Lo preferible y lo detestable
No es f¨¢cil saber cu¨¢l es el prop¨®sito del presidente en funciones, m¨¢s all¨¢ de permanecer en el poder
En el asombroso mundo de Pedro S¨¢nchez, la forma de garantizar la estabilidad del pa¨ªs a corto plazo consiste en llegar a un acuerdo con una fuerza pol¨ªtica cuyo objetivo a largo plazo es desmontar el Estado. No es f¨¢cil saber cu¨¢l es el prop¨®sito del presidente en funciones, m¨¢s all¨¢ de permanecer en el poder, pero parece que su idea del largo plazo puede llegar aproximadamente de aqu¨ª hasta el martes.
Esquerra, en cambio, s¨ª tiene un objetivo: ensanchar la base independentista hasta alcanzar una mayor¨ªa que permita la secesi¨®n. Tiene la capacidad de marcar los tiempos, de dar un apoyo a cambio de casi nada para pedirlo casi todo m¨¢s tarde. Puede modificar los marcos poco a poco, para normalizar lo excepcional, borrar las distinciones y gripar los mecanismos institucionales. De la Corona a los jueces, se trata de desautorizar al Estado. El l¨¦xico con el que plantea las condiciones recuerda a la teor¨ªa del cuento y el iceberg de Hemingway: el di¨¢logo con Catalu?a significa silenciar a la parte de Catalu?a que tiene las opiniones equivocadas, activar la v¨ªa pol¨ªtica implica clausurar las dem¨¢s, el di¨¢logo entre iguales se?ala que unas autonom¨ªas son m¨¢s iguales que otras. Son frases donde lo que es cierto es obvio y lo que no es obvio no es cierto: hay un conflicto pol¨ªtico, como dice ahora el Gobierno, pero no solo eso, que es lo que insin¨²a el sintagma.
Esquerra tiene el peligro de la sobrepuja con otras fuerzas independentistas y un historial de errores estrat¨¦gicos. Y le puede afectar la velocidad de la pol¨ªtica espa?ola, que se ha acelerado sin que quede claro si va hacia alguna parte. Sabe, como el PSOE sabe de Esquerra, que la traici¨®n mutua es lo ¨²nico seguro de este acuerdo. A fin de cuentas, S¨¢nchez es sobre todo una percha: te dejar¨¢ colgado.
Parece improbable, por la trayectoria del partido y su situaci¨®n actual, adem¨¢s de la falta de inter¨¦s que ha manifestado S¨¢nchez, pero Ciudadanos podr¨ªa arriesgarse a evitar que Esquerra decida. Es un sapo dif¨ªcil de tragar: por la volubilidad narcisista de S¨¢nchez, por la presencia de UP, porque la doctrina del mal menor es tambi¨¦n ceder a un chantaje de S¨¢nchez, porque la decisi¨®n puede tener un grav¨ªsimo peaje electoral: el rey Lear prefer¨ªa a sus hijas que no lo quer¨ªan a la lealtad de Cordelia. Pero esperar a que fracase S¨¢nchez tambi¨¦n es arriesgado para todos. Nunca es la lucha del bien contra el mal, dec¨ªa Aron, sino entre lo preferible y lo detestable. @gascondaniel
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