De la sonrisa c¨ªnica a la furia sin disimulo: las 13 reacciones m¨¢s honestas al perder un Oscar

Es una paradoja tan bonita que da para hacer poes¨ªa: todas estas estrellas estuvieron nominadas en alg¨²n momento de su vida a un premio Oscar por lo brillantes que eran actuando, o sea, mintiendo. Y, sin embargo, en el momento m¨¢s crucial de sus carreras, cuando una c¨¢mara los apuntaba directamente mientras esperaban que alguien abriese un sobre y pronunciase su nombre, la interpretaci¨®n fue imposible. Lo normal es que en los Oscar uno observe ilusionado el escenario mientras alguien repasa a los nominados y sonr¨ªa y aplauda deportivamente al ganador. Pero todos estos talentos decidieron no hacerlo.

Ojo: estas reacciones est¨¢n tomadas mil¨¦simas de segundos despu¨¦s de saber que hab¨ªan perdido. Muchos de ellos se recompusieron y unas cuantas d¨¦cimas de segundo m¨¢s tarde ya estaban aplaudiendo. Pero es ese momento, justo ese, cuando el cerebro env¨ªa la informaci¨®n al coraz¨®n y la sonrisa se congela, el que nos interesa hoy. Porque en una celebraci¨®n de pompa y artificio en la que hay m¨¢s protocolo que seguridad, se agradece que de estas grandes estrellas surgiese una emoci¨®n genuina. Una con la que todos nos podemos identificar, porque todos alguna vez hemos perdido.

Estas son las estrellas y estos son sus rostros (pedimos disculpas de antemano por la calidad de las im¨¢genes, pero todas son capturas de una pantalla partida en cinco).

¨C Bill Murray en 2004

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actor por Lost in translation.

Hay una an¨¦cdota que define muy bien a Bill Murray: durante un reportaje fotogr¨¢fico para la revista Entertainment Weekly que reuni¨® a los protagonistas de Cazafantasmas (1984), Murray apareci¨® tarde, se aburri¨® y quiso irse antes de lo acordado. Fue Sigourney Weaver quien le record¨® que todos hab¨ªan hecho malabares con sus agendas para poder estar all¨ª. ?Ah! Murray es ¨²nico, Murray es individualista, Murray es... ?un maleducado? Tal vez por eso cuando su ¨²nica nominaci¨®n a los Oscar en 2004 por Lost in translation (donde, como en todas las pel¨ªculas de los ¨²ltimos lustros, se interpretaba m¨¢s o menos a s¨ª mismo) termin¨® con la victoria de Sean Penn (por Mystic river), no sinti¨® ninguna necesidad de seguir un protocolo y sonre¨ªr. Bill Murray no sonri¨® en ning¨²n momento, Bill Murray estaba cabreado, Bill Murray solo quer¨ªa irse.

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¨C Lauren Bacall en 1997

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actriz de reparto por El amor tiene dos caras.

Lo de Lauren Bacall es un caso especial porque la cara de pasmo que puso ella en el patio de butacas fue la misma que pusieron los espectadores en casa: todas las quinielas apuntaban a que se lo llevar¨ªa. Era una oportunidad ¨²nica en la vida: una gloria absoluta de Hollywood en su ¨²ltimo gran papel, dirigida adem¨¢s por otra gloria de Hollywood, Barbra Streisand, y haciendo nada menos que de su madre. Ten¨ªa que ganar no solo porque estuviese estupenda en El amor tiene dos caras como madre deslenguada y desp¨®tica, sino porque hubiese sido un momento de oro: la protagonista de Tener y no tener o El sue?o eterno en el escenario y toda la industria en pie. Pues no. Se lo llev¨® Juliette Binoche. "No me he preparado nada, ?cre¨ª que Lauren se lo iba a llevar! ?Ella se lo merec¨ªa!", exclam¨® Binoche desde el escenario. "Lauren, ?d¨®nde est¨¢s?", pregunt¨® busc¨¢ndola con la mirada. Corte a Lauren, la mirada m¨¢s g¨¦lida de Hollywood, mereci¨¦ndose de nuevo el ?scar por algo que parece un amago de sonrisa.

