Netanyahu contra el TPI

Existen cuatro cr¨ªmenes execrables, repugnantes, que conmocionan las conciencias de la mayor¨ªa de los seres que habitan el planeta: el genocidio, los cr¨ªmenes de guerra, la depuraci¨®n ¨¦tnica y los cr¨ªmenes de lesa humanidad. Con esa u otras denominaciones se han cometido desde el inicio de los tiempos. Tras la Primera Guerra Mundial hubo reacciones ante los horrores vividos. Vividos nuevamente y aumentados tras la Segunda, la Carta de las Naciones Unidas incorpor¨® en 1945 estas preocupaciones.

En 1998, impulsado por la ONU, nace el Tribunal Penal Internacional (TPI), hoy integrado por 124 Estados. Si bien algunos de los m¨¢s poderosos (EE?UU, Rusia, China) no forman parte de ¨¦l (tampoco Israel) por temor a que algunos de sus nacionales puedan ser incriminados, es destacable que tantos Estados de culturas y acervos jur¨ªdicos dispares hayan concordado en un objetivo com¨²n. El TPI deviene as¨ª en la primera Corte Penal Internacional de car¨¢cter permanente y en el mayor logro judicial de la comunidad internacional para combatir los cr¨ªmenes atroces.

Este tribunal ¡ªque a diferencia de la Corte Internacional de Justicia, tambi¨¦n organismo de Naciones Unidas, enjuicia a individuos, no a Estados¡ª desde 2002 ha venido actuando principalmente contra pol¨ªticos africanos, autores de cr¨ªmenes de guerra o de genocidio, pero asimismo contra presuntos criminales de otros continentes. Pero estos d¨ªas la repercusi¨®n de la ¨²ltima iniciativa judicial de la Corte ha adquirido resonancia internacional porque el objeto de su investigaci¨®n no es un nacional del Tercer Mundo, sino las autoridades de Israel. La gambiana Fatou Bensouda, fiscal del Tribunal Penal, anunci¨® el pasado 20 de diciembre que estaba convencida de que ¡°existe una base razonable para proceder a una investigaci¨®n sobre la situaci¨®n en Palestina¡± No obstante, su actuaci¨®n no est¨¢ ¨²nicamente dirigida hacia israel¨ªes responsables de cr¨ªmenes atroces, pues en su declaraci¨®n afirmaba que ¡°funcionarios israel¨ªes, as¨ª como grupos armados palestinos, pueden haber cometido cr¨ªmenes de guerra¡±.

Este diario, ¨²nico de difusi¨®n nacional en abordar editorialmente el asunto (Israel contra la CPI, 28-12-2019), escrib¨ªa: ¡°Netanyahu ha calificado de ¡°parodia¡± y acusado a la CPI de tratar de ¡°deslegitimar al Estado jud¨ªo¡±. Pero semanas despu¨¦s, Israel, con su primer ministro a la cabeza, se ha embarcado en una campa?a de infundios, falsedades y agravios no solo contra el TPI, sino tambi¨¦n contra el derecho internacional. En simbiosis con Donald Trump, que pretende asimismo desacreditar y tuitea todo tipo de barbaridades sin base contra el tribunal por la pretensi¨®n de este de investigar los posibles cr¨ªmenes de guerra de tropas norteamericanas (y de talibanes) en Afganist¨¢n, Netanyahu emprende su particular campa?a: ¡°El Tribunal Penal Internacional es antijud¨ªo, antisemita. Pido a todos que hagan lo mismo que Trump: condenar al TPI. Pidan sanciones contra el tribunal, sus funcionarios, fiscales, todos¡±. Afirma que la Corte es contraria al ¡°derecho del pueblo jud¨ªo a vivir en su tierra ancestral¡± y, rozando los l¨ªmites del absurdo, sostiene textualmente que ¡°el TPI est¨¢ en primera l¨ªnea de ataque a las democracias, al derecho de las democracias¡±. Algo menos rocambolescamente, las autoridades israel¨ªes sostienen que ¡°acudiendo al Tribunal Penal Internacional, los palestinos persiguen que la Corte decida sobre asuntos pol¨ªticos que deben ser resueltos mediante la negociaci¨®n y no por v¨ªa judicial¡±. Hip¨®crita argumento dado que tras d¨¦cadas de supuestas negociaciones Israel no ha cedido un ¨¢pice y contin¨²a absorbiendo territorios palestinos a pesar de las numerosas resoluciones de Naciones Unidas y preceptos del derecho internacional.

Israel se encuentra en estos momentos ante una investigaci¨®n de un organismo de la ONU, el TPI, que, tras numerosos encuentros y conversaciones desde 2015 con las partes israel¨ª y palestina, acaba de llegar a la conclusi¨®n de que es preciso investigar (y caso de ser probados, enjuiciar a los responsables) posibles cr¨ªmenes de guerra por parte israel¨ª en la orilla occidental del Jord¨¢n, Gaza (durante la guerra de 2014) y Jerusal¨¦n Este; la muerte a cargo de soldados israel¨ªes de m¨¢s de 200 palestinos, incluidos m¨¢s de 40 ni?os, en manifestaciones pac¨ªficas en la frontera gazau¨ª-israel¨ª en los dos ¨²ltimos a?os, as¨ª como los posibles cr¨ªmenes perpretados por Ham¨¢s y otros grupos palestinos. A?¨¢dase a ello el supuesto jur¨ªdico internacional que condenar¨ªa a Israel por trasladar a civiles israel¨ªes a las colonias jud¨ªas creadas en el Jord¨¢n, teniendo en cuenta que la Convenci¨®n de Ginebra proh¨ªbe la transferencia de civiles a territorios ocupados.

Durante d¨¦cadas Israel, con el apoyo de Washington y su veto en el Consejo de Seguridad, ha bloqueado la acci¨®n de la ONU contra su ocupaci¨®n ilegal de territorios palestinos y la aplicaci¨®n del derecho internacional humanitario en los mismos. Al lograr en 2012 la Autoridad Nacional Palestina el estatus de Estado observador en el plenario de la Asamblea General, de ahora en adelante, ante el empe?o universal de que la justicia prevalezca en Palestina, Israel afrontar¨¢ no solo la acci¨®n pol¨ªtica y diplom¨¢tica, sino tambi¨¦n la judicial del TPI.

Emilio Men¨¦ndez del Valle es embajador de Espa?a.