Envasados al vac¨ªo

Esta semana mi tel¨¦fono ha sonado poco, lo contrario que el de La Moncloa, que no ha parado de sonar. Acompa?ado de ese silencio me he entregado a ver la televisi¨®n, Instagram y Twitter y pude confirmar que la ¨²nica cosa que une a las redes sociales con los medios de comunicaci¨®n antiguos es el alarmismo. Tanto en la pol¨ªtica del coraz¨®n como en el coraz¨®n de la pol¨ªtica. No sabemos qu¨¦ pasar¨¢ con la formaci¨®n del Gobierno pero s¨ª o¨ªmos mucho ruido.

Entre esa metralla, suena en Instagram una orquesta al m¨¢s puro estilo Broadway y es la nueva canci¨®n de Isabel Pantoja, Enam¨®rate, que fusiona un poco de jazz con la copla y la balada, tres puntales que la reina de la copla lleva en su voz y alma desde hace d¨¦cadas. A todo esto, Pantoja incorpora un sorprendente cambio de look que sus peluqueros detallan en las revistas del coraz¨®n. Es una melena hiperrizada, barroca, que muchos comparan con Beyonc¨¦ pero que tambi¨¦n tiene algo de Shirley Temple racial. Da igual si gusta o no, si le sienta bien o no, porque hay algo en la nueva Pantoja que te reconcilia con ella y con el Universo. Pantoja no gan¨® Supervivientes este a?o pero hizo ganar cifras extraordinarias de audiencia. Y sin ser la campeona consigui¨® un triunfo m¨¢s espectacular: lavar y mejorar su imagen ante esa audiencia absorta y millonaria. Ahora con nuevo disco y aspecto, Pantoja nos convoca e invita a dejarnos de peleas y a enamorarnos. ?Podr¨ªan poner su Enam¨®rate en el Congreso antes de la sesi¨®n de investidura! Es cierto que no consigue conciliar a su familia, sus hijos se niegan a darse la mano o a acudir a Cantora por Navidad. Pero ella logra proyectar ese deseo de empezar de nuevo, imaginarse el 2020 como algo mejor, una nueva d¨¦cada, una nueva esperanza. Quiz¨¢s suceda que los chamanes de esta era necesiten alimentarse de conflictos familiares para inyectarnos de esperanza a su p¨²blico.

Atra¨ªda por ese mismo deseo, Norma Duval vuelve a posar junto a sus hijos en ?Hola!, normalizando la Navidad. Soy de esa generaci¨®n que madur¨® viendo crecer a los hijos de la supervedette y confieso que llevaba un tiempo preocupado por c¨®mo estar¨ªan los chicos pasados estos a?os. Afortunadamente, siguen igual de atractivos y con un nieto para Norma, que reconoce que sus hijos llevan a?os sin hablar con su padre, Marc Ostarcevic, f¨ªsicamente ausente en estas fotos aunque presente por su ADN. Empiezo a pensar que una Navidad sin familias disyuntivas no es lo normal. Duval aparece en estas instant¨¢neas como una supermujer que ha conseguido sustituir el escenario por las distintas estancias de su casa, donde posa relajada y mejor iluminada que en cualquier otra parte. As¨ª, entre todo el ruido ambiental, observo a Norma Duval como ejemplo de la mujer empoderada. Madre y abuela escultural, due?a de sus decisiones, superviviente de sus matrimonios, con residencia intermitente en Suiza gracias a su nuevo noviazgo, ?puede haber algo que le falte por conseguir? Incluso acaricia al MeToo en un momento de la entrevista: ¡°Eso siempre ha pasado (el acoso) pero yo me sab¨ªa defender¡±. No cabe la menor duda vi¨¦ndola. ¡°Soy muy sincera, dir¨ªa genuina. Lo que ves es lo que hay¡±, finaliza y aceptas que el poder de los personajes del coraz¨®n es ofrecerte una fe, un ideario al que agarrarte cuando el ruido lo distorsiona casi todo.

Nadie m¨¢s lejos del ruidismo que Isabel y Tamara, como ahora titulan en ?Hola!?Ellas ilustran la portada mientras aprovechan para ense?arnos una cocina hiperfuturista. El principal reclamo es la ausencia de electrodom¨¦sticos a la vista, una lucha que mi marido mantiene conmigo desde el principio de nuestra relaci¨®n y que no consigue ganar. No quiere ning¨²n utensilio aportando ruido ambiental al silencio monacal de su cocina. En una sabrosa entrevista revelan que Tamara recibir¨¢ de regalo estas fiestas la envasadora al vac¨ªo que todos los que participamos en MasterChef so?amos poseer. No es barata pero es clave para adentrarte en elaboraciones novedosas. Puedes poner un muslo de ave con unas hojas de cilantro y al envasarla al vac¨ªo, el sabor de la carne se intensifica por el maridaje con la hierba. ?Qu¨¦ suerte tiene Tamara! Si me la regalaran, crear¨ªa un men¨² para astronautas. O meter¨ªa una carta pidiendo certidumbre y silencio y as¨ª, envasada al vac¨ªo, la enviar¨ªa a los Reyes Magos.