Transici¨®n energ¨¦tica y oligopolio el¨¦ctrico
El desarrollo de las tecnolog¨ªas fotovoltaica y e¨®lica supondr¨¢ unos costes de producci¨®n cada vez menores. Pero el dominio del mercado por parte de cinco grupos implica incertidumbre para el cambio energ¨¦tico
A la espera del rumbo que adopte el nuevo Gobierno, el panorama del sistema el¨¦ctrico presenta varios aspectos positivos. El breve Gobierno del PSOE emprendi¨® un buen n¨²mero de medidas concretas, apunt¨® otras de medio alcance y elabor¨® tres propuestas (Ley sobre Cambio Clim¨¢tico y Transici¨®n Energ¨¦tica, Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima, y Estrategia Nacional contra la Pobreza Energ¨¦tica) que esbozan una estrategia orientada a potenciar las energ¨ªas renovables, avanzar en la descarbonizaci¨®n del sistema y eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero. Por su parte, las grandes compa?¨ªas el¨¦ctricas han acortado los plazos de cierre de las plantas de carb¨®n (con los subsiguientes problemas laborales y territoriales) e intensifican sus inversiones en fotovoltaica y otras energ¨ªas renovables. Adem¨¢s, cada vez se hace m¨¢s patente la sensibilizaci¨®n social contra el cambio clim¨¢tico y abundan las acciones pr¨¢cticas que apuestan por las energ¨ªas renovables.
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Cabr¨ªa citar otros aspectos positivos y tambi¨¦n se podr¨ªan introducir matices a los tres aspectos mencionados. Sin embargo, el tema que deseo destacar es el clamoroso silencio que tanto el Gobierno como otras posiciones que hacen referencia a la transici¨®n energ¨¦tica mantienen acerca de la estructura oligop¨®lica de los mercados (mayorista y minorista) de electricidad. Desde una versi¨®n panglosiana cabr¨ªa pensar que esa estructura est¨¢ llamada a diluirse merced al desarrollo de las energ¨ªas renovables ¡ªcon nuevos inversores de distinto tama?o y car¨¢cter¡ª, la expansi¨®n de la generaci¨®n distribuida, las nuevas formas de contrataci¨®n y de conexi¨®n oferta-demanda y la digitalizaci¨®n del conjunto del sistema el¨¦ctrico.
Frente a esa versi¨®n cabe contraponer tres argumentos principales que conducen a una conclusi¨®n radicalmente distinta, partiendo de un hecho irrefutable: actualmente, cinco grandes compa?¨ªas privadas generan el 70% de la producci¨®n, extendiendo su control a todas las tecnolog¨ªas el¨¦ctricas salvo la cogeneraci¨®n y, hasta el momento, la fotovoltaica. Son las mismas compa?¨ªas que poseen la casi totalidad de las redes de distribuci¨®n y realizan cerca del 90% de las ventas finales de electricidad.
Las compa?¨ªas ejercen un poder que les permite influir en la fijaci¨®n de los peajes, pagados por los consumidores
Primer argumento. Las compa?¨ªas que forman el oligopolio ejercen un poder institucional que les permite influir en la fijaci¨®n de los peajes y cargas regulados que pagan ¨ªntegramente los consumidores. As¨ª, la retribuci¨®n por peaje que reciben sus filiales distribuidoras es bastante mayor que sus costes, lo que les reporta un amplio margen de beneficio. A la vez, cuentan con un vasto historial de prebendas a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de otras cargas que les son favorables. Para cerrar el c¨ªrculo, sus filiales comerciales controlan la venta final de electricidad, siendo min¨²sculas las cuotas que ostentan las peque?as empresas vendedoras. Esa combinaci¨®n de poder de mercado e institucional no tiene visos de diluirse por mor de las novedades que se esperan en los pr¨®ximos a?os.
