como "algo monumental": "Nadie puede imaginarse que [Andr¨¦s] ha hecho esto por su propio pie. Todos asumen que ha habido presi¨®n por arriba". Y, m¨¢s arriba, solo queda Isabel II que, 24 minutos despu¨¦s de lanzar el comunicado, llegaba a un acto en Londres para honrar a su amigo, el naturalista sir David Attenborough. La soberana puso la mejor de sus sonrisas y no se la quit¨® en toda la velada.?
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