Del marxismo de Corbyn a la socialdemocracia de Warren

El l¨²cido historiador brit¨¢nico Tony Judt nos avis¨® ya hace alg¨²n tiempo de que algo iba mal: ¡°Hay algo profundamente err¨®neo en la forma en la que vivimos. La obsesi¨®n por la creaci¨®n de riqueza, el culto a la privatizaci¨®n, las crecientes diferencias entre ricos y pobres, la p¨¦rdida del sentido de un prop¨®sito colectivo¡±. Asoma hoy un debate sobre la necesidad de un replanteamiento de lo p¨²blico como herramienta para lograr una sociedad menos desequilibrada. Vamos a ver, en solo 10 d¨ªas en Europa, con las elecciones del Reino Unido, y en un a?o en Estados Unidos, si la izquierda radical o el centro izquierda son capaces de gobernar poniendo fin al liderazgo de los dos siameses nacional populistas: Boris Johnson y Donald Trump.

Si las recetas radicales contenidas en el manifiesto electoral del Partido Laborista, titulado Ahora es el momento del cambio de verdad, le conceden a Jeremy Corbyn una mayor¨ªa parlamentaria suficiente para ocupar el 10 de Downing Street. Si, en el supuesto de que la senadora Warren, con un programa socialdem¨®crata cl¨¢sico, fuera la candidata final a la Casa Blanca por el Partido Dem¨®crata, lograr¨ªa en noviembre de 2020 desalojar a Trump de la Casa Blanca.

Corbyn con su programa electoral radical te?ido de marxismo pretende darle la vuelta a lo que Margaret Thatcher hizo en 1979: una revoluci¨®n privatizadora. Con la renacionalizaci¨®n de los servicios del agua, gas, electricidad, ferrocarril, correos y, parcialmente, de British Telecom para dar banda ancha gratuita a toda la poblaci¨®n. Para este laborismo radical, que reniega del traidor Tony Blair, el keynesianismo ya no es suficiente. Plantea la transformaci¨®n radical de Gran Breta?a, haciendo suya la receta fallida de Mitterrand en la Francia de 1981.

A lo que a?ade la creaci¨®n de un banco p¨²blico de inversiones. Un Estado m¨¢s grande, con una tasa especial a las transacciones financieras. Transferir el 10% de las acciones de las grandes empresas a sus trabajadores. Y sobre el Brexit, donde la ambig¨¹edad de Corbyn ha rozado la cobard¨ªa, promete un nuevo refer¨¦ndum ante el que se declara neutral. Los sondeos predicen una derrota del laborismo reflejando el fuerte rechazo personal que suscita su candidato, m¨¢s que su programa.

La senadora dem¨®crata por Massachussets, Elizabeth Warren, que no es socialista pero tiene un programa socialdem¨®crata cl¨¢sico, algo todav¨ªa obsceno para la Am¨¦rica profunda, propone la reconstrucci¨®n del capitalismo americano y se erige en defensora de las clases medias. Sanidad p¨²blica con el Estado como ¨²nico pagador, con un coste anual de cinco billones de d¨®lares. Quiere romper la espina dorsal de los gigantes tecnol¨®gicos: Google, Amazon, Facebook, Apple, troce¨¢ndolos, y plantea un impuesto de un 2% anual a los patrimonios superiores a los 50 millones de d¨®lares.

Ecos del New Deal de Roosevelt en los a?os treinta del siglo pasado. Del viejo marxismo de Corbyn a la socialdemocracia de Warren. ?Camino ut¨®pico? Obama advierte a los revolucionarios del partido dem¨®crata que sus profundos cambios estructurales ser¨¢n rechazados por la mayor¨ªa del electorado, regalando la Casa Blanca a Trump hasta 2024.