Segundo argumento. El desarrollo de las tecnolog¨ªas fotovoltaica, e¨®lica y otras renovables no tiene por qu¨¦ implicar una descentralizaci¨®n productiva. Eso depender¨¢ de c¨®mo se combinen, de un lado, los procedimientos y calendarios con los que se asigne la nueva potencia a instalar y, de otro lado, los mecanismos de financiaci¨®n de las grandes inversiones que requiere el objetivo de lograr que esas tecnolog¨ªas sean hegem¨®nicas en el mix el¨¦ctrico. Si predominan los intereses de las grandes compa?¨ªas y de los fondos financieros internacionales podr¨¢n surgir nuevas modalidades de concentraci¨®n productiva en dichas tecnolog¨ªas, que se sumar¨ªan a las que persisten en hidr¨¢ulica, nuclear y ciclo combinado.
Tercer argumento. Parece una broma pesada suponer que el funcionamiento del pool marginalista refleja las caracter¨ªsticas de un mercado competitivo. La mayor parte de la oferta que se presenta a la casaci¨®n horaria procede de plantas que pertenecen a las cinco compa?¨ªas; incluyendo las de carb¨®n y ciclo combinado (con costes mayores) que habitualmente son las que fijan el precio de casaci¨®n en la mayor¨ªa de las horas; as¨ª como las nucleares e hidr¨¢ulicas que perciben ese precio aunque sus costes de producci¨®n son m¨ªnimos. A la vez, la mayor parte de la demanda la realizan sus filiales comerciales ya que necesitan comprar electricidad (m¨¢s de la que produce su propio grupo empresarial) para vender a los consumidores; pero esas filiales no ejercen presi¨®n bajista sobre el precio porque este se traslada ¨ªntegramente a los consumidores.
Cada vez es m¨¢s patente la sensibilidad social contra el cambio clim¨¢tico y abundan las apuestas por las renovables
A¨²n podr¨ªan mencionarse otras ventajas que se derivan de la posici¨®n de poder del oligopolio en el mercado mayorista. Las grandes compa?¨ªas pueden trazar estrategias que condicionen la formaci¨®n del precio mayorista al margen de cuales sean los costes de producci¨®n reales. Pueden aprovechar la existencia de factores coyunturales para exagerar las perturbaciones alcistas del precio y una vez desaparecidos esos factores pueden introducir rigideces para que el precio no vuelva a la posici¨®n inicial sino que se sit¨²e en un nivel superior. Como consecuencia, entre 1998 y 2018 el precio mayorista al contado ha experimentado un fuerte crecimiento medio (4,1% anual), muy superior al del IPC (1,9%).
Ciertamente, el desarrollo de las tecnolog¨ªas fotovoltaica y e¨®lica supondr¨¢ unos costes de producci¨®n cada vez menores, lo cual abre un escenario con nuevas posibilidades. Pero si persiste el dominio oligop¨®lico, ?qu¨¦ l¨®gica empresarial har¨ªa que las grandes compa?¨ªas aceptasen una reducci¨®n del precio de su producto, m¨¢xime cuando la demanda del producto no ser¨¢ expansiva? De momento, bajo el pool marginalista, la moratoria de 7-10 a?os para las plantas nucleares unida al control de la producci¨®n hidr¨¢ulica les permitir¨¢ seguir disponiendo de su mayor fuente de sobrebeneficios, mientras que las plantas de ciclo combinado les aportan prebendas adicionales a trav¨¦s de los pagos por reserva de capacidad.
El corolario resulta evidente. El dominio oligop¨®lico implica incertidumbres, amenazas y distorsiones para el sistema el¨¦ctrico y para la transici¨®n energ¨¦tica. Su actual apuesta por las energ¨ªas renovables quedar¨¢ sometida a una permanente comparaci¨®n con baremos de rentabilidad ajenos a los objetivos de la transici¨®n. Siendo compa?¨ªas transnacionales cuya propiedad mayoritaria corresponde a entidades financieras internacionales, ?qu¨¦ puede pasar si la rentabilidad que obtengan en Espa?a es inferior a la que les ofrezcan otros pa¨ªses y otros negocios energ¨¦ticos? O bien, para garantizar un margen satisfactorio de beneficio en Espa?a tendr¨¢n que reforzar su poder de mercado y su poder institucional. Evitar ese escenario exige que la transici¨®n energ¨¦tica cuente con una estrategia para transformar la organizaci¨®n de los segmentos y de los mercados que forman parte del sistema el¨¦ctrico.
Enrique Palazuelos Manso es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la UCM, actualmente jubilado, y autor de El oligopolio que domina el sistema el¨¦ctrico (Akal).
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