El hundimiento p¨²blico del pr¨ªncipe Andr¨¦s se agrava con un esc¨¢ndalo financiero
Tras su implicaci¨®n en el esc¨¢ndalo Epstein, ahora se sabe que el tercer hijo de Isabel II aprovech¨® su papel como embajador de comercio para beneficiar a amigos banqueros
Esa frase que afirma que las desgracias nunca vienen solas parece un traje a medida para Andr¨¦s de Inglaterra. El tercer hijo de Isabel II est¨¢ implicado en un esc¨¢ndalo de tal magnitud que ha acabado cortocircuitando la estructura de la familia real brit¨¢nica y que, lejos de mejorar, solo parece seguir hundiendo la figura del?pr¨ªncipe.
Despu¨¦s de su asociaci¨®n en el caso de abusos sexuales de Jeffrey Epstein, que le ha obligado a abandonar sus labores y a retirarse de la vida p¨²blica, ahora Andr¨¦s se ve salpicado por otro esc¨¢ndalo, esta vez de car¨¢cter financiero. Andr¨¦s de Inglaterra habr¨ªa aprovechado de forma fraudulenta su papel como representante del comercio exterior?brit¨¢nico para ayudar a uno de sus mejores amigos, el financiero multimillonario David Rowland, a fomentar?conexiones con potenciales clientes para Banque Havilland, la entidad que la familia posee en Luxemburgo.?As¨ª lo ha publicado el diario The Mail on Sunday, que ha tenido acceso a una serie de correos electr¨®nicos confidenciales.
Los Rowland son casi como de la familia para Andr¨¦s; han estado en Balmoral, han tomado t¨¦ con la reina y conocido al pr¨ªncipe Carlos e incluso Andr¨¦s ¡ªque se encarg¨® de descubrir una estatua de David¡ª ha calificado en alguna ocasi¨®n a su amigo como "una especie de hermano mayor postizo". Pero eran m¨¢s que eso. El diario brit¨¢nico afirma que Andr¨¦s ayud¨® a los Rowland mantener reuniones con clientes de alto poder adquisitivo, a los que ¨¦l les presentaba durante sus giras oficiales desde su poderoso papel, no solo como embajador, que mantuvo durante una d¨¦cada, sino como hijo de Isabel II. David Rowland ofrecer¨ªa a esos clientes que le llegaban a trav¨¦s de su amigo ¡ªentre los que hab¨ªa miembros de familias reales, jefes de Estado y de Gobierno, instituciones oficiales...¡ª invertir en fondos offshore libres de impuestos.?
Andr¨¦s habr¨ªa dado acceso al banquero a documentos confidenciales del Gobierno que, obviamente, no ten¨ªa derecho a conocer. Incluso ¡ªsiempre seg¨²n las revelaciones del Mail¡ª el duque de York habr¨ªa llegado a tener, hasta el pasado mes de marzo, un negocio a medias (¨¦l pose¨ªa el 40%) con la familia Rowland en un para¨ªso fiscal, las islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas, y ten¨ªa intenci¨®n de participar como socio financiero en ese banco de los Rowland que ¨¦l mismo ayudaba a crecer. Una serie de actividades, declaraciones y actitudes que?demuestran que la ca¨ªda desgracia de Andr¨¦s es ya imparable.
El modus operandi era tan sencillo y natural como lo era el papel del pr¨ªncipe y su relaci¨®n con los Rowland. ?l viajaba a pa¨ªses como China?o Arabia Saud¨ª y en sus reuniones se llevaba al hijo y sucesor de David, Jonathan, y all¨ª le presentaba a ricos magnates. Por ejemplo, en China le consigui¨® una reuni¨®n con el empresario Louis Cheung, presidente de la corporaci¨®n de seguros Ping An, valorada en 200.000 millones de euros. En Arabia Saud¨ª se reunieron, ambos, con el segundo hijo del rey,?el pr¨ªncipe?Sultan bin Salman bin Abulaziz al Saud. Un intercambio de correos evidencia que, tras esa reuni¨®n, Rowland ya se presentaba ante los saud¨ªes directamente como un intermediario de la familia real brit¨¢nica.?En Islandia, por ejemplo, Andr¨¦s solicit¨® un memorando sobre la situaci¨®n financiera del pa¨ªs aprovechando su posici¨®n y se lo pas¨® a los Rowland, que meses antes hab¨ªan comprado parte de un banco island¨¦s por 100 millones de euros.
Este asunto financiero se intercala con?el caso Epstein, puesto que ambos se solapan en el tiempo: cuando Andr¨¦s ya sab¨ªa que su papel de embajador se tambaleaba a causa del esc¨¢ndalo de abusos sexuales, los Rowland le propon¨ªan seguir manteniendo sus actividades comerciales comunes "bajo cuerda", como se lee en los correos electr¨®nicos filtrados. "Me gusta tu forma de pensar", le responde el pr¨ªncipe Andr¨¦s con sorna al hijo de David Rowland.
Los Rowland llevan d¨¦cadas vinculados a los duques de York. El patriarca, David, es un magnate inmobiliario de 74 a?os con una fortuna estimada en m¨¢s de 700 millones de euros y que ayud¨® a Sarah Ferguson, la exesposa de Andr¨¦s, cuando estaba ahogada en deudas, pagando m¨¢s de 50.000 euros que ella deb¨ªa. Rowland lleg¨® a formar parte del partido conservador brit¨¢nico ¡ªfue su tesorero¡ª, pero tuvo que dimitir en 2010 por un esc¨¢ndalo alrededor de sus negocios. Su hijo Jonathan es quien le sucede y quien mantiene una cercana relaci¨®n con Andr¨¦s.
Los correos habr¨ªan llegado a o¨ªdos del pr¨ªncipe Carlos el pasado agosto a trav¨¦s de un confidente. El heredero ha actuado como cortafuegos de la situaci¨®n de su hermano en el caso Epstein, presionando a su madre para sacarle de la instituci¨®n y ayudarle a limpiarla. Ya sab¨ªa que el del magnate neoyorquino no era el ¨²nico secreto sucio que guardaba su hermano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.