Proyecto electoralista

La grandilocuencia ret¨®rica electoralista mostrada por el presidente Donald Trump en la presentaci¨®n de su plan de paz para Oriente Pr¨®ximo no puede ocultar la realidad de una iniciativa que, desgraciadamente, tiene escasos visos de resolver el conflicto entre Israel y los palestinos por m¨²ltiples factores tanto de fondo como de forma.

Junto al primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, el mandatario estadounidense anunci¨® su propuesta del ¡°acuerdo del siglo¡± entre las dos partes sin que una de ellas ¡ªla palestina¡ª estuviera presente. Le fue comunicada en una carta al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

B¨¢sicamente lo que Trump ofrece es el reconocimiento de un Estado palestino independiente a cambio de que este ceda en cuestiones b¨¢sicas en las que reiteradamente los palestinos han sido respaldados por la legalidad internacional. La propuesta de Trump consagra definitivamente la anexi¨®n de territorios ocupados en 1967 por Israel en Cisjordania y la de Jerusal¨¦n este. Propone un intercambio de tierras que convierte el Estado palestino en una especie de archipi¨¦lago de complicad¨ªsima gesti¨®n operativa, plantea soluciones inauditas como la comunicaci¨®n entre Cisjordania y Gaza ¡ª35 kil¨®metros en su punto m¨¢s corto¡ª mediante t¨²neles o puentes y deja el valle del Jord¨¢n bajo control militar israel¨ª.

El plan no es un punto de partida para un di¨¢logo, sino una pol¨ªtica de hechos consumados que, de ser tomado en serio, apenas deja a la parte palestina como mera comparsa y no como un interlocutor con voz y poder decisi¨®n en la mesa de negociaci¨®n. El trasfondo de este anuncio parece tener mucho m¨¢s que ver con la estrategia pol¨ªtica de Netanyahu y Trump ante sus respectivos electorados que en un verdadero esfuerzo viable para lograr poner fin a un conflicto regional de repercusiones mundiales que se prolonga desde hace 70 a?os.

En apenas un mes Netanyahu afrontar¨¢ las terceras elecciones en un a?o en clima de par¨¢lisis pol¨ªtica agravada por su encausamiento en tres procesos judiciales por soborno, fraude y abuso de poder. El lunes retir¨® una petici¨®n de inmunidad presentada ante el Parlamento ante la certeza de que perder¨ªa la votaci¨®n. Por su parte, Trump se halla sometido a la segunda fase del proceso para su destituci¨®n. Aunque tiene mayor¨ªa en el Senado para que no prospere el impeachment, las revelaciones que van apareciendo sobre su utilizaci¨®n indebida de la jefatura del Estado otorgan valiosos argumentos a sus rivales dem¨®cratas ante las elecciones presidenciales que se celebrar¨¢n a finales de este a?o. Y con este paisaje ambos aparecen en la Casa Blanca presentando un plan que lejos de acercar posiciones crea m¨¢s pol¨¦mica. No es un plan de paz, sino de campa?a electoral.