Cr¨¢neo de Plinio, quijada de esclavo
Plinio el Viejo fue un innovador en la Roma de Ner¨®n, y a la larga m¨¢s influyente que el propio emperador
Raro ser¨ªa monasterio medieval que no tuviera en su biblioteca una copia de la Naturalis Historia de Plinio el Viejo (23-79), tal vez la primera enciclopedia de todos los tiempos. Plinio el Viejo solo era viejo en comparaci¨®n con su sobrino, Plinio el Joven, porque dos milenios despu¨¦s esas diferencias de edad impresionan m¨¢s bien poco y, a diferencia del sobrino, el t¨ªo Plinio fue un innovador en la Roma de Ner¨®n, no quiz¨¢ tan torpedero como el propio Ner¨®n, pero m¨¢s influyente a la larga, como demuestra su impacto milenario en la agricultura.
Nadie sabe qui¨¦n descubri¨® la rotaci¨®n de cultivos. Hay pueblos centroafricanos que practican una tradici¨®n milenaria con ciclos de 36 a?os entre un tipo de cultivo y otro. Pero el cap¨ªtulo de la Naturalis Historia de Plinio el Viejo dedicado al tema ha estimulado su aplicaci¨®n durante siglos. Un ejemplo es la alternancia de cereales, que gastan nitratos del suelo, con legumbres, que lo aportan al suelo gracias a las bacterias simbi¨®ticas (Rhizobium) que llevan en sus ra¨ªces, pero hay esquemas mucho m¨¢s complejos con milenios de antig¨¹edad. La obra de Plinio el Viejo pretend¨ªa recoger todo el saber de su tiempo sobre ¡°la naturaleza de las cosas, es decir, la vida¡±. Cosmolog¨ªa, astronom¨ªa, geograf¨ªa hist¨®rica, zoolog¨ªa, bot¨¢nica, nada le era ajeno al primer enciclopedista de occidente, el Diderot y D¡¯Alembert de la Roma cl¨¢sica. Otra cosa eran las fuentes que usaba, que rara vez se sosten¨ªan en pie, as¨ª que su estrella empez¨® a declinar en el Renacimiento y acab¨® de extinguirse a principios del siglo XVIII.
Con todo, Plinio no muri¨® como naturalista, sino como el almirante que era de la flota del emperador Tito. En el a?o 79, en plena erupci¨®n del Vesubio, estaba listo para zarpar de Misenum hacia Pompeya, en direcci¨®n a la nube volc¨¢nica, por mero inter¨¦s cient¨ªfico, cuando recibi¨® una carta de una mujer llamada Rectina, que estaba atrapada bajo la erupci¨®n horrenda, y el almirante se lanz¨® a una misi¨®n de rescate de la que no saldr¨ªa vivo. Intentaron disuadirle, pero ¨¦l pronunci¨® una de sus famosas frases ¡ª¡°La suerte favorece a los valientes¡±¡ª y avanz¨® hacia una muerte segura. Muri¨® asfixiado en una de las cat¨¢strofes m¨¢s c¨¦lebres de la historia registrada.
Aprendo en The New York Times que un grupo de historiadores y antrop¨®logos ha presentado las conclusiones de una investigaci¨®n morfol¨®gica y gen¨¦tica sobre el supuesto cr¨¢neo de Plinio, que se expone desde hace 70 a?os en el Museo Storico Nazionalle Dell¡¯Arte Sanitaria, en Roma. Los expertos concluyen que el cr¨¢neo es compatible con una persona de 56 a?os criada en el norte de Italia, como Plinio lo fue, pero que la mand¨ªbula pertenece a un norteafricano de 30 a?os. El jefe de la investigaci¨®n conjetura que era su esclavo, a quien Plinio le habr¨ªa pedido matarle para acortar su asfixiante agon¨ªa volc¨¢nica. De ser as¨ª, es obvio que el esclavo no sobrevivi¨® mucho tiempo a su due?o, pues sus huesos se encontraron juntos cerca de Pompeya. De Rectina no hay rastro. ?Qui¨¦n ser¨ªa esa mujer cuya propuesta Plinio no pudo rechazar?
Sobre el cr¨¢neo de Plinio, solo podemos asegurar que su mand¨ªbula no es de Plinio. Como dijo ¨¦l mismo, ¡°Lo ¨²nico cierto es que nada lo es¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.