Auschwitz como advertencia
El antisemitismo y el odio deben ser atacados desde su misma ra¨ªz
El mundo conmemora el lunes el 75? aniversario de la liberaci¨®n del campo de exterminio nazi alem¨¢n de Auschwitz, en el que fueron asesinadas 1,1 millones de personas, un mill¨®n de ellas jud¨ªas. Esta conmemoraci¨®n, que arranc¨® ayer con un foro en Jerusal¨¦n al que asistieron medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, no representa solo un recuerdo del horror y un homenaje a los supervivientes, que poco a poco se van extinguiendo y con ellos la memoria viva de la Shoah, sino que entra?a una advertencia sobre el presente y el futuro. El antisemitismo ha vuelto a mostrar su cara m¨¢s violenta tanto en Europa como en EE?UU y Oriente Pr¨®ximo, mientras desde algunos sectores se pone en duda el derecho a la existencia misma del Estado de Israel, como si todas las lecciones del genocidio jud¨ªo y del tr¨¢gico siglo XX se hubiesen olvidado.
La conmemoraci¨®n de Auschwitz representa, ante todo, un homenaje a los que sufrieron el Holocausto, a los que sobrevivieron a una experiencia que, como recordaba el premio Nobel de la Paz y superviviente, Elie Wiesel, no se puede transmitir en su esencia. Dentro de poco ya no quedar¨¢n testigos directos del terror nazi, durante el que fueron deportados y asesinados seis millones de jud¨ªos, adem¨¢s de millones de prisioneros de guerra sovi¨¦ticos, homosexuales, gitanos, discapacitados, polacos, republicanos espa?oles y, en general, todos aquellos que Hitler conden¨® a muerte solo por el hecho de haber nacido. Por eso resulta tan importante cuidar y transmitir el recuerdo, no solo a trav¨¦s de la conservaci¨®n de los lugares de memoria, sino tambi¨¦n del apoyo a la investigaci¨®n hist¨®rica y a la ense?anza. El Holocausto debe estar presente en las aulas, porque combatir el negacionismo no es un deber hist¨®rico, sino ¨¦tico.
Pero, por encima de todo, la lecci¨®n que entra?a Auschwitz es que el antisemitismo debe ser cortado desde su misma ra¨ªz, que las sociedades deben mantenerse no solo alerta, sino en una constante ofensiva. Los genocidios empiezan siempre con palabras y el camino que lleva a las c¨¢maras de gas pasa por la construcci¨®n del odio. Los abismos de dolor y muerte que se abrieron en los campos de exterminio solo son posibles cuando el odio est¨¢ asentado y por eso debe ser erradicado desde el principio.
El atentado contra un barrio jud¨ªo de Nueva York, en diciembre, es el ¨²ltimo ataque dentro de un clima creciente de violencia. Los insultos o las amenazas contra jud¨ªos se han convertido en moneda corriente en demasiados lugares. Al antisemitismo tradicional se suma otro de corte islamista y otro impulsado desde algunos Gobiernos europeos y partidos de ultraderecha que no dudan en acusar al fil¨¢ntropo jud¨ªo Georges Soros de todos sus males, en discursos que hablan de complots contra la Europa cristiana. Ana Frank, la ni?a jud¨ªa que simboliza el Holocausto, escribi¨® en su diario: ¡°Asombra que no haya abandonado a¨²n todas mis esperanzas¡±. Conmemorar a las v¨ªctimas de Auschwitz significa recordar que nunca es demasiado pronto para enfrentarse al odio; pero tambi¨¦n que las sociedades libres se basan en la tolerancia, el respeto y en la esperanza en un futuro com¨²n del que nadie sea excluido por su origen o religi¨®n.
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