¡®Cat.Exit¡¯
?Qu¨¦ pasa con Barcelona, que parece generar m¨¢s rechazo a los expositores for¨¢neos?
Qu¨¦ casualidad. El mismo d¨ªa en que se cancel¨® el abortado Mobile de Barcelona, la alcaldesa independentista de Vic reclam¨® en el Parlament que no se hablara en su idioma a los for¨¢neos. ?Cabr¨ªa relacionar ambos hechos como sendas muestras del reciente ensimismamiento de Catalu?a, que la lleva a refugiarse en su caparaz¨®n rehuyendo contagios externos? La versi¨®n oficial sostiene que el cierre del Mobile se debe a una epidemia de miedo, pero al mismo tiempo se ha celebrado en ?msterdam la mayor feria audiovisual del mundo (el ISE) sin que haya habido deserciones, y lo mismo va a pasar en Madrid con la feria de arte Arco. ?Qu¨¦ pasa con Barcelona, que parece generar m¨¢s rechazo a los expositores for¨¢neos? T¨¦cnicamente, la estampida se debi¨® a un fen¨®meno de umbral (Granovetter) o masa cr¨ªtica (Schelling), cuando el incremento del ritmo de las deserciones llega a un punto en el que ya no tiene sentido participar y todos se suman a la fuga colectiva. Pero si bien se mira, algo an¨¢logo sucedi¨® en 2017, cuando la proclamaci¨®n unilateral de independencia provoc¨® una estampida de las grandes empresas que cerraron su sede catalana para deslocalizarse fuera. Cat.Exit: fugarse de Catalu?a.
Se dir¨ªa, pues, que algo sucede con el principado, que de ser un polo de atracci¨®n universal con gran capacidad de acogida, como se demostr¨® en Barcelona 92, ha pasado a ser un lugar inh¨®spito donde a veces no puedes sentirte bienvenido, si queman las calles, las pintan de amarillo o se niegan a hablarte en tu mismo idioma. Y esta percepci¨®n hipot¨¦tica podr¨ªa relacionarse con la reciente evoluci¨®n del ranking regional espa?ol, en el que Catalu?a ha perdido la posici¨®n de cabeza que ocupaba no hace tanto para descender al cuarto lugar (con el 110% del PIB europeo per c¨¢pita), tras Madrid (125%), Pa¨ªs Vasco (121%) y Navarra (114%). Eso ha debilitado la confianza en s¨ª mismos de los catalanes, que han renunciado a seguir siendo la locomotora del sistema auton¨®mico, es decir, la Alemania de la Uni¨®n Espa?ola, que no quer¨ªa independizarse de la pen¨ªnsula sino dirigirla y dominarla, para pasar a conformarse con ser la Gran Breta?a que reclama ¡°?qu¨¦ hay de lo m¨ªo!¡±, optando por querer fugarse fuera de Espa?a con sus contribuciones y sus impuestos. Cat.Exit: la fuga de Catalu?a.
Si esta p¨¦rdida de confianza en s¨ª mismos prosigue, y se incrementa por tanto la decadencia relativa de Catalu?a respecto al conjunto de Espa?a, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde tambi¨¦n se reducir¨¢ hasta desaparecer la ventaja comparativa de la que ha disfrutado, pasando a tener un nivel de renta per c¨¢pita equiparable al promedio espa?ol. As¨ª le ha ocurrido a Gran Breta?a, que ahora tiene la mitad de renta per c¨¢pita que Irlanda. Pero en ese momento, en cuanto Catalu?a pierda su menguante ventaja relativa, dejar¨¢ de ser rentable independizarse de Espa?a. Entonces el secesionismo perder¨¢ su raz¨®n de ser.
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