A Casado se le abren las costuras vascas

Hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa tan irritado al portavoz del PP en el Parlamento vasco, Borja S¨¦mper, como el 13 de septiembre cuando lanz¨® este reproche a su hom¨®loga en el Congreso, Cayetana ?lvarez de Toledo: ¡°Mientras algunas caminaban por mullidas moquetas, otros nos jug¨¢bamos la vida defendiendo la Constituci¨®n¡±. Fue en la convenci¨®n del PP vasco. ?lvarez de Toledo, alejada durante los a?os de plomo, hab¨ªa osado acusar de ¡°tibieza con el nacionalismo¡± a quienes pagaron con una docena de muertos su resistencia frente a ETA.

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S¨¦mper, en su despedida: ¡°Me incomoda el clima de confrontaci¨®n permanente¡±

Casado intenta zanjar el debate interno: ¡°Aqu¨ª no hay un PP duro y uno blando¡±

Dicha convenci¨®n pretend¨ªa congraciar al PP vasco con G¨¦nova, distanciados por la reedici¨®n de Pablo Casado de la estrategia de confrontaci¨®n con el nacionalismo, que hab¨ªa acarreado a los populares vascos su peor resultado. Casado, que prometi¨® moderaci¨®n, ha evitado el insulto, pero su contenido contin¨²a y en Euskadi se percibe. ?lvarez de Toledo dijo recientemente que el ¡°momento pol¨ªtico¡± actual es peor que en tiempo de ETA, y argument¨® el dislate diciendo que los partidos constitucionalistas no confrontan con el nacionalismo. Mantiene la tesis, con Casado, de que ¡°ETA est¨¢ en las instituciones¡±, en referencia a Bildu, cuando la banda terrorista dej¨® de actuar hace ocho a?os, lo que escatima a los dem¨®cratas, y al PP vasco, la victoria sobre el terrorismo.

S¨¦mper, en su despedida, respondi¨® ayer a ?lvarez de Toledo cuando mostr¨® su repulsa por el ¡°enfrentamiento gratuito¡± y su defensa del ¡°entendimiento entre diferentes¡±. Aunque goza de una autoridad moral superior a ella, la del resistente que, tras vencer al terrorismo, tiene la grandeza de buscar el entendimiento con el ¡°otro¡±, evit¨®, elegantemente, el se?alamiento y elev¨® el discurso. El bronco debate de investidura, con su partido rivalizando con Vox, le ha confirmado una decisi¨®n ya madurada.

El PP vasco sufre una sangr¨ªa persistente desde los 323.235 votos, 29,14% y siete diputados del a?o 2000 a los 103.821 votos, 8,82% y un diputado del pasado noviembre, acelerada desde 2011, tras el final del terrorismo. Su problema es que G¨¦nova no le ha permitido adecuarse a la nueva situaci¨®n, donde, tras desaparecer ETA, las prioridades est¨¢n en la gesti¨®n socioecon¨®mica y no en la confrontaci¨®n con el nacionalismo, que le aleja de la centralidad, sin cejar, por ello, en la exigencia a Bildu de autocr¨ªtica por la pasada complicidad con el terrorismo. Las dimisiones de Antonio Basagoiti, Arantza Quiroga y S¨¦mper son la prueba del fracaso.

Casado tiene un problema serio en Euskadi y Catalu?a y lo apunt¨® S¨¦mper al referirse a la ¡°Espa?a plural¡±. Casado sigue, con ?lvarez de Toledo, una estrategia de confrontaci¨®n ideol¨®gica con los nacionalismos en vez de bajar al terreno pol¨ªtico, a sabiendas de que sacrifica ambos territorios en la confianza de obtener r¨¦ditos electorales en el resto. Pero se le abren sus costuras perif¨¦ricas. Lo peor es que esa estrategia presiona a¨²n m¨¢s sobre una Espa?a suficientemente tensionada por el independentismo radical.