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¨C Burt Reynolds en 1998

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actor secundario por Boogie nights.

El caso de Burt Reynolds es parecido al de Bacall: se trataba de uno de esos "ahora o nunca". El actor, que hab¨ªa tocado el cielo en los setenta y primeros ochenta, entr¨® en un bache profesional del que se salv¨® con el papel de un ambiguo productor pornogr¨¢fico en la pel¨ªcula de Paul Thomas Anderson Boogie nights. La historia era demasiado buena como para perd¨¦rsela: gran gloria del Hollywood m¨¢s comercial supera un infierno profesional y personal (estaba en bancarrota) alzando la estatuilla por una pel¨ªcula independiente. Pero no cont¨® con un hueso duro de roer: Robin Williams, nominado tambi¨¦n por su papel en El indomable Will Hunting. Cuando Reynolds escuch¨® el nombre de Williams, supo que su sue?o del Oscar terminaba ah¨ª. Y no pudo evitar que le notase.

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¨C Talia Shire en 1977

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actriz por?Rocky.

?Pod¨ªa Talia Shire ganar en 1977 enfrentada a Sissy Spacek, a Liv Ullmann y a Faye Dunaway? Posiblemente ella ten¨ªa esperanzas: era su segunda nominaci¨®n tras El padrino parte II en 1974. Y la pel¨ªcula era una de esas joyas que encantan a la academia: Rocky, un proyecto peque?o, salido de la nada y con talento desconocido (un tal Sylvester Stallone) que triunfa en taquilla en todo el mundo. De hecho, gan¨® en la categor¨ªa de mejor pel¨ªcula y mejor director. Pero no hubo suerte para Talia: lo de Faye Dunaway en Network. Un mundo implacable era insuperable y todos lo sab¨ªan. Todos menos ella, parece, que nominada por una pel¨ªcula que habla de aceptar la derrota acudi¨® aquella noche a la gala ¨²nicamente contemplando la victoria.

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¨C Robert Duvall en 1973

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actor por El padrino.

Es uno de los grandes actores de la historia de Hollywood. Ha estado nominado siete veces y ha ganado solo una (por Gracias y favores). Y es posible que aquella noche de 1973, aunque fuese su primera nominaci¨®n, ya se lo oliese: ¡°A m¨ª esta gente no me va a tratar bien¡±. Duvall hizo una de esas actuaciones honestas hasta el final: no sonri¨®. Aplaudi¨® de forma seca frunciendo el ce?o y mostr¨® su disconformidad. Especialmente tras descubrir que se lo llevaba Joel Grey por Cabaret. ?Una pel¨ªcula de baile! ?A un tipo duro en una gran pel¨ªcula de Coppola le roba el Oscar un bailar¨ªn! ?C¨®mo iba a aplaudir?

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¨C Sally Kirkland en 1988

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actriz por?Anna.

Sally Kirkland. ?Te acuerdas t¨² de Sally Kirkland? Pues eso. Es una de esas actrices que toc¨® la gloria con las manos durante una noche y tuvo despu¨¦s una carrera bastante discreta. Tambi¨¦n es una de las que m¨¢s nerviosas se ha visto en una gala: gesticula, se muerde los labios, mira hacia un lado y hacia otro mientras llega el gran momento. Probablemente, a¨²n no se cree que est¨¦ compartiendo nominaci¨®n con Meryl Streep, Glenn Close, Cher y Holly Hunter. Y, cuando pierde, cuando Cher resulta ser la ganadora (es que Cher en Hechizo de luna era mucho), su rostro no es tanto de cabreo como de simp¨¢tica decepci¨®n. Esos labios apretados la delatan.

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¨C Nicolas Cage en 2003

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actor por?Adaptation.

