Prohibido hacer filosof¨ªa
Como ha escrito Clara Serra, ¡°Los criterios que pensamos que sirven para expulsar solo a ¡®los malos¡¯ acaban convirti¨¦ndose f¨¢cilmente en reglas que pueden servir para expulsar a cualquiera¡±
El profesor Pablo de Lora, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, deb¨ªa dar una ponencia en un seminario que organizaba esta semana el Barcelona Institute of Analytic Philosophy en la Universidad Pompeu Fabra. Cuando iba a intervenir, unos activistas impidieron que lo hiciese. Seg¨²n ha contado el profesor Jos¨¦ Luis Mart¨ª, comenzaron a acusar a De Lora, llam¨¢ndolo machista y tr¨¢nsfobo.
De Lora se?al¨® que se le vetaba seg¨²n un prejuicio. Su charla C¨®mo es ser un trans remit¨ªa a un texto cl¨¢sico de Thomas Nagel sobre los problemas para entender c¨®mo ven el mundo seres con esquemas cognitivos distintos del nuestro. Los activistas no hab¨ªan podido ver qu¨¦ dec¨ªa, y probablemente tampoco se hab¨ªan tomado la molestia de leer el reciente ensayo de De Lora, Lo sexual es pol¨ªtico (y jur¨ªdico). La acusaci¨®n ven¨ªa por una entrevista concedida a El Mundo.
En los ¨²ltimos a?os se han producido numerosos casos similares en las universidades estadounidenses. No se plantean en t¨¦rminos de libertad de expresi¨®n: todo el mundo dice que est¨¢ a favor de ella. Es un asunto casi religioso. Un objetivo noble se convierte en sagrado; todo lo que puede presentarse como contradictorio con ese objetivo es un tab¨². El silenciamiento se disfraza de autodefensa. Una preocupaci¨®n liberal adopta estrategias iliberales y desarrolla una cosmovisi¨®n dogm¨¢tica. (Como era previsible, grupos reaccionarios han copiado la t¨¢ctica).
En Espa?a estos fen¨®menos son menos frecuentes, pero ha habido algunos casos: la Universidad de A Coru?a suspendi¨® unas jornadas sobre la prostituci¨®n, se denunci¨® un congreso sobre la gestaci¨®n subrogada en la Universidad Carlos III. Resulta especialmente triste cuando los partidarios de eliminar el debate son tambi¨¦n docentes. Los m¨¢s intolerantes establecen las dimensiones del terreno: es contraproducente, empobrece la discusi¨®n y facilita la caricatura. Como ha escrito Clara Serra, ¡°los criterios que pensamos que sirven para expulsar solo a ¡®los malos¡¯ acaban convirti¨¦ndose f¨¢cilmente en reglas que pueden servir para expulsar a cualquiera¡±.
La universidad es un espacio para discutir las ideas. El trabajo de Pablo de Lora, que combina una actitud templada con el ¨¢nimo inquisitivo y a la vez ingenuo de quien se atreve a sorprenderse y cuestionar lo que damos por sentado, se parece mucho a lo que uno pensar¨ªa que es la filosof¨ªa. Parad¨®jicamente, esa es la raz¨®n por la que no pudo dar su charla en una universidad.@gascondaniel
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