Errores de fe en las fe de errores
En esta web no figuran miles de correcciones que rectificaron datos err¨®neos publicados en EL PA?S
Las fe de errores son fundamentales para la credibilidad de un peri¨®dico, pero tambi¨¦n suponen actos de justicia informativa para resarcir a v¨ªctimas de noticias equivocadas. En sus 44 a?os de vida, EL PA?S ha publicado casi 7.700. El Libro de Estilo exige reconocer los fallos ¡°lo m¨¢s r¨¢pidamente y sin tapujos¡±. La protesta de un lector, sin embargo, ha destapado ahora un grave problema: en la edici¨®n digital, m¨¢s del 80% de esas aclaraciones no aparecen. Es decir, est¨¢n publicados los textos con los errores originales sin advertir que despu¨¦s fueron rectificados.
La alarma ha surgido por un mensaje que me envi¨® el d¨ªa 7 desde Moralzarzal (Madrid) Luis J. Fern¨¢ndez Guti¨¦rrez del ?lamo, ingeniero de minas. Me contaba que, despu¨¦s de 30 a?os sin verse, unos viejos amigos estaban organizando un encuentro de excompa?eros de estudios para el pr¨®ximo 22 en Madrid y comenzaron a preguntarse a trav¨¦s de WhatsApp por sus vidas. ¡°Les puse al d¨ªa de la muerte de nuestro amigo Rafael Guerrero, que muri¨® en un accidente de tr¨¢fico¡±.
Guerrero, tambi¨¦n ingeniero de minas, falleci¨® en un choque frontal de dos veh¨ªculos la noche del 1 de abril de 2004 en la circunvalaci¨®n M-30, de Madrid. Uno de los coches circulaba en direcci¨®n contraria. Luis J. Fern¨¢ndez recordaba que la noticia se hab¨ªa publicado en EL PA?S. Encontr¨® el enlace con el texto publicado el 3 de abril de ese a?o, pero se llev¨® un gran disgusto. ¡°En ¨¦l¡±, narraba en el mensaje, ¡°se le identifica (a Guerrero) como el kamikaze, pero recuerdo que, a los pocos d¨ªas, se public¨® una peque?a rese?a indicando que hab¨ªa un error en la informaci¨®n, pues el que circulaba en direcci¨®n contraria era el otro conductor. He buscado en la hemeroteca, pero esa peque?a rese?a no aparece¡±.
Con toda l¨®gica, el lector a?ad¨ªa este razonamiento: ¡°Ha sido volver a recordar el sentimiento de dolor por la p¨¦rdida y de rabia por el error. Me parece injusto que quede para la hemeroteca esa noticia err¨®nea y EL PA?S se quede tan tranquilo con que cumpli¨® publicando esa referencia. Quiero pedir que se indique en la misma noticia una rese?a de que se public¨® as¨ª, pero que hubo un error¡±.
Localic¨¦ esa rese?a. Era una fe de errores publicada en el peri¨®dico el 4 de abril. Dec¨ªa as¨ª: ¡°Pablo C¨¢ceres Taladriz, de 27 a?os, conduc¨ªa un veh¨ªculo en sentido contrario en la M-30 el pasado jueves (d¨ªa 1 de abril) y la colisi¨®n frontal con otro coche caus¨® la muerte de Rafael Guerrero Mart¨ªnez, de 41 a?os, y no al rev¨¦s, como se public¨® ayer en la p¨¢gina 5 de este cuadernillo (de Madrid)¡±.
Son m¨¢s de 6.000 las fe de errores que han quedado perdidas, desvinculadas de sus correspondientes informaciones, porque no se formaliz¨® tal nexo cuando en 2010 se hizo el volcado masivo en la web de los antiguos fondos de la edici¨®n impresa
A ra¨ªz de este caso, he descubierto una anomal¨ªa global en el diario. Desde 2014, el Libro de estilo obliga a incorporar en la web las fe de errores al final de cada informaci¨®n corregida. El problema surge con las rectificaciones y correcciones anteriores a esa fecha (ya eran 7.146), muchas de las cuales no se incorporaban a la web porque no era obligatorio o porque no exist¨ªa la edici¨®n digital. Son al menos 6.436 las fe de errores que han quedado perdidas, desvinculadas de sus correspondientes informaciones, porque no se formaliz¨® tal nexo cuando en 2010 se hizo el volcado masivo en la web de los antiguos fondos de la edici¨®n impresa, donde para entonces ya se hab¨ªa publicado esa cifra de correcciones. Una laguna dif¨ªcil de justificar, porque esa vinculaci¨®n exist¨ªa ¡ªy existe¡ª en el archivo de esa edici¨®n impresa llamado Pegaso. Con un agravante: los textos escondidos hasta entonces en hemerotecas se pusieron al alcance de todo el mundo a golpe de clic.
Pod¨ªa verse, por ejemplo, que hasta ahora segu¨ªa sin la posterior correcci¨®n del d¨ªa siguiente la m¨¢s hilarante errata del peri¨®dico, que en septiembre de 1998 llam¨® ¡°Federico Gracia Loca¡± a Federico Garc¨ªa Lorca y cit¨® como ¡°t¨®calas y casadas¡± sus poemas ¡°Gacelas y casidas¡±. O una noticia del 12 de junio de 1996 titulada Violada en los lavabos, sin la posterior aclaraci¨®n de que, seg¨²n la v¨ªctima, no se consum¨® la violaci¨®n. Y otra de 1977 sobre un hundimiento en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Se dec¨ªa en ella que un hijo del rector de la Polit¨¦cnica hab¨ªa firmado parte del proyecto como arquitecto, pero una posterior fe de errores ¡ªque hasta este domingo no aparec¨ªa en la web¡ª desment¨ªa tal conexi¨®n familiar.
Son tres muestras entre miles de casos similares. Cristina Delgado, subdirectora responsable de contenidos de la web, asegura que el peri¨®dico analizar¨¢ opciones t¨¦cnicas para subsanar esa enorme carencia.
Hasta entonces, el peri¨®dico se compromete a atender las peticiones de lectores para a?adir a noticias concretas las correspondientes fe de errores publicadas en su d¨ªa. Desde ayer est¨¢ incluida la de Rafael Guerrero. El pr¨®ximo d¨ªa 22, excompa?eros del Instituto Padre Manj¨®n, de Granada, y de la residencia universitaria G¨®mez Pardo, en Madrid, le recordar¨¢n en el encuentro que tendr¨¢n en la Fundaci¨®n G¨®mez Pardo y en el hist¨®rico edificio de la Escuela de Minas y Energ¨ªa. Esta vez, Luis J. Fern¨¢ndez, su amigo de adolescencia y juventud, mostrar¨¢ el enlace de EL PA?S con ese a?adido de justicia informativa. Lo reclamen o no, muchos otros tienen el mismo derecho.
Correo electr¨®nico: defensor@elpais.es
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