Hable con ellas
La nueva Comisi¨®n arranca entre la ilusi¨®n por la novedad y el escepticismo de los que pierden la fe en el proyecto europeo
Cuando en c¨ªrculos europeos se habla de Ursula von der Leyen, la nueva presidenta de la Comisi¨®n Europea, y de la ingente tarea que afronta, se oye un comentario con un deje de admiraci¨®n: ¡°Ha criado a 7 hijos¡±. Ciertamente es un cambio. La maternidad, o en la mayor¨ªa de los casos la paternidad, no era un factor que contara demasiado a la hora de valorar a los l¨ªderes.
La nueva Comisi¨®n arranca entre la ilusi¨®n por la novedad y el escepticismo de los que pierden la fe en el proyecto europeo; entre la frescura de ver a dos mujeres frente a dos de las principales instituciones ¡ªChristine Lagarde preside el Banco Central Europeo¡ª y lo ambicioso del reto; entre un sentido de urgencia y la incertidumbre econ¨®mica y geopol¨ªtica.
Antes incluso de tomar posesi¨®n, Von der Leyen (VdL) se ha autoimpuesto un m¨¢s que exigente plan para sus primeros 100 d¨ªas: lanzar un Green Deal europeo; proponer un sistema legal para un salario m¨ªnimo justo; promover medidas de transparencia en los sueldos para alcanzar igualdad de g¨¦nero; e iniciar una legislaci¨®n que tenga en cuenta las implicaciones humanas y ¨¦ticas de la inteligencia artificial. Casi nada.
Y adem¨¢s se ha propuesto organizar una gran conferencia sobre el futuro de Europa, cuyo proceso comenzar¨¢ en 2020 y culminar¨¢ en 2022, y en la que, seg¨²n la propia VdL, ¡°los ciudadanos europeos tendr¨¢n un papel destacado y activo¡±.
No se sabe a¨²n qu¨¦ forma tendr¨¢ ni c¨®mo se llegar¨¢ a ella, pero en su esp¨ªritu est¨¢ escuchar a las ciudadan¨ªas de la Uni¨®n sobre c¨®mo dise?ar el porvenir de su casa com¨²n.
El ejercicio recuerda a las consultas ciudadanas celebradas en la UE el a?o pasado con similar prop¨®sito y escasos resultados pr¨¢cticos. Pero evoca, sobre todo, el gran debate nacional lanzado por el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron tras la crisis de los chalecos amarillos. Entre enero y marzo de 2019 m¨¢s de 500.000 franceses han participado en 10.000 reuniones en todo el pa¨ªs. Su web recibi¨® m¨¢s de 1,8 millones de contribuciones.
La mayor cr¨ªtica recibida es que sus resultados no han tenido un reflejo directo en las pol¨ªticas del Gobierno galo. Pero el debate s¨ª ha servido para movilizar una conversaci¨®n general sobre los temas que realmente preocupan a la sociedad francesa, un ejemplo de democracia abierta.
VdL corre asimismo el riesgo de que su esfuerzo pierda credibilidad si no encuentra el modo de trasladar las conclusiones de esta futura conversaci¨®n a las acciones de su mandato. En cualquier caso, en estos tiempos de sordera y ruido, todo lo que sea dialogar y escuchar debe ser bien recibido. As¨ª que s¨ª, presidenta. Escuche a las ciudadan¨ªas europeas. Hable con ellas.
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