El paro nacional en Colombia

El d¨ªa de ayer, 21 de noviembre, se convoc¨® a un gran paro nacional en Colombia. Para entender lo que sucedi¨® en el pa¨ªs andino, se debe hacer un an¨¢lisis en escenas: los preparativos del paro; las manifestaciones en la ma?ana, los disturbios de la tarde y el cacerolazo de la noche.

La antesala hab¨ªa estado llena de acciones y estrategias para potenciar o desactivar el paro. Por un lado, el Gobierno nacional intent¨® detenerlo acus¨¢ndolo de estar infiltrado por terroristas, instigadores profesionales provenientes del Foro de Sao Paulo y, sobre todo, de estar siendo utilizado por la oposici¨®n para lograr r¨¦ditos pol¨ªticos. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha, las adhesiones a las manifestaciones se incrementaron. Al final, dos d¨ªas antes del paro, el Gobierno desat¨® una gran ofensiva medi¨¢tica, el presidente Iv¨¢n Duque se pase¨® por canales de televisi¨®n e incluso emisoras de m¨²sica popular. All¨ª negaba la existencia de un plan de reforma laboral, pensional o tributaria. En fin, dos o tres d¨ªas antes de que la primera persona saliera a las calles, el paro nacional hab¨ªa logrado los objetivos, era un ¨¦xito, pues el Gobierno revers¨® todo el paquete de reformas que entregar¨ªa en 2020.

Por otro lado, fue una manifestaci¨®n extra?a, pues los sectores de la oposici¨®n no la lideraron. De hecho, estuvieron ausentes de su convocatoria y promoci¨®n, fue al final cuando comenzaron a promoverla. El Partido Verde, en una estrategia de c¨¢lculo pol¨ªtico, se abstuvo de figurar, pues los resultados del pasado 27 de octubre, cuando gan¨® varias alcald¨ªas importantes y departamentos, los llev¨® a pensar m¨¢s en gobernar que en hacer oposici¨®n. Por su parte, el petrismo parece no reponerse de los resultados de esas elecciones. En todo caso, fue el movimiento estudiantil, el sindicato de Fecode y agrupaciones juveniles los que asumieron la responsabilidad de liderar el paro nacional.

El 21 en la ma?ana las grandes ciudades amanecieron paralizadas, muchas empresas y locales comerciales prefirieron cerrar ante el miedo que hab¨ªa generado el Gobierno, otros preve¨ªan grandes movilizaciones y prefirieron no salir de casa y muchos otros se volcaron a las calles. Una manifestaci¨®n que no se ve¨ªa hace d¨¦cadas y que convoc¨® centenares de miles de personas en todo el pa¨ªs. Al medio d¨ªa, el Gobierno estaba arrinconado, los principales voceros de la derecha m¨¢s radical en Colombia no sab¨ªan qu¨¦ decir. Sin embargo, tuvieron un respiro al final de la tarde, cuando en algunas zonas de Bogot¨¢ y la ciudad de Cali se presentaron los hechos de violencia m¨¢s graves. Esto les permiti¨® retomar el aliento con un discurso de seguridad.

Pero ser¨ªa sobre las siete de la noche cuando en varias zonas de las principales ciudades del pa¨ªs comenzaron a sonar las cacerolas. Un cacerolazo masivo, los videos en redes sociales se hicieron virales y a medida que pasan los minutos m¨¢s gente se sumaba. De sur a norte, desde los sectores m¨¢s pobres hasta en los barrios m¨¢s ricos, sonaban las cacerolas. Sobre el filo de las nueve de la noche el presidente Iv¨¢n Duque sali¨® en cadena nacional. Como en una pelea de boxeo por el campeonato mundial se vio un Duque contra las cuerdas. Horas m¨¢s tarde, el presidente convoc¨® un gabinete ministerial de emergencia. El paro le env¨ªa un mensaje claro: as¨ª como va Colombia, va mal; o cambia, o el 2020 estar¨¢ lleno de manifestaciones y marchas.

Sobre el futuro del paro y las manifestaciones no hay claridad, seguramente en los pr¨®ximos d¨ªas se vivir¨¢n bloqueos, marchas y cacerolazos por montones, pero se ir¨¢n desactivando a medida que lleguen las festividades navide?as. La gran pregunta es sobre el 2020. ?Cu¨¢l ser¨¢ la estrategia de los manifestantes y la del Gobierno? Lo cierto es que esta es otra Colombia. Tambi¨¦n queda claro la debilidad del Gobierno en una tormenta perfecta que tiene cuatro componentes: una estruendosa derrota electoral en las elecciones locales y regionales, una incapacidad de gobernabilidad del Congreso de la Rep¨²blica, crisis econ¨®mica a la vista y gente en las calles.