Princesa e independiente
Los Cambridge parecen llenos de envidia y celosos de su parcela de poder
Sobre el proceso de independencia emprendido por Meghan Markle y su esposo, el pr¨ªncipe Enrique, mi amiga Tamara opina que se han equivocado. Yo no pienso lo contrario, pero tampoco lo mismo. Meghan ha sido la ¨²nica persona que ha conseguido que la reina Isabel le permita hacer algo por cuenta propia. La independencia le permitir¨¢ poder ganar dinero sin volverse una estatua de cera viviente.
En el proceso, a los principales adversarios de los duques de Sussex, los duques de Cambridge, Kate Middleton y su esposo Guillermo, hermano de Enrique, se les ha agriado el semblante. Ahora parecen llenos de envidia y celosos de su acartonada parcela de poder. Kate ha adelgazado m¨¢s y la jeta se le ha endurecido, como si se hubiera dado cuenta que su ex¨®tica cu?ada le gan¨® esta partida, dej¨¢ndola a ella como una arribista de clase acomodada. No hay nada peor para una esposa heredera que se le note m¨¢s inter¨¦s por la herencia que por la familia. Probablemente el deseo de independencia de los Sussex no pasaba por humillar de esta manera la estrategia de Kate y Guillermo, pero el ¨¦xito medi¨¢tico de unos y la actitud poco inclusiva de los otros, a veces haci¨¦ndose part¨ªcipes de cierto racismo ambiental, ha terminado por actuar en contra.
Puede que a Kate y a Guillermo les tranquilice que sus contrincantes se alejen de Gran Breta?a. Pero no puedo dejar de imaginar la cara que se le pondr¨¢ a Kate cuando vea como Meghan engrosa su cuenta corriente y se divierte con los Obama, con Justin Trudeau, con los ni?os de Elton John. O que de repente se asocie con Gwyneth Paltrow en su exitos¨ªsimo negocio de velas con olor vaginal, un sorprendente proyecto empresarial para estrenar la independencia con una fragancia carnal y empoderada. Lo que si se ha asegurado es un contrato con Disney, la multinacional especializada en princesas de cuento. La pobre Kate, que es rica gracias a la empresa familiar de decoraci¨®n de fiestas de cumplea?os, no puede imaginarse ahora que en un futuro no muy lejano su cu?ada sea el rostro en las servilletas preferidas en las fiestas infantiles.
Independientemente de lo que pueda suceder con estos cuatro personajes, nos ha fascinado el giro inesperado de la situaci¨®n. Aunque hemos empezado el a?o levemente preocupados por la monarqu¨ªa inglesa,?Isabel II ha reaccionado con pragmatismo y en defensa de esa instituci¨®n donde se funde y confunde empresa, familia y Estado. Seguro que Gwyneth encendi¨® una de sus velas para que todo saliera bien.
Otros que seguro encendieron una, o varias, velas de fragancia vaginal fueron Sof¨ªa Suescun y Kiko Jim¨¦nez, durante sus vacaciones en Miami. Pronto le dedica m¨¢s espacio a esta feliz y carnal noticia que al pol¨¦mico deseo de independencia de los duques de Sussex, y tienen raz¨®n. ?Qu¨¦ alegr¨ªa de cuerpos, de caricias, de senos y nalgas mezclados con ganas de pas¨¢rselo bien y disfrutar de la piel y el mar! Al contrario que las parejas de la realeza o de las alfombras rojas, Suescun y Jim¨¦nez saben a sal, a ese goce que se expresa estirando los pulgares de los pies. No son ricos, se mueven en la frontera movediza del famoseo borrico pero, en Miami, nada de eso importa. Kiko fue novio de Gloria Camila, una princesa por ser hija de Roc¨ªo Jurado, reina de la copla, y Sof¨ªa lleva una vida acelerada en concursos de televisi¨®n (durmieron una noche en la c¨¢rcel el verano pasado por intentar colarse como vips en la Starlite Gala de Marbella). Todos estos m¨¦ritos, sin duda, les hacen estar vivos, euf¨®ricos y ayudan a confirmar que esta d¨¦cada va estar envuelta en ese nuevo aroma de velas vaginales.
As¨ª como ser¨¢ una d¨¦cada de empoderamiento femenino tambi¨¦n va a serlo de empoderamiento masculino. Los varones anuncian que han descubierto donde est¨¢ su punto G que se llama punto P. El ¨²nico inconveniente podr¨ªa ser que se accede a ¨¦l por el ano hasta alcanzar la pr¨®stata. Pero una vez llegados al punto P se produce una optimizaci¨®n y mejor¨ªa de la calidad de vida de la pareja. Sentir, con tu dedo o el de tu novia, los poderes sensuales de tu pr¨®stata, garantiza una experiencia org¨¢smica sorprendente y ¨²nica. Todo empieza a equilibrarse: los varones heterosexuales descubren el ano y los gais las velas de Gwyneth. Y yo mi apoyo velado al deseo de independencia de Meghan.
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