Walt Disney est¨¢ congelado: el origen de una mentira que convenci¨® a medio mundo
Al morir el padre de Mickey Mouse naci¨® un rumor en cuyo origen tuvo mucho que ver el comportamiento de su familia

Tal d¨ªa como hoy en 1966 Walt Disney fallec¨ªa en el hospital Saint Joseph de Burbank. Fumador compulsivo, solo unas semanas antes se hab¨ªa sometido a un examen m¨¦dico porque se quejaba de fuertes dolores de espalda. Los doctores descubrieron que ten¨ªa un tumor cancer¨ªgeno en el pulm¨®n izquierdo. Fue operado el 30 de noviembre, pero los m¨¦dicos no pudieron atajar la enfermedad y solo dos semanas despu¨¦s el padre de Mickey Mouse y el pato Donald dejaba hu¨¦rfanos a sus personajes, as¨ª como a sus hijas Diana y Sharon, y viuda a Lillian, su esposa. Con su desaparici¨®n, naci¨® una leyenda que todav¨ªa hoy hay mucha gente en todo el mundo que da por cierta: que su cuerpo fue congelado antes de su muerte para resucitarlo en el futuro, cuando la ciencia m¨¦dica sea capaz de curarlo.
?De d¨®nde sale un bulo que hasta su amigo Salvador Dal¨ª lleg¨® a propagar en su d¨ªa, convencido de su veracidad? El primer factor que aviv¨® la leyenda fue el comportamiento de la familia. Repasemos sus actos. Cuando los m¨¦dicos anunciaron a Walt que sufr¨ªa c¨¢ncer, se confabularon para que la noticia no llegara a los medios. En aquella ¨¦poca Disney estaba a la cabeza de un enorme imperio que ya sumaba adem¨¢s de la productora de dibujos animados, un parque tem¨¢tico en Anaheim (California), Disneylandia, y otro ya proyectado y a punto de iniciar a construirse, Disneyworld, en Orlando (Florida).

Probablemente solo se trataba de no preocupar a los mercados. Por eso, tras la fallida intervenci¨®n en la que llegaron a extirparle el pulm¨®n, el 5 de diciembre, d¨ªa de su 65 cumplea?os, Disney recibi¨® a la prensa en el propio hospital y pos¨® sonriente para los fot¨®grafos mientras dibujaba a sus famosos personajes. La versi¨®n oficial: estaba all¨ª por un chequeo rutinario. Nada de lo que preocuparse.
Cuando falleci¨® diez d¨ªas despu¨¦s por una parada cardiorrespiratoria, nadie pod¨ªa cre¨¦rselo, el p¨²blico estadounidense acababa de verlo fresco como un rosa. Qu¨¦ raro, ?no? En las siguientes horas, los comportamientos supuestamente sospechosos continuaron. A pesar de la expectaci¨®n que la muerte del gran creador provoc¨®, la familia decidi¨® moderar tanto entusiasmo y enterrarlo en la m¨¢s estricta intimidad. Nada de capillas ardientes ni funerales multitudinarios. Son muy pocas las personas que llegaron a ver el cuerpo y muchas las que empezaron a tener la mosca detr¨¢s de la oreja.
La guinda para los conspiranoicos fue que los herederos pidieron que no se enviaran flores ni coronas al cementerio. En su lugar, propusieron, pod¨ªan emplear ese dinero en donaciones al Instituto de las Artes de California, fundado por el propio Disney. No hac¨ªa falta saber m¨¢s. Los m¨¢s suspicaces vieron en esta desmanda un oscuro desv¨ªo de dinero para financiar el proceso de criogenizaci¨®n del genio, que era algo car¨ªsimo. Porque en aquella ¨¦poca, esto s¨ª que es verdad, las cl¨ªnicas que investigaban esta t¨¦cnica empezaban a brotar como champi?ones. A la muerte de Disney exist¨ªan m¨¢s de cinco centros en Estados Unidos que experimentaban esto de la animaci¨®n suspendida a muy baja temperatura, o sea en nitr¨®geno l¨ªquido.

Cuando dos d¨ªas despu¨¦s del fallecimiento, Disney fue incinerado y sus restos, enterrados en el pante¨®n que la familia ten¨ªa en el cementerio Forest Lawn Memorial Park de Glendale, en Los ?ngeles, el p¨²blico ya estaba dispuesto a creerse cualquier cosa. All¨ª, por cierto, reposan tambi¨¦n Errol Flynn y Humphrey Bogart ajenos a todos los rumores que circulan sobre su vecino.
Pero no solo hay que echarle la culpa a la familia. Unas oportuna declaraciones de Bob Nelson, presidente de la hoy extinta Sociedad Criog¨¦nica de California tambi¨¦n contribuyeron lo suyo a atizar el fuego. El hombre asegur¨® a Los Angeles Times que Disney quer¨ªa que lo congelaran: ¡°De hecho¡±, se?alaba, ¡°mucha gente cree que fue congelado y que sus restos reposan en el s¨®tano de su casa. La realidad es que perdi¨® la oportunidad por poco. Nunca lo especific¨® por escrito, as¨ª que su familia opt¨® por la incineraci¨®n. (¡) Dos semanas despu¨¦s de su muerte, congelamos al primer ser humano¡±. La t¨ªpica forma de negarlo, pero no del todo, al tiempo que promocionas una t¨¦cnica revolucionaria de tu invenci¨®n. La gente, claro, entendi¨® lo que quer¨ªa entender.
Desde entonces, Roy Disney, sobrino de Walt y tambi¨¦n cineasta, no se ha cansado de desmentir la leyenda cada vez que le han preguntado por ella. ?l tiene su propia versi¨®n de por qu¨¦ todo el mundo cree que su t¨ªo est¨¢ congelado: ¡°?De donde viene la leyenda? De las ganas de que Disney viviese... ?Ojal¨¢! De nuestra ansia de inmortalidad¡±, asegur¨® en 2004.
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