Desastre medioambiental
El derrumbe del vertedero de Zaldibar destapa fallos en los sistemas de control
El desmoronamiento del vertedero de Zaldibar, que ha costado la vida a dos trabajadores, ha abierto una crisis medioambiental que ha impactado de lleno en la precampa?a electoral vasca. El lehendakari, I?igo Urkullu, y varios consejeros comparecieron ayer ante la Diputaci¨®n Permanente del Parlamento vasco para explicar el colapso de la escombrera y el alcance de la alerta sanitaria decretada en las inmediaciones de la zona por la presencia de part¨ªculas t¨®xicas en el aire. M¨¢s all¨¢ del debate pol¨ªtico e incluso de la instrumentalizaci¨®n electoralista de la tragedia, la primera obligaci¨®n del Ejecutivo aut¨®nomo es garantizar la seguridad de los vecinos y depurar responsabilidades para evitar que se repitan desastres ecol¨®gicos de esta magnitud.
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Detr¨¢s de la cat¨¢strofe de Zaldibar se vislumbra un c¨²mulo de negligencias en el control y la vigilancia de un vertedero sobre el que los trabajadores ven¨ªan advirtiendo de la existencia de grietas en la estructura de la gigantesca monta?a de residuos, entre ellos materiales potencialmente nocivos como el amianto. Las ¨²ltimas inspecciones catalogaron de ¡°malo¡± el cumplimiento de las condiciones ambientales de la firma propietaria de la instalaci¨®n, Verter Recycling, y apreciaron 23 ¡°desviaciones¡±, si bien ninguna estaba vinculada a la estabilidad del terreno.
La petici¨®n de perd¨®n de Urkullu reconociendo errores en la gesti¨®n de la crisis resulta encomiable pero insuficiente, pese a que, como subray¨®, se trataba de una situaci¨®n excepcional, impredecible y de urgencia. La oposici¨®n critic¨® el intento de minimizar los efectos de una tragedia sobre la que todav¨ªa pesan un rosario de interrogantes.
El primero es determinar hasta qu¨¦ punto los sistemas de inspecci¨®n fallaron o no fueron suficientemente rigurosos a la hora de detectar irregularidades en la escombrera. Tambi¨¦n se deber¨¢n esclarecer si los materiales con amianto u otros metales peligrosos hab¨ªan sido convenientemente tratados y hasta qu¨¦ punto han estado expuestos los bomberos y el personal de emergencia a este agente cancer¨ªgeno al inicio de las labores de rescate de los operarios desaparecidos. Los vecinos de Zaldibar y de las localidades colindantes merecen una explicaci¨®n convincente sobre la presencia de furanos y dioxinas hasta 50 veces m¨¢s de lo normal en el aire que respiraban. Estos niveles de contaminaci¨®n han generado una l¨®gica inquietud entre la poblaci¨®n, que en ocasiones ha recibido informaci¨®n confusa. Solicitar que no se ventilen las casas o no se practique deporte al aire libre no son precisamente recomendaciones tranquilizadoras.
Al margen de la investigaci¨®n judicial abierta para determinar un presunto delito laboral y medioambiental, parece obvio que la Administraci¨®n no ha actuado de forma eficiente. Al Gobierno vasco le corresponde ahora culminar la auditor¨ªa sobre los antecedentes y causas del derrumbe, esclarecer las responsabilidades y redoblar los mecanismos de prevenci¨®n, inspecci¨®n y sanci¨®n.
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