Carlos de Inglaterra contra Andr¨¦s: de c¨®mo el heredero sali¨® reforzado de la lucha con su hermano d¨ªscolo
El hijo mayor de Isabel II ha estado detr¨¢s de la retirada del duque de York, en una actuaci¨®n que pone de relieve las tensas relaciones entre los pr¨ªncipes
La ca¨ªda en desgracia de Andr¨¦s de Inglaterra ha salpicado a toda la familia real brit¨¢nica. Aunque su intenci¨®n era cortar de ra¨ªz cualquier implicaci¨®n de los Windsor con el magnate Jeffrey Epstein?¡ªque se suicid¨® en la c¨¢rcel el pasado verano cuando cumpl¨ªa pena por delitos de explotaci¨®n y tr¨¢fico sexual¡ª, los primeros d¨ªas han generado titulares y sacado a la luz controversias. Una de ellas y principal es la que muestra la frialdad entre Andr¨¦s y su hermano mayor, el pr¨ªncipe Carlos. Porque precisamente el heredero al trono ha sido el instigador de que el tercer hijo de Isabel II quede apartado de la vida p¨²blica. Algo que ha hecho que la imagen de Carlos salga fortalecida en lo institucional.
Seg¨²n da a conocer la prensa brit¨¢nica, Carlos de Inglaterra ha tenido un papel fundamental a la hora de apartar a su hermano de la vida p¨²blica, algo que se dio a conocer en un comunicado de palacio el pasado d¨ªa 20. Despu¨¦s de una entrevista concedida en la BBC que le dej¨® en un p¨¦simo lugar, Andr¨¦s ha perdido el apoyo de 23 organizaciones, entre ellas la Real Filarm¨®nica y el Ballet Nacional Brit¨¢nico. Mantiene afiliaciones militares ¡ªtras su paso por la guerra de las Malvinas tuvo un cierto papel en el Ej¨¦rcito¡ª pero ya no participar¨¢ en sus actos.
Las diferencias entre Andr¨¦s y Carlos vienen de lejos, tan lejos como su infancia. Para empezar, los hijos de Isabel nacieron en dos ¨¦pocas muy distintas: Carlos y Ana en 1948 y 1950, respectivamente; y Andr¨¦s y Eduardo m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, en 1960 y 1964. Ambos se criaron en d¨¦cadas diferentes y pr¨¢cticamente con madres diferentes: Isabel II fue m¨¢s dura, firme y fr¨ªa con sus primeros hijos (especialmente con su heredero), mientras que con los segundos fue m¨¢s cercana, m¨¢s c¨¢lida. Algo que diferenci¨® sus crianzas y sus formas de ver el mundo y a la familia. Adem¨¢s, como ha dicho m¨¢s de un experto, Andr¨¦s se convirti¨® pronto en el favorito de su madre. Un favoritismo que ha demostrado este fin de semana: pese a apartarle de sus labores, no ha dudado en salir a montar a caballo con ¨¦l y, sobre todo, en dejarse ver. En 1996 un bi¨®grafo real llamado Ben Pimlott aseguraba: "Fue una madre menos natural con Carlos y Ana, y mucho m¨¢s amorosa con Andr¨¦s y Eduardo".?
En su edad adulta, Carlos ha podido reprocharle a su hermano su incapacidad para elegir bien sus tareas, sus amistades (ya sea con Epstein o con el?presidente de Kazajist¨¢n) y hasta sus romances. A mediados de los ochenta sali¨® con Koo Stark, una fot¨®grafa y actriz porno que le hizo ganarse el apelativo de Randy Andy, algo as¨ª como Andr¨¦s el Cachondo. Luego lleg¨® su matrimonio con Sarah Ferguson, que tambi¨¦n acab¨® de forma escandalosa y con quien conserva una estrecha y cuestionada amistad.
Un documental emitido a principios de a?o por Channel Five tambi¨¦n dejaba ver las desavenencias entre los hermanos.?"Durante buena parte de su vida, Andr¨¦s fue el repuesto [de Carlos] y fue alguien muy importante", relataba en el mismo?Richard Kay, experto en la casa real brit¨¢nica. "Era el n¨²mero dos, el segundo hijo var¨®n de la reina y, si a Carlos le pasaba algo, era Andr¨¦s quien se har¨ªa cargo". Pero Kay tambi¨¦n explicaba que Carlos le hab¨ªa confesado:?"El problema con mi hermano Andr¨¦s es que quiere ser igual que yo".
En los ¨²ltimos a?os Carlos quiere marcar territorio, empezando a dejar fuera del c¨ªrculo m¨¢s exclusivo de la Corona a sus hermanos y, por supuesto, a sus sobrinos. Uno de los gestos que dejaron ver la divisi¨®n entre hermanos fue el Jubileo de 2012. Isabel II cumpl¨ªa 50 a?os en el trono y Carlos quiso demostrar qui¨¦n ser¨ªa el siguiente en ocuparlo. Por eso no permiti¨® que sus hermanos estuvieran en el balc¨®n del palacio de Buckingham durante el saludo real. Solo Isabel II, Carlos y Camila, Guillermo y Kate (casados un a?o antes y cuya irrupci¨®n como pareja hizo casi invisible al resto de la familia) y un entonces soltero Enrique salieron a saludar a la multitud. Como?explicaba al Daily Beast hace un a?o?el historiador Robert Lacey, consultor de la serie?The Crown: "Carlos est¨¢ dejando muy claro que ve un rol p¨²blico m¨ªnimo para sus hermanos y ninguno en absoluto para los hijos de ellos".?
