El virus del drag¨®n
En la China actual el esp¨ªritu de experimentaci¨®n entre los funcionarios est¨¢ siendo sustituido por el fantasma del miedo
La gesti¨®n del coronavirus revela la fortaleza y la debilidad del modelo chino, la cara y la cruz del drag¨®n. A diferencia de lo que suele temerse en las canciller¨ªas de las naciones libres, y alabarse en los Gobiernos m¨¢s oscuros del planeta, el secreto del milagro chino no ha sido el autoritarismo. Dictaduras ha habido miles en la historia de la humanidad y ninguna ha alcanzado el ¨¦xito de la comunista China desde 1978 hasta hoy.
La clave del desarrollo no ha sido el pu?o f¨¦rreo del Partido Comunista dictando qu¨¦ debe hacerse, sino la mano invisible de un gigantesco mercado de pol¨ªticas p¨²blicas. Deng Xiaoping cre¨® el mayor laboratorio de pol¨ªticas del mundo. Dentro de unos l¨ªmites, los Gobiernos locales pod¨ªan innovar. El mensaje era: probad, equivocaros y volved a intentarlo. No hab¨ªa competici¨®n entre partidos pol¨ªticos, pero s¨ª entre unidades administrativas: los recursos y, sobre todo, el prestigio era para los funcionarios que lograban los mejores resultados. El c¨®mo era secundario: unas provincias adoptaban un fuerte intervencionismo; otras abrazaban el liberalismo. Da igual que el gato sea blanco o negro; lo importante es que cace ratones, como dec¨ªa Xiaoping.
Pero en la China actual el esp¨ªritu de experimentaci¨®n entre los funcionarios est¨¢ siendo sustituido por el fantasma del miedo. Para hacer carrera en la Administraci¨®n de Xi Jinping ya no cuenta tanto lograr ¨¦xitos como evitar resbalones. Un fallo te puede conducir a ser acusado de corrupci¨®n y condenado a una pena terrible.
El objetivo de los altos cargos locales ya no es maximizar los indicadores de bienestar ciudadano, sino minimizar los errores que pueden cargarse su progresi¨®n profesional. Eso explica la ocultaci¨®n de informaci¨®n sobre la gravedad de la crisis del coronavirus en los primeros, y cr¨ªticos, d¨ªas de la epidemia. En enero se celebraban congresos del Partido Comunista Chino y nadie quer¨ªa ser el portador de las malas noticias.
En lugar de una Administraci¨®n competitiva, donde mandan los resultados, China se est¨¢ transformando en una burocracia ¡°monocr¨¢tica¡±, donde existe una ¨²nica fuente de legitimidad: contentar al superior. Y esto mata la creatividad.
Deng Xiaoping foment¨® un conflicto constructivo dentro del sector p¨²blico chino. Xi Jinping est¨¢ eliminando el conflicto y, con ¨¦l, la innovaci¨®n. El drag¨®n parece m¨¢s fuerte, pero est¨¢ m¨¢s enfermo. @VictorLapuente
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