Coacci¨®n a¨¦rea
El acuerdo de Ryanair en Girona debe ser investigado por la autoridad laboral
La compa?¨ªa a¨¦rea Ryanair ha llegado a un acuerdo con sus empleados del centro de Girona cuyo contenido despierta graves recelos y sospechas fundadas de abuso. Los trabajadores fueron obligados a dar su consentimiento en el plazo de una semana a una reducci¨®n dr¨¢stica de sus derechos salariales y contractuales a cambio de salvar las instalaciones del centro de la compa?¨ªa en Girona y sostener el empleo. Las nuevas condiciones de trabajo son onerosas y ventajistas: los 160 trabajadores han tenido que renunciar a su antig¨¹edad, en algunos casos de hasta 15 a?os; sus puestos de trabajo estables se han convertido en fijos discontinuos; los salarios se han recortado en hasta el 25% y la categor¨ªa laboral, hasta ahora de ¡°tripulantes de cabina¡±, se ha rebajado a ¡°agentes al servicio del cliente¡±.
Este cambio dr¨¢stico en las condiciones laborales se ha negociado sin que la compa?¨ªa pague indemnizaci¨®n alguna por las p¨¦rdidas contractuales de los trabajadores; y se ha comunicado a los damnificados de forma coactiva, amenazando con despidos a los que no firmen. El centro de Girona, a pesar de la inmolaci¨®n laboral de los empleados, dejar¨¢ de ser una base permanente para convertirse en una meramente estacional.
Editoriales anteriores
La conducta de Ryanair tiene que ser examinada con todo detalle por las autoridades a¨¦reas y por la Generalitat. El primer paso es que una autoridad laboral competente dictamine si el proceso de negociaci¨®n ha sido correcto y los nuevos contratos son legales. Porque si bien las modificaciones contractuales son de car¨¢cter individual, un cambio en la contrataci¨®n de una mayor¨ªa de la plantilla deber¨ªa estar sometido a una negociaci¨®n colectiva. As¨ª pues, el acuerdo podr¨ªa ser ilegal, en cuyo caso tendr¨ªa que ser anulado y sancionada la compa?¨ªa.
Ryanair ha recibido ayudas p¨²blicas de la Generalitat, que ahora deber¨ªan revisarse. Cabr¨ªa por lo tanto exigirle un cierto grado de compromiso en sus actividades en Espa?a y un respeto a la obligaci¨®n de dialogar con los poderes p¨²blicos, con los sindicatos y con los trabajadores antes de cambiar las reglas del juego; respeto que, a tenor de las informaciones conocidas, ha brillado por su ausencia. En cuanto a la respuesta de la Generalitat ante este tr¨¢gala laboral, ha sido pusil¨¢nime y da?ina para sus intereses pol¨ªticos. Sostener que es un gran logro ¡°la continuidad del centro¡± equivale a dar por hecho que en el futuro se permitir¨¢ cualquier tipo de p¨¦rdidas de calidad contractual, del empleo y de la inversi¨®n a cambio de una presencia reconocida de una empresa en el territorio, aunque sea testimonial.
Las l¨ªneas de bajo coste atraviesan por una dura transformaci¨®n del negocio. Empresas como Ryanair se ven empujadas a reducir sus costes como ¨²nico recurso para mantener la rentabilidad. Pero llega un punto en que los recortes superan los l¨ªmites de sensatez. Buena muestra del desorden en el que pueden incurrir las l¨ªneas low cost es el caso del vuelo Barcelona-Santander, operado por Ryanair; el aparato que sirve el trayecto llega entre 20 minutos y media hora antes de que abran las instalaciones c¨¢ntabras y tiene que volar en c¨ªrculos durante ese periodo de tiempo antes de aterrizar. El episodio revela una descoordinaci¨®n absurda entre la aerol¨ªnea y el aeropuerto. Si la lucha contra el cambio clim¨¢tico va en serio, la l¨ªnea deber¨ªa suspenderse de inmediato, y los incre¨ªbles responsables del desaguisado, investigados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.