Vamos a ver, Nicolas Cage: todos sabemos que, pese a tus excentricidades, eres un gran actor. En 1996 ya se te reconoci¨® con un Globo de Oro y un Oscar por Leaving Las Vegas, que no hemos visto a un mejor alcoh¨®lico en la pantalla que t¨². Pero lo de Adaptation (que en Espa?a se llam¨® El ladr¨®n de orqu¨ªdeas aunque nadie lo recuerde) estaba perdido de antemano. Ni siquiera se llev¨® el Oscar a mejor gui¨®n una pel¨ªcula que, b¨¢sicamente, era el triple salto mortal de un guionista. Nicolas, deber¨ªas haber estado agradecido y recordar que ya tienes un Oscar en casa. En lugar de eso, tu primera reacci¨®n al escuchar el nombre de Adrien Brody por El pianista fue un: ¡°?Qu¨¦¨¦¨¦¨¦¨¦?¡±. Eso s¨ª, unos segundos despu¨¦s cambiaste a un: ¡°Guaaaaaau¡±. Bien hecho, por algo tienes un Oscar. En realidad sentiste como 100 cosas diferentes en dos segundos. Por eso te queremos, Nicolas Cage.

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¨C Holly Hunter en 2003

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actriz de reparto por?Thirteen.

Holly Hunter ya lo hab¨ªa ganado todo en 1993 por El piano. Y cuando decimos todo es todo: Oscar, Globo de Oro, Bafta y Cannes. Bien, diez a?os despu¨¦s de aquello otra vez la nominan, esta vez por Thirteen, una pel¨ªcula peque?ita y apa?ada sobre el conflictivo paso de la ni?ez a la adolescencia hecha con poco dinero y pocas ¨ªnfulas y que ya con su nominaci¨®n recib¨ªa todo el reconocimiento oficial que merec¨ªa. Adem¨¢s, su nominaci¨®n fue una de esas extra?as: ?Holly Hunter no era la protagonista de la cinta, sino Evan Rachel Wood, que hac¨ªa de su hija! De hecho, en los Bafta del mismo a?o la nominaron por el mismo papel¡­ como secundaria (o de reparto). En fin, que su sola presencia era ya un logro. Por eso no entendimos esa sonrisa congelada que solt¨® al escuchar el nombre de Ren¨¦e Zellweger (por Cold mountain). Ojal¨¢ le pongan una c¨¢mara en casa este fin de semana para retransmitir su reacci¨®n cuando Ren¨¦e gane otra vez por Judy.

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¨C Samuel L. Jackson en 1995

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actor de reparto por?Pulp fiction.

Hay que reconocerle a Samuel L. Jackson que lleva su personaje de tipo duro hasta el final. Nominado por Pulp fiction en 1995, perdi¨® contra el que era favorito: Martin Landau, un veterano muy querido en Hollywood que adem¨¢s daba vida en ese papel a otra gran figura de Hollywood: Bela Lugosi, el primer Dr¨¢cula, en Ed Wood. Y no es que Jackson no se alegrase por Landau (se alegr¨® todo el mundo), es que simplemente fue ¨¦l mismo. Grit¨®: ¡°?Mierda!¡± (o sea, ¡°?Shit!¡± en ingl¨¦s) justo antes de mirar a su compa?ero y aplaudir como manda el protocolo. Si todos fuesen as¨ª de honestos los Oscar ser¨ªan mucho m¨¢s divertidos.

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¨C Ellen Burstyn en 1974

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actriz por?El exorcista.

En realidad esa cara de Ellen Burstyn fue un poco de ¡°por m¨ª y por mis compa?eras¡±. Estaban nominadas ella misma por un cl¨¢sico inmortal como El exorcista, Barbra Streisand por Tal como ¨¦ramos y Joanne Woodward por Deseos de verano, sue?os de invierno. Tres aut¨¦nticas fuerzas interpretativas. ?Y de repente se escucha el nombre de Glenda Jackson, que se lo lleva por una comedia brit¨¢nica, Un toque de distinci¨®n? Se dir¨ªa que el gesto de ira de Ellen ni siquiera fue ego¨ªsta: ella no era la favorita, lo eran Barbra y Joanne. "?Pero esta Glenda qui¨¦n se cree que es para robarnos el Oscar a nosotras?", parece pensar. Pues cuidado con cabrear a Glenda si alguna de ellas va a Londres (todas siguen vivas), pues se retir¨® de la interpretaci¨®n y ahora est¨¢ en el Parlamento brit¨¢nico por el Partido Laborista.