Tanto que uno de los ¨²ltimos feos que le hizo fue a trav¨¦s de Camilla. La esposa de Carlos no acudi¨® a la boda de Eugenia, la hija de Andr¨¦s, en octubre del a?o pasado. Dijo, simplemente, que ten¨ªa invitados en su casa de Escocia: hasta la excusa era mala. Carlos lleva tiempo haciendo de menos a Eugenia y Beatriz de York: Andr¨¦s pretende que sus hijas tengan un empleo a costa del erario p¨²blico, mientras que su hermano lleva a?os frenando esa idea.
Unos meses despu¨¦s de aquella boda, su poca conexi¨®n se hac¨ªa evidente en la fiesta por el 50? aniversario del nombramiento oficial de Carlos como pr¨ªncipe de Gales. Tuvo lugar en marzo. Eduardo ten¨ªa que trabajar y Ana acudi¨®, pero no Andr¨¦s. Ah¨ª ni siquiera hubo excusa. Lo que se desconoce es si el tercero de los hermanos no asisti¨® por decisi¨®n propia o si ni siquiera estaba invitado.
Seg¨²n ha explicado un amigo de la familia a?The Daily Beast, "las rabietas de Carlos son bien conocidas. Debe estar terriblemente furioso con todo esto". De ah¨ª que incluso algunos medios apunten a que, cuando llegue al trono, despoje a su hermano de sus t¨ªtulos ¡ªaunque no parece probable que del de Alteza Real¡ª y le retire sus privilegios. "Carlos no quiere heredar una corona rota, ara?ada y hundida por los esc¨¢ndalos", explica al mismo medio Christopher Andersen, autor de varios libros sobre la monarqu¨ªa brit¨¢nica. "Una vez convertido en rey, le quitar¨¢ todos sus privilegios, tareas y responsabilidades y le pondr¨¢ bajo el equivalente de la realeza al arresto domiciliario, en la que su libertad para perseguir sus apetencias personales se ver¨¢ significativamente limitada".
Carlos est¨¢ a punto de volver a Inglaterra tras su gira por Nueva Zelanda, que se ha visto empa?ada por este esc¨¢ndalo. En su tour, sonriente y cercano, no ha querido responder a las preguntas de los periodistas sobre Andr¨¦s.?No s¨®lo es una cuesti¨®n de Carlos: tambi¨¦n su hijo Guillermo, segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono, le ha pedido a la reina que actuara y se est¨¢ implicando cada vez m¨¢s a fondo en las decisiones que afectan a la instituci¨®n que heredar¨¢.
Como relatan algunos tabloides que citan a fuentes de palacio, "la reina le ha dicho a Andr¨¦s que cuenta con su apoyo, pero que su hermano Carlos tendr¨¢ unas duras palabras con ¨¦l cuando llegue a casa". "Carlos le va a exigir saber c¨®mo diablos ha podido dejar que esto suceda, qui¨¦n le ha asesorado y por qu¨¦ no se le consult¨® acerca de la entrevista", aseguran conocedores el caso. El amor de su madre est¨¢ ah¨ª, pero el de su hermano no es, ni de lejos, igual de incondicional.
Ana y Eduardo: los hermanos trabajadores
La ¨²nica mujer y el menor de los hijos de Isabel II son respetados por el pueblo y tambi¨¦n desde dentro de la instituci¨®n porque, b¨¢sicamente, trabajan.
Ana es discreta y sus hijos, que la han hecho abuela, tambi¨¦n lo son. Pese a que fue uno de los primeros miembros de la familia real brit¨¢nica en divorciarse (en 1992,?de su primer marido, el capit¨¢n Mark Phillips), el esc¨¢ndalo fue limitado y se acot¨® a base de trabajo y m¨¢s trabajo. Lleg¨® a competir en los Juegos de Montreal de 1976. Bajo el t¨ªtulo de princesa real, preside m¨¢s de 300 asociaciones y tiene m¨¢s de 500 actos al a?o.
Eduardo, el benjam¨ªn, explota la misma vena. Est¨¢ especialmente implicado con las causas de la Fundaci¨®n Duque de Edimburgo, t¨ªtulo que previsiblemente hereder¨¢ cuando muera su padre, y fue por esas tareas por las que se perdi¨® la fiesta del 50? aniversario de Carlos de Inglaterra como pr¨ªncipe de Gales. Adem¨¢s de trabajador y discreto, cuenta con el apoyo de su esposa, Sophie, que poco a poco se ha convertido en la que, dicen, es la nuera favorita de Isabel II.
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