Aritm¨¦tica legislativa
La protesta social ha dejado ver de forma n¨ªtida la situaci¨®n de ingobernabilidad del presidente Duque
Colombia vive desde hace algunas semanas una situaci¨®n in¨¦dita. Tal vez estamos en un nuevo pa¨ªs: marchas, paros, bloqueos y resultados electorales incre¨ªbles han sido habituales en los ¨²ltimos d¨ªas. La protesta social ha dejado ver de forma n¨ªtida la situaci¨®n de ingobernabilidad del presidente Iv¨¢n Duque. Al final, todo ha concluido en que el Congreso de la Rep¨²blica tendr¨¢ la ¨²ltima palabra. Varias leyes cursan por el legislativo, las cuales son avaladas por el Gobierno pero est¨¢n en contra de lo que han pedido centenares de miles de personas en las calles. La ley de crecimiento econ¨®mico o reforma tributaria es el mejor ejemplo. Igualmente, cualquier acuerdo entre el Ejecutivo y los manifestantes deber¨¢ pasar por el Congreso. Esta situaci¨®n ha creado un r¨¦gimen parlamentario de facto, en tal vez el pa¨ªs m¨¢s centralista y con uno de los reg¨ªmenes presidenciales m¨¢s fuertes en la regi¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Generalmente, el legislativo era una extensi¨®n del Ejecutivo, pues la mayor¨ªa de los mandatarios gozaban de un fuerte control. Cuando hab¨ªa cierta rebeld¨ªa, la disputa se solucionaba con puestos burocr¨¢ticos, proyectos de inversi¨®n a nombre de congresistas o remesones ministeriales. Sin embargo, esta vez hay un pa¨ªs cambiando. Se han presentado tres situaciones.
Por un lado, las votaciones de 2018 dejaron ver un pa¨ªs diferente, los partidos tradicionales fueron castigados, mientras que las colectividades de voto de opini¨®n subieron como la espuma. La ciudadan¨ªa castig¨® la corrupci¨®n, el clientelismo y, claro, aquella estrategia de los partidos atrapatodo, es decir, colectividades que abarcan pol¨ªticos de derecha e izquierda y que incluso prometen cosas contradictorias. Adem¨¢s, en las elecciones locales del pasado 27 de octubre recibieron un recado similar. Esta vez, votar reformas legislativas les pasar¨¢ factura en las pr¨®ximas elecciones nacionales del 2022. Esta ha sido una de las razones por las que partidos tradicionalmente gobiernistas y clientelistas como el Liberal o Cambio Radical no han acompa?ado al presidente Duque en varias de sus iniciativas.
En segundo lugar, el mandatario ha modificado las negociaciones tradicionales entre el partido de Gobierno y los partidos pol¨ªticos para lograr mayor¨ªas en el legislativo. En lo fundamental, no ha entregado ministerios y entidades importantes del orden nacional a los partidos tradicionales. Esos cargos los ha dejado, en su mayor¨ªa, para su partido, el Centro Democr¨¢tico, o el Partido Conservador que forma parte de su coalici¨®n de Gobierno. En cambio, ha llevado a cabo una estrategia de negociaci¨®n uno a uno con congresistas a cambio de muy poco, pero lo suficiente para que aquellos cedan. En todo caso esta combinaci¨®n de estrategias no le ha permitido lograr mayor¨ªas estables en el Congreso.
En tercer lugar, Colombia en los ¨²ltimos a?os ha tenido un proceso de ideologizaci¨®n importante en el sector m¨¢s joven de la sociedad. La derecha radical basada en el fanatismo cristiano y lo que se podr¨ªa denominar la nueva izquierda ambientalista y animalista est¨¢n creciendo de forma fuerte. Dicha situaci¨®n ha llevado a que los diferentes partidos est¨¦n realizando una alineaci¨®n ideol¨®gica. Ahora, deben explicar mucho para moverse en apoyo de propuestas que van contra sus postulados misionales.
Un pa¨ªs en la calle y un Gobierno que no encuentra rumbo concluy¨® en que el Congreso sea el jugador principal para el 2020. Incluso, aunque el Gobierno ceda en entregar cargos burocr¨¢ticos a todo dar, esta vez los partidos lo pensar¨¢n y la negociaci¨®n no ser¨¢ f¨¢cil. Todo indica que el partido que lidera el expresidente Cesar Gaviria y el exvicepresidente Vargas Lleras ser¨¢n los que inclinen la balanza para un lado o para el otro. Del lado de la oposici¨®n los Verdes, la Colombia Humana y el Polo no se mover¨¢n. En la coalici¨®n de Gobierno, el Centro Democr¨¢tico, los conservadores y los partidos cristianos tampoco se mover¨¢n. En la mitad queda el Partido de la U, que se encuentra dividido casi que a la mitad; los Liberales y Cambio Radical. All¨ª estar¨¢ el poder de decisi¨®n. Cada partido deber¨¢ hacer cuentas para no salir lastimado de esta Colombia diferente.
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