Bolivia en blanco y negro
Un an¨¢lisis maniqueo de la crisis pol¨ªtica que vive el pa¨ªs andino es lo que nos exigen desde fuera: la tesis de un golpe de Estado o una conquista democr¨¢tica
Bolivia es un equivalente de Hait¨ª y viceversa; poco interesan a nivel mundial nuestros pesares y debates, hoy volvemos transitoriamente a ocupar un peque?o espacio en los medios internacionales, porque servimos como sur ¡°salvaje¡± para testimoniar dolor y ¡°primitivismo¡±.
De nuestro atrevimiento filos¨®fico de pensarnos por nosotr@s mism@s no se habla en absoluto, de nuestro atrevimiento de repensar nuestra democracia sin la Revoluci¨®n Francesa de por medio no se escribe. Todo eso queda sepultado debajo de los ata¨²des y las fotos de crueldad militar y policial que ganar¨¢n el pr¨®ximo World Press Photo. Merecido premio de quien logre disparar la foto del momento en el que la polic¨ªa dispar¨® el arma y el cuerpo an¨®nimo cay¨®.
La Uni¨®n Europea con arrogancia colonial financiar¨¢ las pr¨®ximas elecciones y auspicia el di¨¢logo entre partes porque lo que les interesa es el yacimiento del litio m¨¢s grande del mundo que est¨¢ en el legendario Potos¨ª y el pr¨®ximo Gobierno es quien tendr¨¢ que rematar esa materia prima. Desde antes que Bolivia se constituyera como Estado est¨¢ instalado ac¨¢ el saqueo extractivista que ha ido modernizando los t¨¦rminos y que Evo Morales maquill¨®, pero no pudo remediar porque esa no es una decisi¨®n de soberan¨ªa nacional, sino parte del orden mundial capitalista.
Un an¨¢lisis maniqueo de la crisis pol¨ªtica que vive Bolivia es lo que nos exigen desde fuera del pa¨ªs: la izquierda en general quiere cerrar la tesis de un golpe de Estado donde se presente al expresidente Evo Morales como la v¨ªctima de una conspiraci¨®n internacional de la CIA donde ¡°el delito de Morales haya sido el de ser ind¨ªgena¡±, como ¨¦l mismo manifiesta. La presi¨®n por parte de la derecha internacional es presentar lo acontecido en Bolivia como una conquista democr¨¢tica frente a un gobierno autoritario, tesis que por otro lado legitimar¨ªa la toma del Estado boliviano por parte de una coalici¨®n fascista.
Ambas posturas simplifican los hechos, borran los matices y nos entregan como sociedad a un proceso donde tienes que tomar un bando y enfrentarte al otro bando en t¨¦rminos de guerra de enemigos para que gane el m¨¢s fuerte en el plano militar que no es otro que el de la muerte. Ambas tesis nos convierten en fichas de un tablero donde nuestro ¨²nico papel es alinearnos para alimentar las fosas comunes de las que nuestra historia est¨¢ llena. Entierro con bandera nacional o whipala como h¨¦roe y m¨¢rtir an¨®nimo de la ¡°democracia¡±. Nuestras vidas, ideas, sue?os, discrepancias pierden en ambas tesis sentido propio.
La tesis del golpe asfixia la discusi¨®n pol¨ªtica fundamental que es el contenido pol¨ªtico de esta crisis que inici¨® siendo una crisis pol¨ªtica de representatividad, de legitimidad y de respeto a la Constituci¨®n pol¨ªtica del Estado y que deriv¨® en un golpe de Estado y en una toma y control fascista y racista impulsado por la CIA de gran parte del Estado.
La defensa a ciegas o el ataque a ciegas contra o a favor de Evo Morales no resuelven nada y profundizan uno de los problemas estructurales de la pol¨ªtica en Bolivia como es el caudillismo. Ni Evo es la soluci¨®n, ni es el ¡°demonio¡±.
Lo principal es entender: ?C¨®mo la sociedad boliviana pudo frenar esta fascistizaci¨®n delirante que se ha instalado? ?A¨²n estamos a tiempo de hacerlo?
Lo principal es entender que est¨¢ en crisis la democracia liberal representativa que tiene en la forma partido su mayor expresi¨®n de decadencia y agotamiento y que por cierto esa no es una crisis que afecta a la din¨¢mica pol¨ªtica boliviana, sino regional o mundial. Lo principal es entender que estamos ante lo que he llamado la privatizaci¨®n de la pol¨ªtica. Lo principal es entender que lo que est¨¢ aconteciendo en Bolivia tiene bajo otros contextos elementos comunes en Ecuador, Per¨², Chile o Argentina. Ni que decir EE UU o Europa entera.
Estamos tambi¨¦n asistiendo a la transici¨®n de un neoliberalismo a secas a un neoliberalismo de corte fascista donde las sectas cristianas fundamentalistas reclaman estatus pol¨ªtico formal ofreciendo la reconstituci¨®n de estructuras patriarcales como la familia que est¨¢n siendo desestructuradas por la rebeli¨®n subterr¨¢nea de las mujeres. En este conflicto pol¨ªtico hay un fuerte contenido patriarcal, la escena hace meses ha sido copada por una suerte de ¡°macho heroico convertido en soldado de la democracia¡± que ofrece guerra, que ofrece muerte, que ofrece un lugar de pertenencia y de m¨¦rito para todo joven que quiera agarrarse a palos con el bando contrario y que devuelve legitimidad social al ¡°macho violento¡±.
Hoy Bolivia est¨¢ ya sumergida en un callej¨®n sin salida en manos de dos bandos irresponsables con la vida: por un lado, un delirante Evo Morales en M¨¦xico que no es capaz de hacerse ni siquiera una autocr¨ªtica y una presidenta pantalla de un Gobierno dividido en tres fracciones perversas que podr¨ªan ser: la CIA, el Comit¨¦ C¨ªvico pro Santa Cruz y las iglesias fundamentalistas cristianas junto a la Iglesia cat¨®lica.
No postulo una visi¨®n neutral del conflicto. Criticar la polarizaci¨®n, el manique¨ªsmo, la p¨¦rdida de los matices no es buscar un lugar c¨®modo en medio de esta situaci¨®n que es tr¨¢gica y dolorosa. Lo que proponemos es activar la potencia creativa que toda crisis abre en una sociedad, no se trata de un acto de exquisitez intelectual sino de hacer lo que hoy es m¨¢s subversivo en Bolivia: hablar, discrepar en un clima de respeto, entender las m¨²ltiples capas que esta crisis pol¨ªtica tiene y sobre todo tener esperanzas.
Las pr¨®ximas elecciones a las que nos apresuran no son un remedio para el problema de fondo, que es inventar nuevas formas pol¨ªticas m¨¢s all¨¢ del partido, nuevas formas de representaci¨®n y delegaci¨®n de vocer¨ªa y responsabilidades.
Necesitamos a escala mundial inventar urgentemente nuevos paradigmas colectivos para frenar el ecocidio, activar en los hechos y no como ret¨®rica los derechos de los pueblos ind¨ªgenas a la autorrepresentaci¨®n, activar desde la pol¨ªtica las voces de los animales y la naturaleza, asumir la despatriarcalizaci¨®n de la sociedad desde las mujeres y el conjunto de libertades sexuales. Suena imposible, nosotras ya hemos empezado a caminar en ese sentido desde la propuesta del Parlamento de las Mujeres como herramienta pol¨ªtica experimental donde refundar conceptualmente toda la pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.