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¨C Jonah Hill y Michael Fassbender al perder en 2014

?Qu¨¦ perdieron? El Oscar a mejor actor de reparto por, respectivamente, El lobo de Wall Street y Doce a?os de esclavitud.

Aqu¨ª va un dos por uno, porque las caras de disgusto de dos nominados coincidieron en el tiempo y en el espacio y, lo que es m¨¢s importante, en la misma franja de la pantalla partida. Muy brevemente, como querr¨ªan en los Oscar si esto fuera un discurso. Jonah: eres muy joven, te han nominado dos veces en tres a?os y llegar¨¢n m¨¢s oportunidades. Tienes adem¨¢s vis c¨®mica: con eso no necesitas Oscar ninguno para triunfar. Fassbender: no solo tienes uno de los f¨ªsicos m¨¢s imponentes de la pantalla, que enamora (por diferentes motivos) a hombres y a mujeres, sino que has conseguido que esa belleza juegue a tu favor y no en tu contra gracias a papeles de conquistador atormentado o villano sin contemplaciones. Como Hill, tendr¨¢s m¨¢s oportunidades. (El Oscar se lo llev¨® Jared Leto por Dallas Buyers Club).

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¨C Liv Ullmann en 1977

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actriz por Cara a cara.

Actriz de talento, directora de talento, musa de Ingmar Berman. Liv Ullmann nunca necesit¨® un Oscar, pero a¨²n as¨ª la nominaron dos veces y ella, por lo que se ve, lleg¨® a creer que realmente lo merec¨ªa. La reacci¨®n de Ullmann cuando pierde es de oro. M¨¢s bien hier¨¢tica, como la que piensa: ¡°Paso de todo, me vuelvo a Europa [ella es noruega]¡±. Pero es que lo que hace Ullmann en Cara a cara pertenece a otra dimensi¨®n. No es de Hollywood, es algo m¨¢s. Liv, t¨² est¨¢s por encima de todo eso. Y eso la convierte en la ¨²nica de toda esta lista que, al decepcionarse porque la Academia no la premia, no peca de vanidosa, sino de humilde.

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¨C Denzel Washington en 2017

?Qu¨¦ perdi¨®? El Oscar a mejor actor por Fences.

La relaci¨®n de Denzel con la Academia es sana (lo han nominado ocho veces) y a la vez conflictiva (Spike Lee siempre ha mantenido que a Denzel Washington "le robaron" el Oscar que se merec¨ªa por su papel de Malcolm X en 1993). Hay por ah¨ª una teor¨ªa que dice que el Oscar que le dieron en 2002 por D¨ªa de entrenamiento era en realidad un gui?o a esa injusticia, pero que como en D¨ªa de entrenamiento lo hab¨ªa hecho estupendamente bien y se merec¨ªa ese Oscar independientemente de lo que la Academia le debiese, segu¨ªan teniendo pendiente darle otro. Y muchos pensaron que llegar¨ªa con Fences, una pel¨ªcula adem¨¢s que ¨¦l hab¨ªa dirigido. No sabemos si ¨¦l pensaba lo mismo, pero se le ve serio, extremadamente serio durante la lectura de los nominados y sigue serio, extremadamente serio, cuando gana Casey Affleck (por Manchester frente al mar), aunque aplaude porque es Denzel Washington, uno de los ¨²ltimos caballeros. A¨²n queda tiempo para que le paguen esa deuda: le volvieron a nominar el a?o siguiente y probablemente llegar¨¢n m¨¢s. Volveremos a ver a Denzel agradeciendo un Oscar, seguro.

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