¡®Quo vadis¡¯, Casado
La ruta del PP hoy es autodestructiva. Vamos, es como si Santiago Abascal siguiera siendo su asesor
El dilema de Pablo Casado es tan claro de ver como dif¨ªcil de resolver: debe decidir si quiere ser Angela Merkel o Donald Trump. Tiene que elegir si enfrentarse a la izquierda en el terreno econ¨®mico, planteando una pol¨ªtica liberal de impuestos bajos, como se ha hecho toda la vida, o mover la batalla al campo cultural.
Casado no est¨¢ solo. Todos los partidos conservadores de Occidente est¨¢n posicion¨¢ndose en el nuevo escenario b¨ªfido de la derecha. En Italia o el Reino Unido, Matteo Salvini y Boris Johnson optan por la v¨ªa Trump. Mientras, el canciller austriaco Sebastian Kurz es hoy el heredero natural de Merkel al frente de una coalici¨®n con los ecologistas, en la que, seg¨²n ¨¦l, ¡°hemos unido lo mejor de dos mundos¡±. Kurz se?ala as¨ª un camino alternativo para toda la derecha continental: los azules pueden aliarse con los verdes.
Pero la senda verde queda lejos para Casado. Curiosamente, m¨¢s lejos que para sus votantes. Porque esta es la gran paradoja de los conservadores espa?oles: los dirigentes del PP, tanto en sus declaraciones sobre el Gobierno bolivariano y separatista de S¨¢nchez como en sus patrones de voto en la Euroc¨¢mara, se muestran m¨¢s cercanos a la derecha retr¨®grada de Jaroslaw Kaczynski en Polonia y Viktor Orb¨¢n en Hungr¨ªa que a la moderada de Merkel en Alemania. Sin embargo, los votantes del PP son m¨¢s parecidos a los conservadores alemanes, o belgas, que a los m¨¢s reaccionarios (en todo tipo de actitudes, como la igualdad de g¨¦nero o el matrimonio homosexual) polacos o h¨²ngaros. Espa?a es una de las sociedades m¨¢s tolerantes y abiertas de Europa, pero tenemos una de las derechas convencionales m¨¢s rancias y cerradas. Al menos, en el discurso oficial.
Si el objetivo del PP, en su deriva contrarrevolucionaria, es restarle votos a Vox, comete un grave error. Tal y como muestran las quiz¨¢s mayores expertas del mundo en competici¨®n electoral, Catherine De Vries y Sara Hobolt, si los partidos tradicionales se desv¨ªan de los temas donde son fuertes (como gestionar bien la econom¨ªa) y abrazan los de la ultraderecha (como defender la patria frente a traidores, extranjeros y comunistas), pierden votos. Por el contrario, la extrema derecha crece cuanto m¨¢s consigue que se hable de estos asuntos pol¨ªticamente incorrectos.
La ruta del PP hoy es autodestructiva. Vamos, es como si Santiago Abascal siguiera siendo su asesor. @VictorLapuente
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