Altavoz de lujo para insultos de baja estofa contra Greta Thunberg

Uno de los indeseables efectos colaterales de la Cumbre del Clima ha sido la cobarde proliferaci¨®n de insultos contra la joven activista Greta Thunberg en las redes sociales. Sobre an¨¢lisis de tuits, EL PA?S intent¨® el pasado d¨ªa 12 contarlo y diferenciar las infamias proferidas por hombres de las publicadas por mujeres. Sin embargo, el peri¨®dico cometi¨® varios errores que no han pasado desapercibidos a muchos lectores ni a expertos en el manejo de datos. Adem¨¢s, vulner¨® normas del Libro de Estilo.

Baile de titulares. De entrada, el titular de la informaci¨®n sufri¨® reiterados cambios que modificaban el sentido de la pieza. ¡°Hist¨¦rica, marioneta y ni?ata: los insultos que los hombres espa?oles dedican a Greta Thunberg en Twitter¡±, dec¨ªa el primer encabezamiento difundido en redes. En una posterior versi¨®n, se a?adi¨® ¡°puta¡±; m¨¢s tarde, se adjudicaron los ep¨ªtetos a ¡°hombres espa?oles¡± (no ¡°los¡±); despu¨¦s, volvi¨® a suprimirse ¡°puta¡± y finalmente qued¨® as¨ª: ¡°Hist¨¦rica, marioneta y majareta: los insultos que hombres (ni ¡°los¡± ni ¡°espa?oles¡±) dedican a Greta Thunberg en Twitter¡±.

El tema estuvo muy destacado en la portada de la web casi todo el d¨ªa, pero tanto cambio y de tanta profundidad en el encabezamiento puso de relieve las dudas que el enfoque de la historia despertaba en la Redacci¨®n. Esas modificaciones alarmaron a los lectores. F. Pajares me escribi¨®: ¡°?A los hombres espa?oles? ?As¨ª, en gen¨¦rico?¡± Lorenzo Mediano lament¨® la generalizaci¨®n: ¡°?Hombres? ?Los hombres? ?A elecci¨®n de qui¨¦n lo lea? Soy hombre y semejante t¨ªtulo me ofende¡±. Guillermo Ferrer: ¡°El titular de su noticia solo puede ser calificado de disparate¡±. O Alejandro F. P¨¦rez-Vais: ¡°Es un terrible error hablar de `hombres espa?oles?; en todo caso, `hombres hispanohablantes?¡±.

Amplificador de insultos. El peri¨®dico contribuy¨® a amplificar enormemente unas descalificaciones tan soeces lanzadas contra una persona concreta por ciudadanos sin ning¨²n tipo de representaci¨®n o relevancia. El Libro de Estilo exige restringir o eliminar descalificaciones, injurias o expresiones vulgares, salvo citas textuales ¡°siempre que procedan de una persona relevante¡±, que no es el caso. Incluso proh¨ªbe, con el mismo criterio, difundir como noticia ¡°las pintadas y las pancartas injuriosas¡±.

Algunos lectores se preguntan si el peri¨®dico ha abierto la puerta a recoger los insultos en redes contra el presidente del Gobierno u otros dirigentes pol¨ªticos.

Metodolog¨ªa. Se analizaron los 440.000 tuits ¡°escritos en castellano y que contuvieran la palabra Greta¡± del 20 de noviembre al 11 de diciembre. Mediante la herramienta T-Hoarder, se encontraron 14.000 tuits y retuits con insultos. La pieza inclu¨ªa una tabla de nueve ep¨ªtetos ordenados por el porcentaje adjudicado a tuits de hombres: la encabezaba ¡°hist¨¦rica¡± (79% de menciones por parte de hombres), ¡°est¨²pida¡± (78%) y ¡°puta¡± (72%), y la cerraba ¡°marioneta¡± (57%).

Hubo tres tropiezos: cambios significativos en el titular, difusi¨®n gratuita de ofensas soeces contra Greta Thunberg y lagunas en la presentaci¨®n de los datos

En la pieza faltaban datos clave para una mejor comprensi¨®n de la misma:

1. Se echaban de menos, por ejemplo, las cifras de mensajes por cada insulto (solo hab¨ªa porcentajes). Los firmantes del texto me han facilitado los datos: ¡°hist¨¦rica¡±, que encabezaba la tabla y el titular, era mencionado 1.529 veces, y ¡°marioneta¡±, 2.034. ¡°Puta¡± era el menos empleado de los insultos (1.005 menciones) y, sin embargo, fue destacado en el titular.

2. A pie de p¨¢gina se indicaba que tambi¨¦n se hab¨ªa empleado la herramienta Genderizer, que selecciona sexos por nombre de pila con fiabilidad relativa (40%). Por eso, de las 14.000 menciones insultantes, solo se infiri¨® el g¨¦nero en 6.800, que es la cifra con la que se elabor¨® la tabla. Se debiera haber incluido este dato para comprender mejor el relato.

De todo ello se deduce que se expusieron conclusiones sobre ¡°una muestra muy baja¡± de la que se pueden extraer ¡°tendencias¡±, no ¡°resultados exactos¡±. Eso sostiene por tel¨¦fono la creadora de T-Hoarder, Mariluz Congosto. Argumenta esta investigadora de la Universidad Carlos III que ¡°el titular no justifica hablar de ¡®los hombres¡¯ en general, ni de ¡®espa?oles¡¯, sino de hispanohablantes¡±. ¡°Y hay que poner cantidades de tuits por insulto, no solo porcentajes. Es un error. Ha faltado explicar mejor la metodolog¨ªa¡±.

Los autores del estudio cuentan que plantearon el trabajo porque ¡°el nivel de abuso¡± contra Thunberg ¡°parec¨ªa desmedido¡± y su presencia en Espa?a era ¡°una buena oportunidad¡± para medirlo. Un objetivo muy loable, por el que ellos mismos han sido atacados en las redes, ¡°un indicio m¨¢s¡±, opinan, ¡°del furor que provoca Thunberg¡±.

Tienen raz¨®n, y el peri¨®dico cumpli¨® con su obligaci¨®n informativa de denunciar semejante oleada de improperios contra la joven activista sueca y tambi¨¦n con se?alar que hay m¨¢s insultos por parte de hombres. Precisamente porque el fin era plausible, resulta m¨¢s lamentable que el diario haya cometido esos tres tropiezos claros: cambios significativos en el titular, difusi¨®n gratuita de ofensas soeces contra Greta Thunberg ¡ªno debieron reproducirse¡ª y lagunas en la presentaci¨®n de los datos.

Siempre aprendemos. De los errores, mucho m¨¢s.

Correo electr¨®nico: defensor@elpais.es

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